¿Metaplasmos?

18-A-715727.jpg

FOTO:EFE

 

Enrique José Milani

A más de uno puede sorprender esta palabra. ¿Existirá o es una broma de quien esto escribe? Y puede haber más preguntas. Sin duda que es una voz poco conocida y casi nunca empleada. Trataremos de despejar la incógnita.

“Metaplasmo” deriva del griego metaplasmós que significa “transformación”. Muchas palabras han sufrido y sufrirán transformaciones. Hasta suelen ofrecer dos o tres formas distintas: una primitiva, y otras alteraciones de ésta. Y suele suceder que las alteradas ya no se emplean, o muy poco; y otras, por el contrario, son las primitivas que han caído en desuso, cediendo el lugar a las modificadas. Llegamos así al nombre del título, porque las alteraciones que sufren algunos vocablos en su estructura reciben el nombre de figuras de dicción o metaplasmos.

¿Y por qué se produjeron los cambios? A veces por ignorancia, descuido o para facilitar la pronunciación, sobre todo, por el uso popular que, a la postre, suele imponerse al de la gente culta. La alteración puede producirse por añadidura o adición.

Si es al principio, se llama prótesis: amatar, atambor (desusado), enarenar, despavorido, enclavar, escalofrío, aserrar; por matar, tambor, arenar, espavorido, clavar, calofrío, serrar. Si es en el medio, epéntesis: cerbelo (desusado), corónica, machacar y machucar, ensanchar, apretujar, lubrificación, desgaire, simplicísimo; por cerebelo, crónica, machar, enanchar, apretar, lubricación, desaire, simplísimo. Por adición final o paragoge: troja o troje, conmigo, contigo, consigo, corazón; por troj, con mí, con ti, con sí, cor (en latín). Por supresión inicial o aféresis: ampo, os, seudo, Mingo, hendija, Tonio; por lampo, vos, pseudo, Domingo, rehendija, Antonio. Por supresión interna o síncopa: párrafo, isla, nono, mascar, virrey, trasportar; por parágrafo, ínsula, noveno, masticar, vicerrey, transportar. Por supresión final o apócope: do, Satán, pon, diz, fray, sor, patrón, Germán, cine, moto; por donde, Satanás, pone, dícese, fraile, sóror (hermana) patrono, Germano, cinematógrafo, motocicleta.

Trasposición o metátesis: cantilena, gonce, murciégalo, rebotar por cantinela, gozne, murciélago, retobar.

Atención: no confundir metátesis con anagrama, porque en la primera, tanto la originaria como la modificada, representan la misma idea: crocodilo por cocodrilo; enjaguar por enjuagar. En el anagrama, la alteración se hace por juego o capricho: amor, jermu, chobis, rope, zapán, jovie, lopes, feca, chele, por Roma, mujer, bichos, perro, panza, viejo, pelos, café, leche.

Continuamos: por permutación o sustitución: bautismo, hada, hierro, ochava, héspero, novecientos, verdulero, por baptismo, fada, fierro, octava, véspero, nuevecientos, verdudero. Por contracción: antaño, claroscuro, entrambos, hijodalgo, noroeste, vizconde, tentempié, veintitrés, por este año, claro oscuro, entre ambos, hijo de algo, norte oeste, vice conde, tente en pie, veinte y tres.

La contracción difiere de la síncopa porque ocurre entre palabras que se unen para formar una compuesta: tela de araña: telaraña; de el: del; a el: al. La síncopa ocurre dentro de una palabra simple: navidad por natividad; liar por ligar.

Para concluir, digamos que no es lícito emplear estas figuras en cualquier palabra y por cualquier motivo. Los metaplasmos deben contar con el respaldo de gente idiomáticamente culta y buenos escritores, porque muchos de los vulgarismos no son sino metaplasmos de muy bajo nivel que deben evitarse al hablar o escribir.