Gran figura del pugilismo argentino
Gran figura del pugilismo argentino
Lucas Matthyse, el nuevo Manny Pacquiao

Lucas Martín Matthyse, durante el diálogo exclusivo con El Litoral en Junín, antes de viajar a Estados Unidos. Foto: El Litoral
Sergio Ferrer
Lucas Martín Matthysse es campeón interino superliviano del Consejo Mundial de Boxeo y el sábado próximo tendrá la gran oportunidad de combatir con el campeón regular de dicha entidad y supercampeón AMB de ese peso (63,503 kgs), Danny García. Será en el MGM Grand de Las Vegas y como antesala del promocionado encuentro entre Floyd Mayweather Jr. y Saúl “Canelo” Álvarez. Lucas nació en Trelew, el 27 de septiembre de 1982, por lo que está a punto de cumplir 31 años. Sus padres y dos de sus hermanos son santafesinos, por lo que no está de más remarcar que corre sangre santafesina por sus venas.
Hasta hace poco sólo era “Luquitas”, el hermano menor de Walter Matthysse (alias “El Terrible”). No tenía un sobrenombre que lo distinguiera y mucho menos un “nome de guerre”, es decir un nombre de batalla con el que se lo anuncie a la hora de subir a pelear. Pero en los últimos meses todo ese “segundo plano” quedó atrás y su vida cambió.
Y cambió, fundamentalmente, porque Lucas consiguió una seguidilla de victorias expeditivas que “mete miedo”, porque fue lograda en Estados Unidos, en el más alto nivel de la competencia boxística internacional y contra boxeadores calificados como Humberto Soto (GRTD 5), Olusegun Ajose (GKO 10), Mike Dallas Jr. (GKO 1) y en especial Lamont Peterson (GKOT 3), a quien muchos consideraban, hasta ahí, el mejor de la citada categoría (también conocida como welter junior).
Cada vez mejor
Ahora, además de destacar sus condiciones de auténtico “artista del nocaut” y hacerlo merecedor de la tapa de la prestigiosa The Ring Magazine, a Lucas le adjudican un apodo que insinúa su fuerza noqueadora y estilo arrollador (“La Máquina”), a la vez que lo comparan con el del célebre peleador filipino Manny Pacquiao, esa verdadera tromba del cuadrilátero cuya luz pugilística pareciera ir apagándose de a poco, a la espera de un heredero que continúe su huella.
“Cuando terminé de pelear con Peterson, el primero que mencionó el tema fue Richard Schaefer (socio de Oscar De la Hoya en la Golden Boy Promotions); se ve que estaba muy eufórico, porque fue él quien me dijo: Tú eres el nuevo Pacquiao”, explicó Matthysse a El Litoral, que lo visitó recientemente en el gimnasio que Mario Arano -su manager- tiene instalado en Junín, provincia de Buenos Aires. “Después lo comentaron todos los medios y lo remarcó el propio De la Hoya; cosas así me ponen muy contento, porque las tomo como un halago, no como una carga o compromiso”, acotó Lucas, entusiasmado con su creciente fama.
“Sé que en Estados Unidos me está siguiendo mucha gente, pero yo tengo que trabajar como siempre, para estar preparado y así poder brindar lo mejor; debo llevar mi carrera a lo más alto posible”, añadió.
“Cada una de las peleas que hice fue importante, aunque sé que con Peterson (18/05/2013) terminé de soltarme, porque era el mejor de mi peso y con él pude mostrarme bien; cada vez que peleo gano un poco más de soltura y eso me da mucha tranquilidad arriba del ring... me da confianza, esa es la palabra justa”, agregó.
La más importante
“Desde que enfrenté a Demarcus Corley creo que vengo haciendo las cosas bien. Esa noche (21/01/2011) recuerdo haber hecho una gran pelea; a pesar de tirarlo ocho o nueve veces fue un duro rival, con el que tomé gran experiencia; él venía de complicarlo a Marcos Maidana y me resultó bastante más difícil de lo que parece”, prosiguió Lucas.
“Con Judah y Alexander también hice peleas muy buenas, pero me perjudicaron; de cualquier forma fueron peleas que me sirvieron y mucho, porque enfrentarlos no era para cualquiera”, remarcó después.
“A partir de allí entendí muchas cosas; interiormente sentía que no había perdido, pero me convencí de que debía ir más al frente, a salir a buscar el combate sin rodeos; pero ojo, yo no salgo a noquear a lo loco por eso, sino que salgo a hacer mi tarea”, añadió.
“De todas maneras, desde la pelea con Soto (23/06/2012) en adelante es como que empezaron a respetarme más y me doy cuenta de que tengo que hacer valer eso”, manifestó Lucas seguidamente. A mí me encanta boxear y quiero que eso pueda apreciarse, porque me gusta moverme, hacer pasar los golpes, contragolpear... hasta poder meter el gancho al hígado o el cross de derecha”, describió en otro pasaje de la charla.
“Me gustaría poder mostrar otras variantes de mi boxeo, porque sé que las tengo y las quiero demostrar, pero las peleas se están presentando todas así, duras desde el vamos, y las tengo que salir a buscar sin vueltas”, siguió.
“Con Danny García presiento que tendré que ir otra vez bien al frente de entrada; no importa, es la pelea más importante de mi carrera; seguramente va a existir un antes y un después de esa noche, sin dudas”, redondeó.

Aprendizaje. Matthysse considera que las injustas derrotas que sufrió contra Judah (foto) y Alexander les sirvieron para entender cómo debe tomar cada pelea en Estados Unidos. “Debo ir al frente, sí o sí, no queda otra”, sentenció. Foto: El Litoral
Contra los grandes
“No me quejo, pedí pelear con los mejores y por suerte se está dando”, resaltó Matthysse a continuación. “A García le voy a ganar, porque voy a salir con todo y porque me tengo mucha fe”, añadió.
“Observé que es un poco lento y analicé cuáles son las manos que le pueden entrar”, siguió explicando, aunque enseguida se preocupó en aclarar lo siguiente: “No soy de mirar mucho las peleas de mis rivales, porque confío en mí y sé que debo estar listo para lo que venga”.
“Se habla de peleas grandes y hasta se dice que el que salga triunfante puede enfrentar al ganador de Mayweather y Álvarez... sería fantástico y ojalá pueda darse”, acotó posteriormente.
“Pelear con Mayweather pasaría a ser una motivación personal extra; haría otras dos defensas en welter junior y luego buscaría subir a welter (66,678 kg.) para medirme con él o con cualquiera de ellos”, manifestó Lucas posteriormente, que también se imagina confrontando con otros grandes que se destacan entre las 140 y las 147 libras, como el mismísimo “Pacman” tagalo.
“Con Pacquiao me gustaría pelear, obviamente, por todo lo que significa, pero en realidad mi sueño es el de enfrentarme algún día con Juan Manuel Márquez. Ese es un terrible boxeador y el que más me gusta. No me importaría ligar un montón de piñas... sólo me encantaría estar arriba de un ring con él”, enfatizó Lucas para terminar.
Desde el 24 de agosto ultimó su preparación en Indio (California), junto a Luis “Cuty” Barrera y Darío “Colo” Fernández, sus entrenadores.
Su historia con “El Chino”
En el campo amateur pelearon 4 veces, con saldo de 3 a 0 a favor de Maidana y 1 empate en el pleito restante. Las dos primeras peleas fueron en el Cedem Nº 2 de Caseros y las otras en el microestadio de la FAB (ciudad de Buenos Aires). Ésta fue la progresión: el 2 de noviembre de 2002, Maidana GP 4; el 11 de enero de 2003, EMP 4; el 16 de noviembre de 2003 y el 29 de marzo de 2004, Maidana GP 4 (el cuarto choque fue a puertas cerradas y con carácter eliminatorio, para saber quién de ellos iba al último de los torneos preolímpicos que hubo ese año).
Respecto a estos duelos y pensando a futuro, Lucas señaló: “Yo nunca tomé nuestras peleas como una rivalidad, porque éramos compañeros de habitación en la concentración del Cenard y entrenábamos juntos todos los días. Hasta íbamos a nuestras peleas juntos. Eso sí: cuando peleábamos nos matábamos a piñas, pero después volvíamos juntos otras vez. Subíamos al ring y por un rato nos olvidábamos de que éramos amigos, pero luego todo seguía igual”, continuó recordando.
“Se habla desde hace mucho tiempo de hacernos pelear e incluso quieren hacerla en Estados Unidos; cuando yo suba a welter seguramente me van a ofrecer pelear con él y muy probablemente lo haga”, subrayó Lucas sobre un hipotético quinto enfrentamiento con Marcos (ahora en el boxeo de paga).
“Él está haciendo una muy buena carrera y se está metiendo entre los mejores. A mí me pasa algo parecido y por eso me gustaría pelearlo. ¿Por qué no hacerlo? Esto es un deporte y cada uno tiene que estar dispuesto a demostrar lo mejor que tiene. Después saldremos abrazados como siempre, como amigos”, redondeó.
El dato
Efemérides

Preparación. Antes de viajar a completar su puesta a punto en Estados Unidos, Lucas realizó dos meses de entrenamiento en la localidad bonaerense. Uno de sus compañeros de guanteo fue el duro peso welter rosarino Sebastián Luján (de espaldas). Foto: El Litoral
"Jamás me hubiera imaginado pelear contra Floyd Mayweather. Nunca lo había pensado, pero puede llegar a darse. Es algo realmente muy motivador, tanto para mí como para todo mi equipo, incluso para los chicos que siempre me ayudan con el entrenamiento. Muchas veces me sorprenden las cosas de las que se hablan y las peleas que podrían darse”.
Lucas Martín Matthysse, boxeador argentino

Sus mejores armas. Luis “Cuty” Barrera, entrenador de Lucas Matthysse, venda cuidadosamente las manos del pegador sureño, actual campeón interino superliviano del CMB. Su porcentaje de nocáuts y efectividad es altísimo: 86,49 por ciento. Foto: El Litoral
Lo importante
Antecedentes