Por el derecho a vivir con dignidad

 

La Fundación Tzedaká recibe donaciones de medicamentos de todo el país y los destina a aquellas localidades o comunidades vulnerables que los necesitan. Por esta labor ganó el Premio Banco Galicia - Revista Chacra a la Gestión Solidaria del Campo 2013 en la categoría Salud. Te contamos cómo colaborar.

TEXTOS. MARIANA RIVERA. FOTOS. GENTILEZA FUNDACIÓN TZEDAKÁ.

 

“Tzedaká es una palabra en hebreo que se utiliza como solidaridad pero tiene su raíz en otra: justicia. En la concepción judía, la solidaridad es justicia social. El origen de nuestra fundación es la comunidad judía pero trabaja en todo el país para mejorar la calidad de vida de miles y miles de argentinos, independientemente de su religión”, justificó la Lic. Ruth Heymann, directora de Comunicación de esa organización de la sociedad civil.

La Fundación Tzedaká trabaja desde 1991 sobre un eje: la pobreza, de manera de mejorar las condiciones de vida de población vulnerable, y recientemente fue premiada por su programa social denominado Banco Comunitario de Medicamentos Refuot. Consiste en distribuir gratuitamente medicamentos -a través de una Red Nacional de Distribución de Medicamentos compuesta por los Centros de Ayuda Social de la Comunidad judía- a centros de salud, hospitales y organizaciones de la sociedad civil de todo el país.

Se trata del mayor banco de medicamentos del país y el único que trabaja sobre la base de un modelo que combina la labor profesional (farmacéuticos y trabajadores sociales) y voluntaria (cuenta actualmente con 110 personas). Complementa la acción del Estado, brindando aquello que no se cubre a través de los diversos programas oficiales de prestación de medicamentos. Sólo en 2012 distribuyó medicación gratuita por más de 4.160.000 pesos, a través de 90 centros en 17 provincias y la ciudad de Buenos Aires, alcanzando a una población estimada de 20.000 personas.

En nuestra provincia, la fundación colabora con las siguientes instituciones: hospital Cullen y Comunidad Israelita de Santa Fe; Hospital Barón Hirsch y Proyecto Tzedek de Moisés Ville; y Asociación Israelita de Beneficencia y centro de salud 7 de Abril de Rosario.

ACCESO AL MEDICAMENTO

Según mencionó, la fundación trabaja de manera integrada y multidisciplinaria respecto a la pobreza. “Hacemos foco en la familia porque creemos que hace falta un conjunto de ayuda para que pueda salir adelante. Tenemos seis ejes temáticos: la asistencia básica, vivienda, salud, educación, vejez y niñez. Dentro del área de salud, desde 1996 tenemos el Banco Comunitario de Medicamentos”.

Este programa social permite a la población vulnerable acceder a un medicamento de manera gratuita. Lo obtiene a través de dos vías: ayuda directa (gente de Capital y Gran Buenos Aires que tiene alguna enfermedad crónica, la que debe pasar por una entrevista social y presentar su receta, a quien se le hace un seguimiento) o indirecta (trabajo asociado con otras organizaciones sociales, que también incluyen hospitales, donde hay un médico que hace un pedido de medicamentos que estén necesitando y el Banco hace el envío).

Pero también se dan otras situaciones gracias a las cuales comienzan a colaborar: “La ayuda es pedida, por ejemplo, por alguna institución que se enteró sobre el trabajo de la fundación o el contacto empieza al revés: nos contactamos con alguna organización por cierta situación -como una emergencia que puede haber en la zona-. También colaboramos, por ejemplo, con el tren de la Fundación Alma, proveyendo los medicamentos que éste lleva a distintas localidades. Ellos nos dejan conectados con estas personas porque quizás el tren vuelve a ir al año siguiente pero mientras tanto nosotros podemos seguir proveyéndolos”.

PONER EL TEMA EN LA AGENDA SOCIAL

“Todos los seres humanos tenemos derecho a vivir con dignidad y, entonces, es obligación de todos asegurarle a nuestro prójimo su derecho a vivir con esta dignidad. No es caridad lo que hago (no doy lo que me sobra) sino que tengo la real obligación como ser humano de colaborar con el bien común”, explicó Ruth.

En su mayor parte, la fundación obtiene los medicamentos por donaciones de tres tipos: de laboratorios, médicos y donantes individuales (gente que deja muestras médicas o medicamentos de tratamientos que han discontinuado); los que recolecta en su campaña nacional que se realiza en junio (en la última edición, la novena, estiman que recaudaron unos 3,5 millones de pesos, no en plata sino de valorización de los medicamentos donados, casi un 60% más que la campaña anterior; esta instancia representa cerca del 50% de lo que el banco distribuye en un año); o las colaboraciones que recibe durante todo el año.

En este punto, Heymann aclaró que “la campaña anual es importante para recaudar medicamentos pero también para marcar en la agenda social este tema de la falta de accesibilidad a los medicamentos que tiene la población vulnerable. Alguien que no tiene trabajo o que es subocupado no tiene obra social y, por lo tanto, descuento en los medicamentos. Si tiene una enfermedad crónica, como la hipertensión por ejemplo, todos los meses tiene que comprar un medicamento de 100 pesos o más. En familias con problemas de vivienda o trabajo, es un costo inaccesible que genera que, muchas veces, se discontinúe el tratamiento y después el resultado sea un episodio de salud mucho más grave para la comunidad. Cuando llega al hospital a tratarse por una complicación el costo del tratamiento es mucho mayor que haberle dado el medicamento todos los meses”.

Por eso -insistió-, la campaña nos permite difundir y generar conciencia respecto a con qué poco cada uno puede ayudar. En la primera campaña le pedíamos a la gente que fuera a su botiquín y, antes que se venza el medicamento o que se olvide para qué lo dio el médico, lo done. Así empezamos y fuimos creciendo: la gente, si no tenía medicamentos, iba a pedirle al vecino. Si éste trabajaba en un laboratorio podía enviarnos muestras médicas y así es cómo fuimos creciendo. Cada uno aporta para paliar un problema social grave.

Y agregó: “Terminamos la novena campaña y cada vez nos va dejando una enorme cantidad de donantes que se convierten en habituales, y también es muy interesante el arrastre de voluntarios que se consiguen. Quienes deseen colaborar pueden ponerse en contacto con las organizaciones con las que trabajamos en Santa Fe o llamar a una línea gratuita, a través de la que recibirá orientación sobre cómo y dónde donar, o si es un pedido de medicamentos, indicarle cómo gestionarlo”.

MÁS NECESIDADES

Por último, Ruth comentó cómo es la logística de distribución de los medicamentos. “Respecto a cómo llegan a Buenos Aires, va por cuenta de cada organización que nos ayuda; cuando tenemos que mandar nosotros, también contamos con la solidaridad de muchas empresas de transporte que nos donan su servicio para llegar adonde sea necesario. Sino lo hacemos nosotros en forma directa porque trabajamos en colaboración con otras organizaciones sociales. Por ejemplo, la Fundación Alma tiene su Tren Alma que carga en Buenos Aires y así llegamos con los medicamentos a todo el país”.

Y concluyó advirtiendo que “siempre, detrás del pedido del medicamento, uno descubre que hay otras necesidades y también se puede trabajar en este sentido. Por eso, la fundación brinda orientación y contención a la gente. No nos limitamos a escuchar solamente lo que vienen a pedir porque detrás de cada familia o persona que llega pidiendo un medicamento puede haber una necesidad de una ayuda escolar o para la vivienda. Cuando la gente tiene que pedir este tipo de ayuda muchas veces se encuentra en una situación desesperante”.

+ información

Banco Comunitario de Medicamentos de la Fundación Tzedaká: 0-800-222-7338 (línea gratuita, de lunes a viernes de 9 a 18, se puede dejar un mensaje); e-mails: [email protected] o [email protected]; en Internet: www.tzedaka.org.ar.

La campaña anual es importante para recaudar medicamentos pero también para marcar en la agenda social este tema de la falta de accesibilidad a los medicamentos que tiene la población vulnerable.

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A mayor pobreza, más voluntarios

La Fundación Tzedaká fue creciendo en la medida en que creció la pobreza en nuestro país. “En 1991 trabajábamos con una población reducida y en 2002, cuando fue el pico de la crisis de 2001, fue cuando mayor cantidad de casos empiezan a aparecer. Llegamos a atender casi 20.000 personas en forma directa, con nombre y apellido, y hoy estamos asistiendo en forma directa a 11.000 personas y de manera indirecta a una población estimada de 25.000”, informó Ruth Heymann.

También contó que “el Banco Comunitario de Medicamentos es un proyecto muy grande y tiene 110 voluntarios que colaboran durante todo el año. Contamos con un proceso de clasificación de medicamentos y un sistema informático de control, además de auditorías (médicas específicas para el seguimiento de casos especiales de salud, y otra contable externa y permanente, por parte de Price Waterhouse) y seis profesionales farmacéuticos, que son responsables de la administración y distribución de los medicamentos”.

+ayuda

ROPA PARA BEBÉ

“Todo aquello que una vez tu bebé usó con tanto amor, hoy otro bebé lo está necesitando, no lo guardes, donalo”. Con esta consigna, el consejo ejecutivo del samco de San José del Rincón, junto a la Biblioteca Popular Domingo Guzmán Silva, invitan a la población a sumarse a la campaña de recolección de ropa para bebés. Será donada a las mamás que asisten a ese centro de salud y a la Maternidad del Hospital Iturraspe.

Hay tiempo de sumar la ayuda hasta el 21 de septiembre. Las donaciones se reciben, de lunes a viernes, de 9 a 12 y de 15 a 19, en la Biblioteca de Rincón, ubicada en San Martín 1401, de esa localidad.

Más por Menos

La colecta Más por Menos, que se realizará los próximos 7 y 8 de septiembre, es impulsada por la Conferencia Episcopal Argentina y organizada por la Comisión Episcopal de Ayuda a las Regiones Más Necesitadas. Se realiza en todas las misas de los segundos domingos de septiembre de cada año en todo el país. Las obras que apoya esta propuesta ayudan a paliar las dificultades de gran parte de la población del interior, especialmente aquella que se encuentra marginada en las zonas más pobres de Argentina. Por ello, es un puente de comunicación entre los que más tienen y los que tienen poco o nada. Los obispos la definen como “un espacio creado para compensar la falta de equidad social”. En la Argentina hay una profunda inequidad con muchos recursos por un lado y muchas necesidades por el otro. Esta colecta es un gesto que busca que estas dos realidades puedan encontrarse.

Para conocer otras formas de colaborar ingresar a www.colectamaspormenos.com.ar.

La Fundación Tzedaká ganó el Premio Banco Galicia-Revista Chacra a la Gestión Solidaria de la Campo 2013 en la categoría Salud por su actividad con el Banco Comunitario de Medicamentos.

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Reconocimientos

La Fundación Tzedaká ganó el Premio Banco Galicia-Revista Chacra a la Gestión Solidaria de la Campo 2013 en la categoría Salud por su actividad con el Banco Comunitario de Medicamentos.

Su directora de comunicación expresó que “es una felicidad enorme esta distinción de la revista Chacra y el Banco Galicia porque justamente pone la mirada en la zonas olvidadas, como son las zonas rurales, en donde es mucho más inaccesible el medicamento para sus habitantes, no solamente porque están lejos físicamente sino que no tienen esta capacidad de llegar a un hospital donde se lo puedan dar. El dinero nos va a permitir continuar con esta tarea emprendida, lo que nos hace muy felices”. Además, informó que “el Banco es un proyecto que ha recibido muchos reconocimientos a lo largo de su corta historia. En el plano internacional hemos sido distinguido por Naciones Unidas como una de las mejores prácticas en favor del desarrollo humano. Nos sentimos muy reconocidos, por suerte; no se anda tan en silencio”.

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