llegan cartas

Inseguridad

Mirta L. Rosa

DNI 13.692.890

Estoy realmente indignada por la inseguridad reinante. La policía sabe que en el barrio 7 Jefes hay que cuidar de los continuos robos y saqueos de los que son víctimas quienes viven y frecuentan el barrio, pero no hace nada al respecto, como patrullajes o presencia de uniformados en las esquinas. En el transcurso de dos meses sufrí dos episodios con diferentes modalidades -se ve que tienen varios modus operandi-. En el primero, un motochorro me arrebató la cartera mientras caminaba; en el segundo, -y sabiendo de este peligro- dejé mi bolso en el baúl del auto; no obstante, como se ve que están observando todo, en un ratito violentaron la cerradura, pero como no pudieron abrirla, rompieron el vidrio trasero y se llevaron el botín. Hay dársenas para estacionamiento en el paseo de la Costanera Vieja, pero si no son custodiadas es en vano su uso porque los vehículos que las utilizan son presa de estos delincuentes.

Es tremendo el enojo porque esto ocurre en todas partes, y la sensación de que no valemos nada, que no hay respeto por el esfuerzo ajeno invade nuestras almas. Los destrozos y saqueos de barandas y de otros implementos que se pueden observar en ese paseo tan lindo de los santafesinos como en otros sectores de esta ciudad y del país responden a esa degradación cultural, social y moral que existe en la sociedad.

Sólo con un trabajo conjunto entre el gobierno nacional, que articule políticas para crear fuentes laborales en donde ningún sector quede excluido del circuito de trabajo; la iglesia, con su prédica evangelizadora sobre el bien, la fe y en definitiva, la ética, y el gobierno provincial con un trabajo social inclusivo, desde el Ministerio de Educación y las asistentes sociales, podremos salir de este pozo. Tal vez los resultados no se vean en lo inmediato pero es un objetivo que debemos plantearnos todos.