La pasión de crear belleza

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Pablo Ramírez es un consagrado diseñador de moda oriundo de Navarro (Buenos Aires), quien mejor representa la argentinidad, según la autora. Es el creativo que vistió a las actrices más chic del país -como a Dolores Fonzi, para los Premios Oscar de este año- e incursionó en otros ámbitos como la ópera y el ballet.

TEXTOS. GEORGINA LACUBE. FOTOS. GENTILEZA PABLO RAMÍREZ.

 

Aun si se tratara de una adivinanza sería fácil dar con la respuesta. O acaso qué otro diseñador de moda argentino acentúa la silueta como él, con aires de aristocrática elegancia mediante el uso del negro (su no-color emblema), el blanco y, eventualmente, el natural y el colorado.

El rigor de las líneas y los cortes netos definen su estilo, depurado, súper femenino y sin fecha de vencimiento. Y sí, nos referimos a Pablo Ramírez (41), consagrado creativo oriundo de Navarro (Buenos Aires), quien mejor representa la argentinidad, al igual que al porteño barrio de San Telmo, donde se ubica su tienda (Perú 587), la misma que ha dado cobijo a Tango, Poesía, Patria, Pueblo, Snob, Fiesta y Bodas, algunas de sus más celebradas colecciones inspiradas en el baile porteño, los inmigrantes, las señoras de la alta sociedad, los caudillos, Manuel Puig, las tertulias...

Allí, entre percheros donde cuelga un compendio de clásicos para hombre y mujer confeccionados en materiales nobles como algodones, lanas y sedas puras, gabardinas y poplines, hablamos sobre sus colaboraciones para otras marcas, la moda y las argentinas, vestir a las actrices más chic del país y sus incursiones en otros ámbitos como la ópera y el ballet. Pasen y lean.

Echemos un vistazo retrospectivo de tus inicios en el oficio. “Mi aproximación a la moda tiene que ver con el dibujo, que ejercité desde muy chico, incluso en el taller mecánico de mi padre. Cuando terminé el secundario me anoté en la carrera de Diseño de Indumentaria y Textil de la UBA, que justo se abría. Tras ganar un concurso (Tela y Talento) en 1994, me mudé a París para trabajar en el estudio Mission Imposible de París. Al año siguiente regresé al país y trabajé en marcas como Alpargatas, Via Vai, Gloria Vanderbilt, Sol Porteño y Adriana Constantini. Hasta que en 2000, impulsado por la productora de moda Dolores Navarro Ocampo, presenté oficialmente mi firma en el Buenos Aires Fashion Week”.

- ¿En qué te inspiras a la hora de diseñar?

- Mi trabajo es absolutamente autobiográfico. Me baso en las cosas que he experimentado a lo largo de mi vida: el estilo de vida austero de mis padres, el cine, la literatura, la música, el arte en general y la educación religiosa que recibí. Fui alumno pupilo en un colegio católico (en los Maristas de Luján), y creo que el aspecto estricto que tienen mis vestidos negros (clásicos, atemporales) y mis camisas blancas (cuellos prominentes, mangas relevantes, moños, tablas, plisados y alforzas) tiene que ver con eso.

- ¿Cómo definirías tu estilo?

- Estoy convencido de que mi misión en la moda es recuperar la elegancia, sus códigos y valores, esos que, lamentablemente, están siendo aniquilados por la comodidad. Creo que la zapatilla y el jean le están ganando la batalla a la falda, los tacos, el make-up, etcétera. Mi sello es la elegancia, el rigor y la austeridad.

- ¿Cómo son las argentinas con la ropa?

- Si bien no me gusta generalizar puedo decir que se visten más para los demás que para sí mismas, priorizan la comodidad y siguen mucho la moda. Les cuesta mucho construir un estilo propio. Por eso, cuando empecé, me propuse crear una identidad de marca de tal manera que cualquiera pueda reconocer mis prendas. Hoy son muy pocas las firmas que se juegan en este sentido, noto que todas hacen lo mismo porque el foco está puesto en vender.

- ¿Y tus clientas?

- Son hombres y mujeres profesionales y de todas las edades que saben que acá van a conseguir una buena prenda negra que les va a durar por años. Me ha pasado de gente que asociaba mi trabajo con algo para una fiesta o una gala y después descubren que hay ítems que exceden esos ámbitos, como una camisa básica o una t-shirt ultra combinable. Por supuesto, también hago vestidos de novia, madrinas y 15 a pedido. Pero son trabajos muy personalizados en los que no impongo nada, sino que me coloco al servicio de esa persona que quiere algo determinado.

- ¿Cómo fue vestir este año (en febrero) a Dolores Fonzi para los Oscar?

- Fue muy halagador y un orgullo muy grande, sobre todo porque ella tiene la posibilidad de vestirse con una marca internacional y no lo hizo. Fue fácil vestirla porque es divina, glamorosa y muy divertida. Además asistía como acompañante de su marido (el actor mexicano Gael García Bernal) y estaba claro que no tenía que tener un rol protagónico pero sí estar a la altura de las circunstancias. Lució un vestido de crêpe de seda negro que elaboré en una semana. Con ella, es la segunda vez que un diseño mío estuvo en los Oscar, ya que el año pasado ocurrió lo mismo con Vanessa Ragone, una de las productoras del film argentino “El secreto de sus ojos”, quien subió a recibir la estatuilla ataviada con un vestido y una chaqueta de mi factoría.

- Otro hito del año fue tu colección cápsula para Muaa (marca masiva para teens).

- Fue una experiencia estimulante que implicó el desarrollo de la colección, la campaña gráfica, el diseño de los folletos y hasta el armado de las vidrieras. Como estoy acostumbrado a trabajar en otros ámbitos (hace vestuario para ópera y ballet, y hasta le tocó hacer uniformes para Aerolíneas Argentinas) no me resultó difícil.

- ¿Es difícil hacer alta costura en Argentina?

- Antes que nada debo aclarar que en el país no existe la alta costura como tal. Esto es, como denominación de origen al igual que el champagne que es una marca registrada. La alta costura sólo se puede hacer en París bajo ciertos protocolos y códigos, con ciertos géneros y mano de obra especializada. Todo lo demás es puro “espumante”. Y eso se hace acá, más bien ropa a medida. Hoy está difícil hacer moda en general, en especial, por la falta de insumos y de una industria en la cual apoyarse. Aunque tengo una proyección internacional, es muy difícil generar negocios por estas cuestiones. En cuanto a mi trabajo, diría que es un demi-couture ya que ni siquiera llega a ser un prêt-à-porter porque no hago grandes volúmenes de prendas.

- ¿Qué prendas no pueden faltar en el placard?

- Más que una prenda lo que no puede faltar es un espejo para aprender a identificar qué cosas nos quedan bien y cuáles no, qué cortes nos favorecen y para aceptar la edad que se tenga. No hay cosa más fea que intentar querer ser otro y no asumir el paso del tiempo. Una máxima que siempre predico es “menos es más”.

- ¿La belleza es sólo interior?

- Para nada. La belleza es una construcción que, más allá de los atributos naturales, viene acompañada de los modales, la educación, la forma en que nos movemos... Por citar un caso, hace poco me tocó vestir a la actriz española Rossy de Palma para la campaña de las perfumerías Rouge. Pensando en esto de los cánones de belleza, su no-perfección la hace un ser especial, bello por donde se la mire. Tiene una piel impecable, un ojo de cada color y forma, pero también es dueña de una gracia, un humor y una inteligencia que la hacen única y hermosa, con una armonía total que completa su profesión.

- ¿Qué hacés cuando no diseñás?

- Amo mi trabajo; por eso estoy siempre haciendo algo ligado al diseño. Pero obvio que miro la tele, voy al cine... Ahora estoy enganchado con la novela de Nati Oreiro: “Solamente vos” (El Trece).

HITOS DE UN GENIO

En BAFWeek, Isabella Blow quedó asombrada con su estilo, al igual que Stephen Gan y Scott Schuman, que en Fashion Edition BA 10 lo eligió para la Mercedes-Benz Fashion Week de Estocolmo.

Anteriormente, en 2009, lo hizo en la de Berlín, reclutado por Gan. Es ganador de 4 Tijeras de Plata CAAM (la última, en noviembre 2010). Figura en Sample 100 Fashion Designers y Fashion Illustration by Fashion Designers.

Desfiló en Madrid y Medellín y, en 2010, en NYFW, con sus diseños y una mini colección para La Dolfina. Memorable el tapado tipo Principito que lució Gustavo Ceratti para 11 Episodios Sinfónicos en el Teatro Colón, el mismo lugar que eligió para mostrar, en 2012, su colección inspirada en Carmen.

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PING-PONG

- Vacaciones: ¿playa o montaña?

- Ciudad. Amo París, Londres, Madrid y Nueva York.

- Mac o Pc.

- Mac, sin duda. Y Iphone.

- Un libro.

- “Cae la noche tropical”, de Manuel Puig.

- Una película.

- “Con ánimo de amar”, de Wong Kar Wai.

- Redes sociales favoritas.

- Facebook, Twitter e Instagram.

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