Fundéu bbva

“Sin” y “prueba de resistencia”

(EFE)

  • La preposición “sin” se escribe entre comillas cuando se añade a los nombres de algunos productos en los que se deja sobreentendido aquello que supuestamente no tienen, principalmente alcohol, cafeína, calorías y aditivos.

La Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA) señala que se trata de una fórmula esencialmente publicitaria aplicada en especial a ciertas comidas y bebidas, de modo que se habla de una cerveza “sin” (“sin alcohol”), un refresco “sin” (“sin cafeína” o “sin calorías”, según el caso) o, más en general, de productos “sin”.

Dado que este uso no ha pasado a la lengua con un sentido general, sino que, en esencia, se cita la denominación comercial asociada a tipos concretos de productos, se recomienda destacar la preposición con comillas o, alternativamente, en cursiva, como: “En los últimos ocho años se ha duplicado el número de nuevos productos ‘sin’ en el mundo”.

La Fundéu BBVA indica además que cuando se aplica a casos concretos, se debe especificar de qué se trata, como por ejemplo “refrescos sin cafeína” en lugar de refrescos “sin”, a menos que se trate de una cita literal, en cuyo caso puede ser conveniente una explicación.

En todos los casos, es invariable en plural: productos “sin”, cervezas “sin”, unas sin.

Se recomienda “prueba de resistencia” y “prueba de solvencia” en lugar de “prueba” o “test de estrés” para aludir a la técnica de simulación utilizada por las entidades financieras para determinar su capacidad de adaptación ante un supuesto escenario macroeconómico adverso.

En las noticias sobre el nuevo examen al que se va a someter al sector bancario español se emplea con frecuencia la expresión inglesa “stress test” o alguna adaptación inapropiada. Aunque en español existen varias traducciones posibles (“prueba de resistencia”, “prueba de solvencia” o “prueba de esfuerzo”), se recomiendan como las más adecuadas “prueba de resistencia”, alternativa recogida en el “Diccionario de expresiones y términos económicos y financieros” de Juan Ramón del Pozo, y “prueba de solvencia”.