Golpe en Villa María Selva

Avanza la investigación de un asalto

El robo ocurrió el miércoles pasado, en horas del mediodía. Hay cinco detenidos por el caso. La víctima destacó la labor de la policía y la fiscalía.

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El ataque se produjo en la cuadra de calle Ángel Cassanello al 1900, en la vivienda de una podóloga que atiende a sus clientes en ese mismo domicilio. Foto: Danilo Chiapello

 

Joaquín Fidalgo

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La semana pasada, más precisamente el miércoles 30 de abril, una banda de delincuentes asaltó en barrio Villa María Selva una casa de familia donde también la propietaria ejerce su profesión de podóloga. A poco más de una semana del hecho, la víctima se mostró satisfecha con lo actuado por la Sección de Seguridad Personal de la Unidad Regional I y por el apoyo recibido de parte de la fiscal que interviene en el caso, Milagros Parodi, pero manifestó preocupación por lo que pueda ocurrir en la Justicia.

El hecho tuvo lugar en la cuadra de calle Ángel Cassanello al 1900. “Un supuesto cliente, que había pedido turno por teléfono, se presentó poco después de las 11. Era un hombre grandote, bien vestido y elegante. Mientras yo me estaba desinfectando las manos y mi secretaria tomaba nota en la computadora, él le abrió la puerta a dos cómplices. Rápidamente nos maniataron con precintos plásticos y nos hicieron arrodillar en el comedor. El que parecía el jefe le dio entonces el arma al otro que era flaco y alto, quien nos apuntó para que no nos moviéramos, pero nunca nos golpeó o amenazó”, relató esta mañana la dueña de casa.

“Se ve que estaban muy mal informados -agregó-. Me pedían 250 mil dólares, que nunca tuve. Revisaron todos los ambientes de la vivienda. Yo sólo tenía un poco de plata ahorrada para hacer un viaje. Les indiqué dónde estaba y lo tomaron. También le sacaron algunos billetes que mi hija guardaba en su billetera y otros objetos como alhajas, un teléfono celular y hasta un acordeón que nos habían prestado”.

La podóloga les advirtió luego que un matrimonio estaba a punto de llegar para el siguiente turno. Recién entonces, los ladrones cerraron las persianas. “Lo que más asusta es la impunidad con la que se movían, estaban muy tranquilos. ‘Bueno, ahora nos vamos. Esperá 10 minutos y después llamá a la policía’, me dijo el que parecía el jefe”, narró.

Los delincuentes habían destruido todos los celulares que encontraron, pero se olvidaron de hacer lo mismo con un teléfono inalámbrico. “Como pude, todavía maniatada, llamé al 911. Luego, salimos corriendo a la vereda, desesperadas. Vecinos y clientes comenzaron a seguir a los malvivientes por algunas cuadras y a dos de ellos que iban a pie los agarró una patrulla de la Policía Federal que pasaba casualmente por el lugar”, manifestó la vecina.

A partir de allí, la fiscal Parodi y la Sección de Seguridad Personal comenzaron una investigación que llevó a la detención de otros tres sujetos, en la zona norte de la ciudad. Según pudo saberse, serían fuertes los elementos que comprometen a los cinco apresados.

“Es importante que la gente se involucre. Yo ahora estoy encerrada y tengo miedo, porque no sé lo que puede pasar, pero todos tenemos que aportar nuestro granito de arena para que cosas así no sucedan más. Yo quiero agradecer a la policía y a la fiscalía por cómo actuaron, pero la Justicia parece amparar al que comete un delito y abandonar a la víctima”, se quejó la mujer asaltada.