Asalto en la madrugada
Asalto en la madrugada
Mujeres balearon a un taxista y luego trataron de ejecutarlo
El chofer tiene 40 años, está casado y tiene dos pequeños hijos. Terminó internado en el Cullen, donde los médicos intentan localizar un proyectil que ingresó por su hombro derecho y quedó alojado en alguna parte de su cuerpo.

Alejandra contó esta mañana, en la Guardia del Hospital Cullen, cómo una de las ladronas apuntó con un arma de fuego a la cabeza de su marido -ya herido- y gatilló tres veces. Afortunadamente, ninguna bala salió. Foto: Mauricio Garín
Joaquín Fidalgo
Dos mujeres asaltaron esta madrugada a un taxista en las calles de nuestra ciudad. Las ladronas actuaron de manera salvaje, dispararon contra su víctima y hasta intentaron ejecutarlo de un disparo en la cabeza.
Claudio Cardozo tiene 40 años, está casado con Alejandra desde hace ocho y juntos tienen dos pequeños hijos, una niña de 13 años y un nene de 6. Ayer, como habitualmente, este hombre se despidió de la familia y salió de su hogar en Santo Tomé para cumplir con su trabajo. Le tocaba cubrir el turno tarde-noche.
Ya había sido blanco de varios robos en tantos años que lleva como chofer de remís, primero, y de taxi después, pero seguramente nunca imaginó el infierno que se iba a desencadenar unas horas después, cerca de las 3.30 de hoy.
Cardozo pasaba con su taxi por avenida General López y al llegar a calle Dr. Zavalla le salieron al cruce dos mujeres, una de aproximadamente 45 años y otra de 35, quienes le hicieron señas para que se detenga.
El chofer frenó y cargó a las pasajeras. Ellas dijeron que tenían a barrio Yapeyú como destino. El hombre les explicó que, por razones de seguridad, no podía llegar hasta allí, pero se ofreció a dejarlas en las cercanías. Ellas aceptaron y el viaje comenzó.
Cuando el taxista paró en la esquina de Hugo Wast y La Fe, las mujeres desenfundaron sendas armas de fuego y revelaron sus verdaderas intenciones.
Sin resistencia
Ya veterano en cuestiones de robos, Cardozo les entregó su celular y la billetera sin ofrecer resistencia, pero esto no fue suficiente para las ladronas, que querían más y se tornaron violentas. Trataron de arrancar la ticketera, pero fracasaron. La mayor de ellas se enojó y disparó en el hombro derecho al indefenso chofer.
Lejos de dar por concluida la cuestión, esta delincuente siguió exigiendo a la víctima que le entregara más efectivo. Pero no había más. Entonces, apoyó el caño de su revólver en la cabeza del taxista, cerca de la oreja, y gatilló en tres oportunidades. Afortunadamente, el arma ya no tenía municiones o el mecanismo falló. Lo cierto es que ningún proyectil salió.
Luego, las asaltantes tomaron las llaves del auto y huyeron a paso veloz. Cardozo solicitó ayuda a la base de comunicaciones y rápidamente la escena se llenó de policías. Una ambulancia trasladó al herido hasta el Hospital Cullen, donde este mediodía permanecía internado, consciente y estable. Los médicos de ese centro de salud trataban este mediodía de encontrar el plomo que ingresó por su hombro derecho, pero no salió. Durante la mañana, dos placas radiográficas no habían podido revelar la ubicación de la bala. Luego, se iba a determinar si era necesaria la intervención quirúrgica. Aparentemente, su vida no correría peligro.