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“Más de una lengua”

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“La Torre de Babel” (1595, fragmento), de Marten van Valckenborch.

 

Cada lengua tiene su forma de inventar, de inventariar, de describir, de concebir, de comprender. “Una lengua es una energía y se inventa todo el tiempo, según sus propias modalidades”, aseguró Barbara Cassin en una conferencia que acaba de publicar el Fondo de Cultura Económica bajo el título de “Más de una lengua”.

En síntesis, Cassin sostiene la importancia de conocer otra u otras lenguas que la materna. Saber varias lenguas significa “tener varias cuerdas para el arco. Varias lenguas son varios mundos, varias maneras de abrirse al mundo”.

Cassin comienza por analizar conceptos como lengua materna, la traducción y lo intraducible, los homónimos. En una segunda parte, se plantean las preguntas que originó la mencionada conferencia, y especialmente interesante resulta el tema de lo que la autora llama globish: global English. “Si quieres pedir un café, puedes hacerlo en esta lengua desde Pekín a Tamanrasset. Es una lengua de comunicación, un vehículo, pero no hay que confundirla con el inglés. El inglés es mucho más rico que el globish, es una lengua de cultura y de obras, mientras que el globish no tiene obras, salvo informes para pedir plata en Bruselas... Pienso que el globish ya existe, y que existieron antes de él otras lenguas vehiculares algo comparables, con la diferencia muy importante de que eran menos someras en cuanto a las palabras y en cuanto a su organización. Por ejemplo, en eso que los griegos llamaban ‘mundo habitado' se hablaba la koiné, un griego común a todos (koinós quiere decir ‘común'). Se hablaba un lenguaje común bastante diferente del griego propiamente dicho... Más tarde vino el latín como lengua del Imperio, luego como lengua de Iglesia”.

Y con respecto a la posibilidad de que el globish venza a la lengua materna: “Una de las grandes amenazas para Europa es que sólo existan el globish y unos dialectos, que las lenguas maternas ya no sean ni siquiera lenguas, sino sólo dialectos que se hablan entre nosotros en casa, o en una casa ampliada, en un pueblito, una pequeña ciudad o un pequeño país. La amenaza de un lengua de comunicación única es muy real. Contra esa amenaza, es necesario que cada uno hable su lengua y más de una lengua”.