Crisis hídrica
Crisis hídrica
El agua se puede manejar
Ante las diversas situaciones climáticas que afectan el desenvolvimiento de las actividades agropecuarias en gran parte de la provincia, los técnicos del INTA deslizan algunas claves para pensar el agua desde una perspectiva superadora.

Recurso clave. Algunas sugerencias de manejo permitirán hacer más eficiente su uso, sobre todo en momentos de seca.
Fotos: gentileza
Ing. Mario Basán Nickisch
Con crisis hídrica nos referimos no solamente a momentos de déficit, por ejemplo sequía, sino también a momentos de excesos. “Lo que sucede actualmente no es una anomalía hidrológica sino forma parte de los ciclos hidrológicos naturales de estas regiones, que se componen de períodos hidrológicos secos, medios y húmedos”, sostiene el especialista.
Aclarando que la variable precipitación tiene también una componente aleatoria que se manifiesta cuando al estar por ejemplo en un período seco, se puede dar un año con precipitaciones mayores al promedio histórico.
Siempre tener en cuenta que cuando se utilicen fuentes de agua compartidas o comunitarias (agua de lluvia, agua superficial y/o subterránea) a través de ríos, canales, perforaciones, pozos calzados, represas, aljibes, se debe respetar la priorización existente: agua para consumo humano, abrevado animal, riego, en ese orden.
En el caso de ríos interprovinciales se deben dejar escurrir los cupos establecidos por Convenios o Tratados, además del caudal ecológico, que es aquel escurrimiento mínimo que permite preservar la vida del entorno acuático que se da en este tipo de ambientes.
Calidad y cantidad
En cuánto a las represas siempre es conveniente que sean profundas, para así minimizar las pérdidas por evaporación y deben tener una buena compactación del fondo y taludes con mínimas pérdidas por infiltración. Si esto no es posible habrá que impermeabilizarlas con algún material natural o artificial: bentonita sódica, silobolsas, geomembranas, o combinación de alguna de ellas, son alternativas válidas y económicamente sustentables.
Ante las emergencias hídricas es muy común que los recursos económicos que se dispongan para efectuar búsqueda de agua subterránea no se utilicen de manera eficiente por la premura del caso.
Siempre es recomendable realizar estudios de agua subterránea en base a prospección geoeléctrica para ubicar los lugares de manera racional y científica donde se encuentre el agua de mejor calidad para optimizar los recursos económicos ante la crisis.
Cuando los montos de precipitación anuales son menores a los promedios históricos, y si se da una secuencia de estos años (períodos hidrológicos secos, que es común que esto suceda en la naturaleza en determinados años y cíclicamente) indefectiblemente los acuíferos, en especial el libre, van a sufrir variaciones del Nivel Estático (el agua se encontrará a mayor profundidad de la superficie) y posiblemente la calidad del agua químicamente sea menor.
Eso afecta el consumo directo de esta fuente de agua y también a los mecanismos de bombeo. En lo posible se debe tratar de no profundizar los pozos calzados ni las perforaciones, ya que esto provoca el riesgo de contacto con agua de mala calidad, con la consiguiente intrusión salina y de muy difícil recuperación a mediano y largo plazo. Ante esa situación se sugiere barrenar los pozos calzados horizontalmente, para aprovechar con mayor eficiencia el agua dulce en base a la dirección de las vertientes con agua de buena calidad, logrando un mayor área de influencia de extracción de agua de buena a regular calidad y la posibilidad de mejor recuperación del acuífero como respuesta ante la extracción de agua periódica de los mecanismos de bombeo.
Situación hídrica n orte santafesino
Siempre es conveniente utilizar el método de mezcla de aguas con distinto tenor salino, aprovechando también aquellas con alta salinidad, disminuyendo la concentración con fuentes de agua de mejor calidad, para maximizar el volumen de agua disponible. Esto cobra aún mayor vigencia en estos períodos críticos, donde se puede llevar la calidad del agua a valores límites (7 a 8 gr./ltr), siempre dependiendo del tipo de sales de las fuentes de agua que se mezcle y del grado de acostumbramiento de los animales a consumir fuentes de agua saladas y/o amargas.
Para ello se deben realizar análisis químicos de estas fuentes de agua y pedir asesoramiento de cómo manejarlas.
Es muy común en nuestras regiones que el agua dulce se encuentre sobre el agua salada, producto de su menor peso específico. Son los denominados bolsones de agua dulce. Aquí cobra mayor vigencia la posibilidad de realizar pozos calzados con un diámetro adecuado para utilizar mecanismos de extracción de agua superficial (chupones flotantes), minimizando los riesgos de succionar agua salada a mayor profundidad y aprovechando de esta manera la mejor calidad posible del agua subterránea.

Manejo. Para el Ing. Mario Basán Nickisch, algunas herramientas sencillas permiten optimizar el manejo del recurso.
El dato
Mantenimiento, la clave
En lugares estratégicos y de alto impacto ver la posibilidad de llevar a cabo canales y/o acueductos para salir de la emergencia en el tema abrevado animal y riego, involucrando también a los productores, siempre bajo la premisa de llevar a cabo obras no de manera transitoria, sino como una primera etapa, para que sea posible luego complementarlas y eficientizarlas en el tiempo. Hacer el mantenimiento periódico adecuado a los aljibes y cualquier otro mecanismo de almacenamiento destinado a consumo humano: limpieza de techos, canaletas, prefiltros, filtros y el cuenco mismo, para que se encuentren convenientemente preparados para las próximas lluvias.
Compromiso conjunto
En cuanto a las aguas superficiales es conveniente eficientizar las tomas directas existentes de los canales estratégicos de la provincia y aprovechar estas situaciones de crisis para motivar a realizar estudios a nivel de Proyectos Ejecutivos de mecanismos con mayor garantía de extracción: azudes y desarenadores con tomas que garanticen la extracción de agua tanto en estiaje como en crecidas, siempre con las debidas autorizaciones de los Ministerios de competencia hídrica. Reforzar el involucramiento de las Asociaciones de Productores en este aspecto y estudiar aquellos casos donde sea necesario impermeabilizar los mismos en sectores críticos con problemas, o parcialmente entubados, cuando se presenten dificultades estructurales del terreno.