Una revista para homenajear a los antepasados olvidados

Un santafesino descendiente de inmigrantes italianos decidió publicar una revista para destacar la valentía de aquellos que dejaron su tierra y, quizás, nunca más volvieron. En la primera edición contó la historia de su familia, los Tosi.

TEXTOS. REVISTA NOSOTROS.

 

Roberto Tosi se puso en contacto con De Raíces y Abuelos para contar su historia personal, de desinformación sobre sus antepasados, pero que él pudo empezar a reconstruir por su espíritu inquieto.

“Me enteré por ahí que soy descendiente de italianos y empecé a investigar. Descubrí dónde habían nacido mis antepasados y me mandaron el acta de nacimiento de mis nonos. Me conmovió la historia de esta gente, que vino y no volvió más. Le pregunté a un tío dónde estaba mi abuelo enterrado y me dijo que en una fosa común. Era una familia grande y nadie quería pagar el cementerio. No podía entender esto; yo quería llevarle una flor a mi abuelo y pensaba que alguien tenía que saber que él había estado acá”, contó con sinceridad y preocupación.

Por este motivo, decidió ir más allá: hacer una revista sobre inmigrantes, que se llama “Emigrazione, un canal de vivencias”, adonde pudiera contar la suya y otras historias de aquellos desterrados que -en muchos casos- no tuvieron la posibilidad de volver a encontrarse con sus seres queridos.

“Gracias a que leo la sección de la revista Nosotros De Raíces y Abuelos, se me ocurrió hacer una revista para contar la historia de mi abuelo. Y la hice y en 2007 fue declarada de Interés Cultural en la provincia. Lo hice como un desafío porque pensaba que en Italia tenían que saber qué es lo que él hizo acá antes de morir. Publiqué dos números de la revista con los datos que había juntado: una con la historia de mi familia y otra sobre los alemanas del Volga, que también hay muchos acá. Para esto viajé al Chaco, en la ciudad de Castelli, donde tenía contactos. La publicación también fue declarada de interés por el gobierno del Chaco”, relató con orgullo.

TODO A PULMÓN

Posteriormente, se puso en contacto para dar a conocer esta iniciativa, ya que “leí que De Raíces y Abuelos convocaba a gente que tuviera historias para contar y se me ocurrió que podría interesar la mía”.

Sobre su publicación también contó que “la revista la hice en 2007 solo, sin apoyo de una estructura. Mi nuera y mi hijo estudian Comunicación Social y me ayudaron a armarla; yo escribí los artículos. Incluí notas sobre lo que significa la inmigración, la ocupación del territorio, una cuestión política en la que se enganchó mi bisabuelo. Vivía en Parma, al lado del río Po, y hasta ahí llegó esa información. El tipo se enganchó y vino para acá. Y no volvieron a su tierra ni mi bisabuelo ni mi abuelo. Afortunadamente, gestioné la ciudadanía y, de alguna manera, estoy volviendo. Hice la revista en homenaje a ellos”.

Por último, Roberto Tosi advirtió que “no cobré nada por la revista, por el contrario, las regalé. Me dolió tanto no tener un lugar donde llevarle a mi abuelo unas flores... Me parece algo absurdo. No le debo la vida a él pero creo que todos tenemos una trayectoria. Tengo 63 años y de chico me acuerdo que estaba el polaco o el gallego en el barrio (vivía en 9 de Julio al 5400); era gente que vivía mal, en situación precaria, todos extranjeros. Murieron acá y nadie se enteró qué les pasó. La vida les pasó sin sentido, para el común de la gente. Sin embargo, ellos tuvieron una patria y una bandera; vinieron, se mezclaron, trataron de contribuir a la sociedad”.

EDITORIAL Y DOSSIER

En la editorial de la revista “Emigrazione, un canal de vivencias”, su promotor justificó la publicación: “Emigrazione nació para ser una revista mensual que pretendemos orientar como un canal que muestre vivencias de aquellos que vinieron, para que la conozcan aquellos que se quedaron y para que se identifiquen los que crecieron en esta tierra, cada uno con su historia y su familia”, explica Tosi, su editor responsable.

Y continúa: “En la familia Tosi, por empezar con una familia, se ve reflejada la historia del proceso inmigratorio que sentó las bases de la construcción del país. El dossier brindará un espacio abierto para cada familia que quiera reconstruir y rescatar su historia pueda hacerlo, fortaleciendo así su identidad y la de todo un pueblo”, propone.

Por último, reproducimos la reseña familiar que Tosi incluyó en su primera revista. “El retrato pertenece a Dante Augusto María Tosi, con 18 años (1904). Se puede apreciar que su atuendo lo acerca más al ámbito ciudadano que al rural. Sin embargo, el joven Tosi se incorporó a la vida social de la nueva tierra de adopción dedicándose a las tareas agropecuarias, alrededor de 1940, en Calabacilla, Colonia Yeruá (donde habitaban emigrantes italianos y franceses, entre otros) y La Criolla, asentamientos cercanos a la localidad de Concordia (Entre Ríos)”.

Dante Augusto María Tosi vino a Argentina a los dos años, en un buque que ancló en 1888 en la República Oriental del Uruguay, desde donde los europeos llegados se trasladaron al país, afincándose en la provincia de Entre Ríos.

El grupo emigrante de la familia Tosi -todos nacidos en Colorno, localidad de la “Bassa Parmensse”, zona agrícola de la provincia de Parma (hoy Italia)- estuvo compuesto por Giacomo Francesco Battista Tosi, nacido el 20 de febrero de 1855, hijo de Giuseppe Tosi, nacido en 1826 y casado con Domizia Pezzali; Bersini Carolina, nacida el 13 de abril de 1858; Almicare Tosi, nacido el 13 de octubre de 1883; Inés Tosi, nacida el 23 de mayo de 1887; y Dante Augusto María Tosi, nacido el 4 de octubre de 1886, quien falleció en Santa Fe el 18 de junio de 1967.

DOCE HIJOS

Cumplido los 22 años, Dante contrajo matrimonio con Victoria Agullé (hija de inmigrantes españoles) en 1908, con la que tuvo 12 hijos, todos ciudadanos argentinos.El primogénito Santiago Tosi nació al año, en 1909, luego vinieron Ernesto, Luisa, Angélica, Miguel, Yolanda, Jorge, Aída, Adalberto, Rubén, Rodolfo y Roberto.

Cuarenta años más tarde, Dante emigraría con su familia a la provincia de Santa Fe en la década de 1940, para afincarse en otro establecimiento agropecuario. Se trasladan a campo “El Marquéz”, cerca de la colonia de Fives Lille, adonde se dedicaron a cultivar 500 hectáreas de tierra con monte de quebracho. Se dedicó a la venta de carbón y leña a San Justo (a más de 50 kilómetros) y Santa Fe (ubicada a 100 kilómetros).

Este traslado a nuestra provincia -junto a algunos vecinos- condujo a la disolución de la familia Tosi. Las mujeres y los niños lo hicieron en un pequeño camión y los varones adolescentes se trasladaron en caballo, “arreando” el ganado, que cruzó el río Paraná en balsa a la altura de la localidad santafesina de San Javier.

La actividad desarrollada por estos emigrantes favorecía la producción numerosa, ya que las labores consistían en siembra, cosecha y ganadería, lo que le reportaba un buen nivel económico a la familia, aportando con su trabajo al crecimiento económico de un país en formación que se incorporaba con fuerza al concierto de las naciones en un mundo que ha estado reacomodándose económica, social y políticamente desde el siglo XIX.

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