SE INAUGURA EL VIERNES A LAS 20.30 en el MMAV

“La Línea Piensa” renueva su propuesta

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“Sin título” de Gabriela Otero, acuarela, tinta y lápices acuarelables (2014). Foto: Gentileza producción

 

De la Redacción de El Litoral

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Por séptimo año consecutivo, el Museo Municipal de Artes Visuales será marco para una nueva exposición de “La Línea Piensa”, valioso proyecto llevado adelante por Eduardo Stupía y Luis Felipe Noé en el Centro Cultural Borges de Buenos Aires. En esta oportunidad, la muestra se compone de trabajos de Gisela Cortese, Nicolás Monsú y Gabriela Otero. La inauguración se concretará mañana, a las 20.30, en el espacio cultural de San Martín 2068 y podrá visitarse gratuitamente hasta el 9 de junio.

Los artistas

Eduardo Stupía fue el encargado de analizar las obras de los tres artistas y confeccionar con esas indagaciones una serie de textos. Al reflexionar en torno al trabajo de Gabriela Otero, afirma: “Con una soltura de mano alzada que se percibe muy cómoda en la improvisación, Gabriela Otero compone una suerte de coloridos esquemas, que por momentos nos parecen escudos de armas dibujados prematuramente por un niño juguetón y dotado, y en otros bosquejos de estrambóticos diseños de indumentaria. Las asociaciones a las que inducen estos refrescantes trazos, en los que se adivinan esbozos de figuras en medio de adornos plumíferos y corolas estelares, son invariablemente abiertas e inesperadas, gracias a una espontaneidad que aprovecha los signos más elementales del garabato decorativo para orquestarlos en una composición tan nítida en su impacto visual como candorosa y arbitraria”.

Para analizar la obra de Nicolás Monsú, Stupía sostiene que el artista “parece concentrado en el intento de encontrar, a través del dibujo, la clave de una metamorfosis entre los núcleos más fuertes de un heterogéneo imaginario. Están, por ejemplo, sus estructuras modulares, cuya retícula triangular y romboidal se reviste de elementos gráficos reelaborados a partir de fuentes tan diversas como la geometría, las imágenes obtenidas con el microscopio electrónico, la geología y las meras texturas. Algún esbozo de figura aplanada y compactada, para integrarse discretamente al rigor prismático del esquema, no hace sino abonar la sensación de que nos hallamos frente al desarrollo de una serie de hipótesis formativas, donde el ícono anatómico, zoológico, de la historia natural o del territorio científico se reelabora incesantemente en busca de un nuevo relato”.

En el caso de Gisela Cortese, Stupía explica: “Los prodigiosos troquelados de Gisela Cortese se inscriben, a simple vista, en la refinada y arcaica tradición de los papeles recortados chinos, y es la propia artista quien se encarga de instruirnos acerca de ellos con datos precisos, contándonos, además, su vocacional involucramiento en ese delicado arte manual durante una prolongada estadía en China. (...) Cortese se niega a la facilidad decorativa aunque asume con virtuosismo todas las características canónicas de la minuciosa disciplina, a la cual enriquece con su poética inclinación a hacer del motivo un signo incógnito antes que la plasmación directa de una situación o relato”.

La exposición del proyecto del Centro Cultural Borges está inscripta en el ciclo de muestras “Cerveza Santa Fe”. La actividad es organizada por la Municipalidad con apoyo de Tersuave y la Asociación Amigos del MMAV.