Bajo la sombra de Fukushima
Bajo la sombra de Fukushima
Japón evoca el tsunami de 2011
Agencia EFE
Japón vivió hoy con sobriedad y entereza el aniversario del terremoto y tsunami que azotaron de manera fatídica el país hace tres años, mientras perduran el drama de los evacuados y los problemas en la central nuclear de Fukushima.
Los 18.000 fallecidos y desaparecidos que dejó el terremoto de magnitud 9 y el tsunami posterior fueron los protagonistas de los homenajes que se repartieron hoy por todo el país.
A las 05.46 GMT, momento en el que se produjo el mayor terremoto de la historia de Japón frente a la costa de la prefectura de Miyagi, un minuto de silencio recordó de punta a punta del archipiélago a las víctimas del desastre.
Además, a esa hora exacta muchas localidades de la costa noreste, la zona más afectada, hicieron sonar la sirena utilizada en caso de tsunami para recordar la mayor tragedia en el país asiático desde la II Guerra Mundial.
Actos discretos se repartieron por la mayoría de las localidades afectadas, como en Fukushima, capital de una de las provincias más devastadas.
Los momentos más emotivos se vivieron en los pequeños monumentos en memoria de las víctimas repartidos a lo largo de las coste noreste de Japón, donde los familiares a título personal se acercaron a depositar flores desde primera ahora de la mañana.
En Tokio, que amaneció con las banderas adornadas con un discreto lazo negro, se celebró en el Teatro Nacional la mayor y más protocolaria de las ceremonias, a la que asistieron 1.200 invitados, entre los que se encontraban los emperadores de Japón.
Heridas sin cerrar
En todo Japón, unas 267.000 personas viven todavía en alojamientos temporales, más de la mitad de los 470.000 que hubo que desalojar hace tres años debido al tsunami, el terremoto y la crisis nuclear.
Precisamente, ese es uno de los principales problemas que Japón afronta tres años después y que está generando muchas criticas al Gobierno por la lentitud con la que se lleva a cabo la reconstrucción de algunas zonas, cuyos habitantes se sienten abandonados.
Además, y pesar de las declaraciones del Ejecutivo que aseguran que la situación está bajo control, la inquietud entorno a la central nuclear de Fukushima todavía continúa latente.
Mientras llevan a cabo el desmantelamiento de la planta, azotada por un tsunami que generó una de las peores crisis nucleares de la historia, sus responsables tienen que hacer frente al grave reto de las fugas de agua contaminada que se almacena allí tras enfriar los rectores afectados.
Varios vertidos gigantescos desataron las alarmas el pasado agosto, por lo que la propietaria de la central, Tokyo Electric Power, ha sido muy criticada por su incapacidad para controlar la situación mientras continúan los vertidos.