Una red social de arte hecha por santafesinos
Una ventana a artistas de toda Latinoamérica y sus creaciones. Una red social de arte. Eso es Cultouch, la página web que crearon Pablo Bande y Luis Ignacio Kaplan y que propone un encuentro entre creadores y usuarios.
TEXTOS. FLORENCIA ARRI. FOTOS. GENTILEZA CULTOUCH.

Pablo Bande y Luis Ignacio Kaplan, los creadores de Cultouch.
Un espacio cultural en la web con formato de red social. Una ventana virtual donde seguir a las personas y enterarte de sus creaciones. Así es Cultouch, la red social de arte que nació en Santa Fe, ideada por Luis Ignacio Kaplan y Pablo Bande.
Todo indica que la idea fue de Pablo. Vive en barrio Escalante, estudia Psicología en la Universidad Nacional de Rosario y desde hace tiempo se aventura en las letras. Le debe las raíces literarias a su abuelo, el recordado escritor Manuel Bande, su primer incentivo, lector y crítico agudo. A la idea, se la atribuye al grupo de amigos con el que intercambia escritos, canciones, poesías y hasta ensayos de física moderna. “Por ahí alguien estaba con las luces encendidas y quería mostrarle al resto a ver qué opinaba, saber si lo suyo era bueno o no”. Ése fue el leiv motive del que nació www.Cultouch.com
Cerveza de por medio, contó al grupo qué bueno estaría crear una red social donde cualquiera pudiera subir y compartir sus creaciones artísticas o científicas sin miedo al pudor y a la crítica despiadada. Un entramado on line donde se pudiera chatear con el autor, conocer sus obras y, si se quiere, comprarla. Pablo pensó “un espacio chiquito, donde uno no tuviera la necesidad de avisarle a sus amigos lo que hizo cada uno, a salir del aprieto de pedir opinión a los conocidos y el consecuente compromiso”. Pensó en “un espacio similar a una red social donde pudiéramos enterarnos de novedades y creaciones, con la libertad de opinar o marcar una pauta sobre el valor que puede tener cada obra”. En suma, una ventana que fuera un puente entre artistas, científicos o “todo tipo de personas con inquietudes artísticas. Y todo, gratis”, explica Pablo Bande.
Para hacerlo real, Pablo sumó a Luis Ignacio Kaplan. Se conocióeron de chicos en la escuelita de fútbol y quedaron amigos para siempre.
Luis nació en Santa Fe, donde conoció a sus amigos de toda la vida. Vive en Córdoba desde los 16. Cuando tenía su título de Técnico en Telecomunicaciones y un trabajo en el negocio de electrónica de su papá, Pablo le propuso “el desafío que necesitaba” para animar sus días. Lo cuenta él mismo, del otro lado de la pantalla y mediante Skype, la interfaz en que la dupla se encuentra para idear, discutir y acordar los avances de Cultouch. Porque interfaz, red, viralidad y contenidos colaborativos fueron conceptos que llegaron a sus vidas para quedarse.
PROCESO CREATIVO
Esta red social cultural es fruto de un proceso de producción que llevó 2 años. El primero fue de puro estudio. Pablo Bande le robó tiempo a su carrera de Psicología para estudiar derecho internacional y de autor. El desafío era encontrar la manera “para que las producciones creativas de las personas tuvieran la protección legal necesaria. Para poder compartirlas en forma libre, sin temor a copia, a la imitación, que suele restringir el deseo de exhibir creaciones”, explicaron Luis y Pablo. El resultado es claro: la Licencia Creative Commons que protege el derecho de autor. Así detalló Pablo Bande, y así se explica en el video presentación de Cultouch.
El siguiente paso fue buscar profesionales que supieran cómo plasmar el aluvión de ideas de Luis y Pablo, porque “no iba a ser posible desde el aporte profesional de amigos”. Contrataron programadores (Kltap Develpment, con experiencia en el desarrollo de redes sociales). Invirtieron tiempo y ahorros -propios y prestados- para crearlo. El resultado es “una red social donde encontrar artistas o autores originales de las disciplinas que te gustan”.
“Hay todo un espectro de gente que, sin pertenecer al ámbito estrictamente científico, se interesan por la ciencia, les gusta escribir de eso. Hay personas que no son esencialmente artistas pero les gusta el arte y producirlo”, expresaron los amigos. A ellos está dirigido Cultouch, este “toque de cultura” donde, “a través del contacto, la gente les puede decir por qué es interesante su trabajo. El intercambio es el puntapié inicial para que las personas con voluntades artísticas y científicas encuentren un incentivo y reciban su aporte”.
VENTANAS AL ARTE
Tras dos años de reuniones por Sype, viajes entre Santa Fe y Córdoba, la página tuvo su lanzamiento. Para que tuviese vida, Pablo y Luis buscaron en redes sociales a sus amigos “con voluntad creativa”. Entre esos primeros usuarios de Cultouch había licenciados en letras, filósofos y algunos becarios del Conicet, pero también “toda gente amiga, conocida”.
El paso definitivo fue cuando esta red de arte se presentó en la madre de todas las redes sociales: Facebook. La página (‘Fan page’) de Cultouch catapultó la cantidad de usuarios de 30 a 330 en el primer mes y medio. Con esta difusión “la cantidad de usuarios y de visitas se incrementó en un 600%”, explicó Pablo.
Esto animó a la dupla a dar un paso más: mediante Google Analytics -un servicio gratuito de estadísticas de sitios web-, los creadores de Cultouch agrandaron sus ojos con asombro al ver que la página tenía usuarios y visitas de personas en Chile, Uruguay, México, El Salvador y otros países de Centroamérica.
Esto fue posible, también, a otras ‘ventanas’ que acercan a Cultouch de diferentes modos -Twitter, Facebook, blogspot entre otros-. En todas, se autodefine como “un soporte virtual de obras artísticas y científicas originales”.
Con este alcance, Pablo y Luis se sienten “un poco” realizados. “Al releer los borradores que hicimos cuando pensamos Cultouch vemos muchísimas ideas que esperamos concretar a futuro; 1200 ideas que queremos realizar y que todavía no podemos por cuestiones financieras”, contó Luis. El sueño mayor es poder concretar “trabajos en conjunto, en forma colaborativa, por medio de la página. La idea es similar a los que se puede hacer en el Google Docs, que alguien en Jujuy se ponga a tocar la guitarra y otra persona lo cante en Alemania o Santa Fe”. En resumidas cuentas que, más allá de lo que propone Cultouch, “que los usuarios se apropien de la página y desarollen ideas para completar o corregir”, arte colaborativo.






