Cabo Frío: un paraíso de aguas cálidas y arenas frías

 

Como la gran mayoría de las ciudades de la costa atlántica brasilera, Cabo Frío es dueña de playas paradisíacas. Sus aguas turquesas y cálidas, su clima subtropical con temperaturas promedio anuales que oscilan entre los 20ºC y 30ºC, y el plus de sus arenas blancas y finas que, al no contener mica, no se calientan, hacen de este lugar un destino de ensueño.

Cabo Frío: un paraíso de aguas cálidas y arenas frías
 

Cabo Frío se ubica a unos 180 kilómetros al sur de Río de Janeiro en el inicio de la península de Buzios. Su playa más famosa es Praia do Forte, de más de 7 kilómetros de extensión, por lo que siempre está muy concurrida. Para los que buscan tranquilidad, el mejor sitio es Praia do Foguete, de agua muy fría, arena muy blanca, y bastante solitaria. La Praia do Peró es otra de las más conocidas y la que está más cerca de Buzios. El agua es cristalina y templada, y muchos surfistas eligen este lugar para practicar su deporte.

El mar tranquilo, con su lecho cubierto por anémonas y una infraestructura apropiada, hace de la ciudad un paraíso del buceo. Los puntos para la práctica de este deporte se dividen de acuerdo a las dificultades que ofrece: desde los sitios para principiantes, hasta aquellos para buzos experimentados. La profundidad de inmersión varía entre los 6 y 40 metros.

Una de las mejores formas de conocer la ciudad es a bordo de un barco. La terminal de barcos está situada en la Avenida de los Pescadores y es en sí misma una atracción. El edificio fue reconstruido como copia del original, que se erigió en 1917 y recibía a pasajeros con destino a Río de Janeiro. Actualmente funciona allí el Mercado de Pescados.

Esta construcción está edificada en estilo francés y cuenta con oficinas administrativas, baños y sala de pasajeros. Al caer la noche, la terminal se transforma y funciona como centro cultural, donde se realizan exposiciones y eventos literarios, entre otros.

UN RECORRIDO DE LUJO

Las embarcaciones que parten de la terminal recorren el canal de Itajurú. Este paseo va desde la Laguna de Araruama hasta el Océano Atlántico y tiene como principal atractivo las casas y mansiones que se encuentran a la vera del canal, ejemplos de la más sofisticada arquitectura de la ciudad. La recorrida cuenta con la presentación de un guía que informa acerca de las construcciones y sus propietarios. Entre los detalles lujosos, se encuentra la pista para helicópteros, de uso exclusivo de sus habitantes.

Al atardecer, la playa del Canal de Itajurú es uno de los puntos más concurridos de Cabo Frío. Allí se reúnen los pobladores y turistas para contemplar la puesta del sol detrás del puente Feliciano Sodré (símbolo de la ciudad): un espectáculo memorable.

A orillas del canal, sobre la Avenida de los Pescadores, se encuentran las tiendas más elegantes de la ciudad, junto con modernos shoppings y animados restaurantes de variada cocina, entre los que se destacan la casa nocturna General Lee (con música country), Tia Maluca y Chez Michou.

LA CIUDAD, MÁS ALLÁ DEL AGUA

Además de sus atractivos paradisíacos Cabo Frío ofrece, dentro de su radio urbano, otras múltiples actividades. Allí se puede visitar una gran variedad de edificios históricos y culturales entre los cuales se destacan Igreja Matriz de Nossa Senhora de AssunçÆo, el templo más antiguo de la ciudad levantado en el año 1615, con una arquitectura que combina los estilos jesuítico y barroco.

Otra atracción es el Convento Nossa Senhora dos Anjos, un bello conjunto arquitectónico situado a los pies del Morro da Guia en el Largo de Santo Antônio, con planta cuadrangular y un pequeño claustro en su centro; fue inaugurado en el año 1686 y desde 1924 en su interior se encuentra instalado el Museu de Arte Sacra de Cabo Frío y una sala de exposiciones de pintura.

A estas construcciones se suma Forte de SÆo Mateus, símbolo del municipio, construido en el siglo XVII por el portugués EstevÆo Gomes para proteger toda la zona de los continuos ataques piratas. Se localiza en la Praia do Forte, y en la actualidad es sede del Museu Histórico Naval de Cabo Frío.

En cuanto a Museos, la ciudad cuenta con una variada oferta. Entre los más destacados se pueden mencionar: el Museu de Arte Sacra, donde se destacan interesantes colecciones de arte sacro y piezas barrocas; el Museu do Mar que cuenta con unas excelentes instalaciones con más de 100 acuarios, donde conviven todo tipo de peces, moluscos y crustáceos de agua dulce y salada, y el Museu Histórico Naval que guarda interesantes colecciones relacionadas con el mundo marino, documentos, fotos y numerosos objetos y monedas rescatados de los principales naufragios ocurridos en la zona.

Exóticas playas de agua cálida con arenas frías, un clima subtropical que no deja que las temperaturas desciendan menos de 20 grados, y un océano decorado por especies marinas de gran atracción para el buceo, se conjugan con una ciudad cargada de historia y arquitectura, convirtiendo a Cabo Frío en un paraíso terrenal digno de conocer y disfrutar.