Viento norte

Pequeños productores excluidos de la norma que frena los desalojos se manifestaron frente a la casa Gris. Además, CARSFE reclamó que se homologue a nivel nacional la emergencia agropecuaria por la falta de lluvias.

Federico Aguer

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Dice la historia que la primer novela del sanjavierno Alcides Greca relata con este nombre, los pormenores del último levantamiento de los indios mocovíes a comienzos del siglo XX. Ante un esquema político y económico que sólo les prometía la aniquilación, deciden tomar las armas y sublevarse. No fue un malón en el sentido estricto de la palabra, sino más bien un acto de rebeldía, una reivindicación impotente del orgulloso legado mocoví.

Esta semana, un grupo de productores del norte santafesino se manifestaron frente la casa gris, donde están acampando desde hace días en reclamo de una solución al problema que los margina de los beneficios de la Ley 13.334 que prohibe los desalojos rurales en la provincia. Saben que si bien la declaración de emergencia los beneficia, el decreto de reglamentación los excluye, sobre todos a las 500 familias que ya fueron desalojadas. Pretenden quedar comprendidas dentro del programa de regularización dominial. Además, las organizaciones de base de campesinos el norte argumentan que nunca fueron convocados para expresar su opinión. En la semana prometieron recibirlos.Mientras tanto, la carpa sigue.

Por otro lado, CARSFE reclamó al gobierno nacional que reconozca y homologue la declaración de la situación de emergencia y/o desastre agropecuario a las explotaciones agropecuarias afectadas por una prolongada sequía e intensas heladas en el norte, tal como ya lo hiciera el gobierno provincial.

“El pedido no es casual, oportunista o caprichoso: el norte del territorio provincial viene arrastrando una situación de sequía desde hace años y el gobierno nacional viene desoyendo o ignorando los sucesivos pedidos de emergencia desde 2008. En esos cinco años, el productor debió enfrentar las adversas situaciones climáticas sin ningún auxilio del gobierno nacional”, sostiene el parte de prensa.

Muchas cosas cambiaron, otras no. El viento norte sigue soplando, caliente y polvoriento, arrastrando las injusticias en el tiempo.