Desde hace un tiempo el maquillaje ha cobrado protagonismo pero de una manera mucho más natural: las correcciones, la base y el rubor están presentes, aunque apenas pueden percibirse. Está, pero no se nota.

El objetivo que se busca con esta nueva tendencia es que la piel no parezca maquillada, sino sana y radiante. Por eso las técnicas de avanzada en make-up trabajan fundamentalmente sobre un juego de luces y sombras, más conocido como “maquillaje correctivo”.

Disimular la papada, afinar la nariz, desterrar las ojeras, armonizar el rostro, esconder granitos, tapar manchas, levantar pómulos... la lista podría seguir, porque cada rostro presenta rasgos que es necesario suavizar y virtudes dignas de ser destacadas.

Las correcciones claras dan luz y resaltan; las oscuras, ocultan y disimulan. Se trabaja con tonalizadores livianos, de textura cremosa y humectante, que neutralizan los diferentes colores y evitan que se marquen pliegues. El verde se utiliza para las zonas rojas, rosa para las verdosas, amarillo si son violáceas y naranja en las imperfecciones marrones o azuladas. Sólo si se trata de correcciones muy profundas, se utiliza alguna base más pesada con un alto poder cubritivo. Finalmente se fija todo con polvo volátil traslúcido.

No son aplicaciones exclusivas para expertas, pero hay que hacerlo con mucho cuidado y paciencia. Eso es todo, lo demás es terreno conocido: base de maquillaje que responda al tipo y color de piel, ojos delineados, máscara de pestañas, labios con brillo y un poco de rubor para dar luminosidad al rostro. Desde luego, también estas técnicas pueden perfeccionarse.

PIEL CUIDADA

Por último, aunque en la práctica es lo primero, un buen maquillaje -sea cual fuere- siempre luce mejor con una piel cuidada. No hay que hacer mucho, pero es una regla que no debe obviarse. Agua demaquillante, crema de limpieza y loción tonificante serán los pasos obligados antes de ir a la cama todas las noches, se esté o no maquillada.

Ningún detalle es menor ni pasará desapercibido. Animate a aprender al arte de los corregidos y lucí un rostro equilibrado y saludable. Nunca olvides que un make-up acertado es el acabado perfecto de una mujer con estilo.

Según el color de la ropa

El tono de la ropa influye a la hora de maquillarte. Tené en cuenta estas claves para conseguir el look según el color de la ropa que quieras llevar:

- A la hora de elegir los colores para tu maquillaje, no caigas en el error de optar por el mismo tono de la ropa. Es mejor que apuestes por el contraste, aunque sin alterar la armonía. Tanto tu ropa como tu maquillaje deben destacarse sin competir entre sí.

- Look gris: Si en las prendas que elegiste para tu look predominan los tonos grises, apostá por toda la gama de rosas para dar color a tu rostro.

- Look blanco: Evitá los tonos muy oscuros o llamativos en el rostro, podés obtener un contraste excesivo poco favorecedor. Es mejor que elijas colores suaves como los tostados y caramelo.

- Look negro: Es indispensable llevar un rostro uniforme con unos ojos limpios y una boca muy llamativa, ideal en un intenso rojo.

- Look marrón: Los tonos marrones pueden entristecer tu semblante, para evitarlo, iluminá tu rostro con toda la gama de rosas y los anaranjados.

- Look azul: La gama de grises, desde los más claros hasta los más oscuros, son los que más te favorecerán en este caso.