Al margen de la crónica

La musa Liv

Liv Ullmann se hizo famosa en todo el mundo por ser la musa del director sueco Ingmar Bergman, pese a que su carrera empezó antes y siguió luego, también como directora. La actriz de sonrisa natural, innumerables pecas y claros ojos azules cumplirá 75 años este lunes.

Aunque Bergman (1918-2007) y Ullmann fueron pareja durante pocos años, sus vidas permanecieron unidas durante décadas, tanto a nivel privado como laboral. La noche en la que el director murió en su casa de la isla de Färö, la actriz estaba a su lado.

“Nuestra relación seguía siendo tan estrecha que más de 40 años después yo sentí que tenía que ir a verlo”, declaró en agosto de este año Ullmann en una entrevista con la revista del diario alemán Süddeutsche Zeitung. “Tras la separación de Ingmar Bergman entendí por primera vez lo que significaba el amor”.

De su relación, que duró entre 1965 y 1970, nació una hija, Linn. La única hija que ha tenido Ullmann es hoy una escritora de éxito. Nació en la época en la que la actriz celebraba también su primer gran éxito internacional, con la película “Persona” (1966), de Bergman.

La artista noruega empezó a rodar una cinta tras otra con el director sueco: “La hora del lobo” (1968), “La vergüenza” (1968) y “Pasión” (1969). Las películas de Bergman protagonizadas por Ullmann tratan de la búsqueda del sentido de la vida, de la culpa, el abandono y la entrega, y a menudo tenían mucho que ver con la propia vida del cineasta.

Liv Johanne Ullmann nació en 1938 en Tokio, donde estaba trabajando su padre, un ingeniero noruego. Durante la Segunda Guerra Mundial, la familia vivió en Canadá. Después de la muerte del padre, la madre regresó con Liv y sus hermanas a Noruega, donde Ullmann estudió e intentó más adelante sin éxito entrar en la Escuela Nacional de Teatro de Oslo.