El acusado confesó el robo

Ordenan prisión preventiva para el ladrón de Fotolab

  • “Los derechos no son sólo del imputado”, dijo la jueza Sandra Valenti, que privilegió la situación particular de las víctimas. El acusado regresó al lugar del robo a exigirle plata al comerciante y luego se escapó a Rafaela, donde fue recapturado.
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Leandro Vurcharchuc, dueño de Fotolab, estuvo hoy en tribunales acompañado por el fiscal regional Ricardo Fessia y los fiscales del caso Alvira y Parodi.Foto: Guillermo Di Salvatore

 

Juliano Salierno

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Un nuevo capítulo sobre la historia del ladrón que reclamó indemnización a un comerciante de barrio Las Flores se escribió hoy en los tribunales locales, cuando tras una hora de audiencia la jueza penal Sandra Valenti ordenó la prisión preventiva para Marcos Leonel Osuna. “Existen elementos suficientes para dictar la prisión preventiva”, dictaminó la Dra. Valenti, que rechazó las medidas alternativas propuestas por el Servicio Público de la Defensa.

La audiencia comenzó pasadas las once de hoy, ante la presencia de los fiscales Sergio Alvira y Milagros Parodi, quienes le atribuyeron tres hechos delictivos al joven de 19 años que el martes de la semana pasada entró a robar al local comercial Fotolab, de avenida Blas Parera al 7200.

El primero fue el robo propiamente dicho, que en realidad quedó en grado de “tentativa”. Luego le endilgaron una tentativa de “extorsión”, cuando al día siguiente y tras recuperar prematuramente la libertad, volvió a la casa de fotografías para reclamar una indemnización de $ 500.

Captura en Rafaela

Cuando este hecho tomó estado público, los fiscales pidieron la captura, que finalmente se concretó el último fin de semana en la ciudad de Rafaela, donde fue aprendido tras el robo de una cartera.

A todo esto se sumó un episodio anterior, ya que el día que lo detuvieron en la puerta del negocio de la avenida Blas Parera, una vecina que pasaba por allí lo señaló como el autor de otro robo ocurrido ese lunes 10 de marzo en la puerta de su casa de la calle Don Guanella.

Según el relato de los fiscales, el esposo de la testigo estaba esperando el diario en la vereda cuando el muchacho lo arrojó al piso y le quitó $ 60 que tenía para abonar al canillita.

En definitiva, los fiscales atribuyeron a Osuna los delitos de “tentativa de robo calificado por el uso de arma de fuego no apta para el disparo”, “extorsión en grado de tentativa” y “robo simple”. Ante la “reiteración de hechos”, el “concreto peligro de fuga”, el “entorpecimiento probatorio” y la “magnitud de la pena” en expectativa, la fiscal Parodi solicitó a la jueza que el acusado continuara preso.

“Volví al local”

Después Osuna pidió la palabra. Dijo que era padre de dos nenas -de 3 años y de 8 meses- y que por la situación de penuria por la que estaba pasando “sin pensarlo agarré el arma que tenía y fui a hacer lo que hice”. Confesó que se metió en el local, “le pedí plata, pero en ningún momento le pegué ni le hice nada”. “A la salida me agarró un patrullero y me tiraron al piso”, cerró.

Después contó que “estuve toda la noche en la seccional 10a.” y al volver a su casa “de nuevo veo a mi hijita ahí sin comer y me sentí arrepentido y volví al local. Hablamos con el señor pero no de una mala manera”, aseguró.

Respecto del robo del hombre mayor que esperaba el diario, Osuna se limitó a decir que “no tengo nada que ver”.

La defensa

En respuesta al pedido de prisión preventiva, el abogado de la defensa Mario Guedes sostuvo que “no se dan las pautas legales para tan gravosa medida” y desplegó claros argumentos para intentar convencer a la jueza Valenti, que escuchaba con atención desde el estrado.

Para Guedes el primer hecho atribuido podría acarrear una pena de cuanto mucho entre 1 y 5 años. Luego se opuso a la calificación del delito de “extorsión” puesto que Osuna “dijo que fue a pedirle una ayuda” y que “se retiró del lugar dándole la mano” al comerciante. En todo caso “estaríamos ante un reclamo que no corresponde, pero no ante un delito”, sostuvo. Y sobre el último caso se basó en la presunción de inocencia del reo cuando la prueba en contra no es más que la palabra de la víctima.

Por último y antes de que tomara la palabra su colega, Guedes consideró “un disparate que estemos discutiendo si corresponde la prisión preventiva”.

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La fiscal Milagros Parodi acusó al joven de 19 años por los delitos de “tentativa de robo calificado por uso de arma no apta para el disparo, tentativa de extorsión y robo simple”.

Foto: Guillermo Di Salvatore

Trascendencia

Fue en cambio el defensor Sebastián Moleón quien cargó las tintas al decir que a pesar de la enorme trascendencia se trata de “un caso sencillo desde el punto de vista jurídico”. “Es una oportunidad para usted, señora jueza, de reafirmar la ideología de la Constitución Nacional”, dijo Moleón en referencia al principio de inocencia que debe primar en toda investigación.

Además expresó que el pedido de la preventiva bajo estas circunstancias no es más que “un anticipo de la pena” ya que la culpabilidad todavía “no está acreditada”.

Finalmente y atendiendo a la probabilidad de que la preventiva fuera una opción, Moleón planteó la posibilidad de medidas alternativas que fueron rechazadas por la fiscalía.

Por las víctimas

Una vez planteadas las posturas de las partes, la jueza Sandra Valenti ordenó la prisión preventiva del imputado Osuna bajo el argumento de que “los derechos no son solamente del imputado”, sino que la Justicia se debe a su vez a la “tutela de las víctimas”.

“Me encuentro en la necesidad de hallar un punto de equilibrio entre los derechos del imputado y los de las víctimas”, dijo la jueza, que consideró un riesgo para aquellos que denunciaron la posibilidad de que el imputado vuelva a amedrentarlos como ya lo hizo en una oportunidad.

Asimismo, y a sabiendas de que los delitos atribuidos corresponderían una condena de prisión condicional, igualmente “existen elementos suficientes para dictar la prisión preventiva” y “rechazar las medidas alternativas” propuestas por la defensa, señaló.