Se realizó en el marco de la Fiesta Patronal de Esperanza

Coronación pontificia a la imagen de la Virgen Niña

Un hecho histórico para los esperancinos. Los fieles participaron con mucha alegría y vocación de fe de esta fiesta que, año tras año, genera una mayor convocatoria.

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Los esperancinos se congregaron alrededor de la imagen de la Virgen Niña y participaron de esta importante celebración. Foto: Corresponsalía Esperanza

 

Corresponsalía Esperanza

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El domingo 8 de septiembre, Día de la Fiesta Patronal de Esperanza, en el marco del Año de la Fe, la ciudad y su basílica fueron testigos de dos hechos que quedarán en su historia: la emocionada conmemoración de los 150 años de patronazgo de la Virgen Niña y la coronación pontificia de su histórica y hermosa imagen. Ella, con su presencia silenciosa y permanente y su tierna y maternal mirada ha sido el refugio de tantos esperancinos en las dificultades y la causa de alegría por las gracias de Dios, concedidas por su intercesión.

Hasta ese día privilegiado de su fiesta, durante la novena de misas a la Ssma. Virgen María en su Natividad, con memoria agradecida y gratitud comprometedora, los fieles reflexionaron sobre el contenido de la fe católica, resumida en el Credo, a fin de vivir mejor como hijos de Dios y, de esa forma, también homenajearon a las familias fundadoras que, desde sus países de origen, trajeron esa fe, fomentada y formada lúcidamente por los sacerdotes franciscanos, jesuitas y verbitas con gran esfuerzo y dedicación en su tarea pastoral.

Recibiendo este sólido legado, desde diciembre de 1989, los sacerdotes diocesanos, agradecidos a quienes los precedieron, continuaron acompañando a la comunidad de fieles en la confesión, transmisión y vivencia de la fe católica, con el firme propósito de ser, todos, discípulos y misioneros de Jesucristo, para que en Él nuestros pueblos tengan vida.

La coronación canónica es una ceremonia a través de la cual la Santa Sede concede la autorización para imponer solemnemente una corona a determinadas imágenes de la Santísima Virgen María, como reconocimiento a su nobleza, soberanía y dignidad de Madre de Dios y Madre nuestra y mediadora de las gracias de su Hijo Jesús. El origen de esta ceremonia se encuentra en el fraile capuchino Fray Jerónimo Paolucci, quien vivió en el siglo XVI y durante su vida se dedicó a realizar su labor pastoral por distintos lugares de Italia, dando término a su predicación con la imposición de una corona a las distintas advocaciones marianas con mayor veneración en los lugares de misión.

Para que una imagen pueda ser coronada debe reunir los siguientes requisitos: antigüedad documentada de la devoción desde sus inicios hasta su estado actual; antigüedad de la imagen no menor de 50 años; incluye además que posea valor artístico y su historia se encuentre debidamente documentada; y rápida irradiación de culto: probada concesión de favores por devoción a esa imagen.

La celebración

La conmemoración de los 150 años de la Declaración de la Santísima Virgen en su Natividad como Patrona de Esperanza y la coronación de la imagen que preside su basílica se inició el domingo 8 a las 9.15 con el repique de campanas y el rezo del Ángelus y del Rosario Comunitario en la sede parroquial. La mañana culminó con la celebración ecuménica, a las 10, en la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, donde participaron el anfitrión pastor Jorge Buschiazzo, el P. Luis Brizzio, párroco de la basílica Natividad de la Santísima Virgen y el P. Alejandro Saba de la Iglesia Ortodoxa San Jorge. En la ocasión, se reflexionó sobre la fe como don de Dios, testimoniado por las familias fundadoras y se oró por la paz en Siria.

Por la tarde, a las 16.30, monseñor José María Arancedo presidió la procesión y misa, en la que realizó la coronación pontificia de la imagen patronal de la Virgen Niña. Al finalizar, el arzobispo aprovechó para comentar que el monseñor Moisés Julio Blanchoud (esperancino) no pudo asistir como era su deseo y decidió donar a la Virgen su anillo episcopal y su pectoral. A la vez, en nombre de la gratitud de la comunidad, entregó el libro sobre la basílica a la Orden Franciscana en Santa Fe, bajo cuya atención pastoral la Ssma. Virgen María en su Natividad fue designada patrona nuestra, fue construida la primera iglesia, después de la casa de adobe inicial destinada al culto y fue celebrada la 1a. Fiesta Patronal.

El dato

Decreto

  • La traducción del original en latín expresa que “a pedido del excelentísimo y reverendísimo José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, en carta fechada el 7 de diciembre de 2012, con el poder con que ha facultado el Sumo Pontífice Benedicto XVI a esta Congregación, con gusto concedemos que la agraciada imagen de Santa María Virgen, que bajo el título de Virgen Niña es piadosamente venerada en Esperanza, pueda ser coronada con diadema preciosa en nombre y con la autoridad del mismo Sumo Pontífice. Sin que haya nada que obste en contrario. En la sede de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el día 22 de febrero de 2013”.