Obtuvo el 73 por ciento de los votos

Tras 20 años, De Blasio recupera Nueva York para los demócratas

  • Hizo campaña contra la desigualdad, a favor de mejorar la educación pública y de construir más viviendas a precios accesibles.
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Bill De Blasio y su familia festejan el triunfo. Foto: EFE

 

Rafael Cañas - EFE

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EFE

Bill De Blasio recuperó la alcaldía de Nueva York para los demócratas enarbolando la bandera del progresismo y la lucha contra la creciente desigualdad, tras doce años de mejoría económica poco equilibrada bajo Michael Bloomberg.

De Blasio cumplió los pronósticos y se impuso por un margen abrumador al candidato republicano, Joe Lhota, tras una campaña que definió desde el principio como una “historia de dos ciudades”, la de los millonarios y la de millones de personas que viven bajo el umbral de la pobreza o muy poco por encima.

Nueva York “ha elegido el camino progresista”, proclamó en español el nuevo alcalde en la fiesta de su campaña, en Park Slope (Brooklyn) entre el delirio de sus seguidores, especialmente los latinos.

“Esta noche empezamos a caminar juntos como una sola ciudad”, añadió De Blasio, quien desde 2009 es defensor del pueblo de Nueva York y antes fue concejal durante ocho años.

Con el 84 % de los colegios electorales escrutado, De Blasio obtenía el 73 % de los votos, frente al 24 % de Lohta.

De Blasio, un blanco casado con una afroamericana e hijos birraciales, ha abanderado la lucha contra la práctica policial conocida como “stop and frisk”, por la que la policía para y cachea a personas sin motivo claro, y que se ha centrado de forma muy desproporcionada en hispanos y negros.

Todo ello, junto con el mensaje contra la desigualdad y a favor de mejorar la educación pública y de construir más viviendas a precios accesibles, le ha ganado el apoyo arrollador de las minorías, que en Nueva York son ya la mayoría de la población.

“Hoy habéis hablado fuerte y claro por una nueva dirección para Nueva York”, afirmó De Blasio, quien reconoció que el trabajo “acaba de empezar” y no se hace ilusiones, porque, dijo, “luchar contra la desigualdad nunca ha sido fácil”.

El que será el alcalde número 109 de la ciudad de los rascacielos repasó los principales temas que han definido su campaña y recordó que “a unos pocos les va tan bien” mientras otros quedan atrás, y afirmó que la lucha contra la desigualdad “es el reto definitorio de nuestro tiempo”.

Por ello, explicó, es por lo que va a pedir que los más ricos paguen “un poco más” a fin de financiar la educación preescolar para todos los niños de la ciudad, así como programas educativos especiales por las tardes.

Los doce años de Bloomberg han producido un desarrollo económico y urbanístico evidente, y esos cambios y la baja criminalidad (en 2013 se batirá el récord de 2012 de años menos homicidios) han generado cifras sin precedentes de turistas y de ingresos.

Sin embargo, las empresas de construcción se centran en construir proyectos de viviendas de lujo, que son los que generan más beneficios, y hay más apartamentos de precios millonarios que nunca.

Pero esa mejoría se ha repartido de forma muy desigual, ya que de los 8,3 millones de habitantes de la ciudad, el 46 % son pobres o sobrepasan por poco el umbral de la pobreza, mientras que las escuelas públicas de las zonas más pobres siguen sin funcionar adecuadamente.

Ahora que ha ganado la elección, De Blasio dijo que la tarea “no es fácil” y que los problemas “no se solucionarán de la noche a la mañana”, ya que se han generado “durante décadas”.

Con su hija Chiara y su hijo Dante a su lado, De Blasio insistió en que el Gobierno municipal debe respetar las libertades civiles de la población, y pidió que la policía y los ciudadanos “trabajen de la mano” para lograr “vecindarios fuertes”.

Los neoyorquinos “no estamos definidos por el frío acero de nuestros rascacielos”, sino que “todos somos mejores cuando todos tenemos una oportunidad”, recalcó.

Una derrota del Tea Party

  • Los resultados en las elecciones de gobernadores en Nueva Jersey y Virginia y en la alcaldía de Nueva York son una derrota del “Tea Party”, el ala más ultraconservadora del Partido Republicano, destacaron hoy medios estadounidenses.

El gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, obtuvo el 60 por ciento de los votos frente a la demócrata Barbara Buono, con el 38 por ciento, y se consolidó como uno de los posibles candidatos republicanos a las presidenciales en 2016.

La cadena de televisión CNN destacó que Christie, de 51 años y a quien el “Tea Party” no considera suficientemente conservador, recibió el 56 por ciento del voto femenino, el 20 por ciento del voto negro y el 45 por ciento del voto latino.

Según el The New York Times, “en todo el país, los republicanos alarmados por la insurgencia de la facción 'Tea Party' se sienten aliviados por el éxito de Christie y esperan que su partido aprenda no sólo por el margen de victoria sobre Buono, sino también por los grupos que integran a los votantes que le apoyan”.

En Virginia, el expresidente del Comité Nacional del Partido Demócrata, Terry McAuliffe, obtuvo el 48 por ciento de los votos en la contienda por la gobernación frente al republicano Ken Cucinelli, un favorito del “Tea Party”, que recibió el 45 por ciento.

La mayoría de los analistas esperaba una victoria mucho más amplia de McAuliffe y los medios destacan el hecho de que Cucinelli, a diferencia de Christie, obtuvo apenas el 36 por ciento del voto femenino y porcentajes mucho menores del voto latino y negro.

En Boston, Massachusetts, el legislador demócrata y veterano dirigente sindical Martin Walsh, derrotó al concejal John Connolly, también demócrata, pero el preferido por los republicanos, y se convirtió en el cuadragésimo octavo alcalde de la ciudad.

En Alabama, el exsenador estatal Bradley Byrne derrotó, por cuatro puntos porcentuales al candidato del “Tea Party” Dean Young en una elección entre republicanos para la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

“En una jornada electoral que puede mostrar las perspectivas para (las legislativas de) 2014 y las presidenciales de 2016, los moderados salieron ganando”, resumió el diario Los Angeles Times.

análisis

Isaac Risco y Daniel García Marco - DPA

Del éxodo a los negocios: Cuba abre al mundo el puerto de Mariel

  • El puerto de Mariel fue una vía de salida y ahora lo será de entrada. Más de treinta años después de que 125.000 cubanos abandonarán su país rumbo a Estados Unidos, el gobierno de la isla espera que por esas mismas aguas llegue una inversión extranjera que revitalice la economía.

La renovación del puerto, situado unos 45 kilómetros al oeste de La Habana, es considerada como una de las “obras más importantes” de los últimos años en Cuba.

Con el objetivo de atraer compañías y capital extranjeros, el gobierno de Raúl Castro ofrece beneficios fiscales y asegura que las empresas “no podrán ser expropiadas”, pero expertos y potenciales inversores miran aún con escepticismo el megaproyecto que ha contado con una fuerte inversión de Brasil.

Habrá “plena protección y seguridad en el territorio nacional” para las empresas, aseguró el martes el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera de la isla, Rodrigo Malmierca, frente a varios empresarios y diplomáticos extranjeros en La Habana.

“La inversiones extranjeras no pueden ser expropiadas”, enfatizó durante la actual edición de la Feria Internacional de La Habana, donde calificó también la proyectada zona económica especial como “la llave del Golfo de México”.

La llamada Zona de Desarrollo Especial de Mariel (ZDEM), similar a las zonas francas que impulsaron el desarrollo económico chino a finales de los 70, abrió sus puertas a la inversión extranjera oficialmente el 1 de noviembre. El proyectado parque industrial comprende 465,4 kilómetros cuadrados.

Bajo el gobierno de Raúl Castro, la isla está realizando en los últimos años una serie de reformas económicas con elementos de mercado tras décadas de monopolio estatal.

Después del triunfo de la revolución de 1959, el ex presidente Fidel Castro impulsó las expropiaciones primero de los grandes latifundios de empresarios de Estados Unidos, para poner después paulatinamente toda la economía en manos estatales. Ahora, sin embargo, se ofrecerán exenciones fiscales.

Mariel, el puerto que saltó a la fama por el éxodo masivo de 1980, es uno de los nuevos proyectos económicos del nuevo rumbo del “raulismo”. Más de 30 añós atrás, unas 125.000 personas, los llamados “marielitos”, dejaron la isla rumbo a Estados Unidos, en la que se convirtió en una de las peores crisis migratorias entre Washington y La Habana.

“Ésta es la obra más importante que ha iniciado Cuba en los últimos años”, subrayó el martes Ana Teresa Igarza, la directora de la oficina abierta especialmente para regular y agilizar la llegada de capitales extranjeros a Mariel.

Las principales dudas de los posibles inversores pueden girar en torno a la contratación de la mano de obra. El personal local será contratado a través de una agencia del Estado cubano, una práctica habitual desde que la isla se abrió al capital extranjero en los 90.

“Ahí está de nuevo el asunto de la remuneración de esa mano de obra, que va a beneficiar sobre todo al gobierno y no al trabajador promedio”, apuntó a la agencia dpa recientemente Jorge Duany, director del Cuban Research Institute de la Florida International University.

Otra de las dudas la plantea la aún pendiente reforma monetaria en la isla, donde rigen dos monedas desde los 90.