El sábado, en ATE Casa España
Desde el jardín
El sábado, en ATE Casa España
Desde el jardín
La popular Adriana presentará su nuevo espectáculo “El recital de los chicos (Las canciones del jardín)”, con lo mejor de su repertorio y sus personajes.

Adriana acompañada en el escenario por El perro Timoteo y el chancho Cholito, dos de sus más conocidos personajes.
Foto: Gentileza producción/Julieta Zubiri
Ignacio Andrés Amarillo
Adriana Szusterman, Adriana a secas para chicos y grandes, vuelve a Santa Fe de la mano de un nuevo espectáculo, “El recital de los chicos (Las canciones del jardín)”, con los temas más pedidos por las familias. Será este sábado desde las 15.30, en ATE Casa España (Rivadavia 2871).
Antes de su venida, la ex maestra del jardín Amapola dialogó con El Litoral sobre su presentación y su actualidad.
Nuevos clásicos
—¿En qué consiste “Las canciones del jardín”?
—Lo que hicimos, como hace bastante que no andamos por allí, es armar un recital que tenga todas aquellas canciones que son los hits que suelen pedirnos los papás por las redes sociales. Tenemos un contacto muy directo con la gente que nos escribe a nuestro Facebook, “Cantando con Adriana Oficial”, y lo armamos a medida, con todos los temas que ellos y sus hijos quieren escuchar.
Digo ellos porque los papás suelen ser más fanáticos que los niños: los que gritan “otra” cuando termina el show son los padres.
—¿Cuáles son las que más te piden?
—“El perro Timoteo”, “El chancho Cholito”, “La señora Cucaracha”, “Bartolo con su orquesta”, “Michu”, “Poing Poing el sapo de los chicos”, la canción del sapito más querido por los niños del país.
Y por supuesto que llevamos sorpresas: hay un nuevo personaje que es Lulú; en realidad no es nuevo, es una amiga del perro Timoteo que me parece que se está enamorando. Compusimos un nuevo tema que lo llevamos de sorpresa, es muy divertido.
—Lograste imponer en el imaginario de la música infantil un montón de canciones. Vos arrancaste buscando canciones en el pasado y ahora ya “las canciones de Adriana” es algo particular.
—Es muy emocionante: cuando yo era maestra comencé compilando las canciones que se escuchaban en todos los jardines y dando mis propias versiones, pero ahora cada vez más la gente pide mis propios temas. Es muy emocionante cuando ya forman parte de los clásicos de los niños pequeños: cuando los piden, y ves bailar y cantar con tanta alegría a toda la familia.
Ése también es uno de los ejes de nuestro espectáculo: podés integrar a los grandes que pueden sentirse niños un ratito más. No te das una idea lo que lo agradecen los chicos y los grandes: son vivencias de tu infancia que no se olvidan. Es un recuerdo hermoso. Y la forma en que la gente participa: no es que estás acompañando a tu hijo: estás jugando a la par de los chicos; y es muy emocionante ver ese clima que se genera cuando nos juntamos en cada recital, chicos y grandes. Me cuesta encontrar las palabras para manifestar lo que se refleja en un momento así.
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Camino propio
—Por un lado trabajaste con chicos y en fiestas infantiles, y por el otro lado siempre tuviste una vocación artística, te formaste musicalmente. ¿Cómo fue que lograste hacer de las dos cosas una?
—Fue un pasaje muy paulatino. Siento que la vida me fue llevando. Pasados los años, encuentro que todo lo que había estudiado, no sólo lo que tiene que ver con comedia musical, guitarra, canto y actuación, sino toda mi carrera docente, todo había sido por algo.
Eso lo entendí después, cuando subo al escenario y puedo conjugar todas esas vocaciones que tengo y lo puedo presentar. Cuando dejé la docencia, fue porque de a poquitito fui encontrando otra manera de comunicarme con los chicos, que fui descubriendo en el jardín cuando hice mis primeros discos: eran para mis alumnos, simplemente para ellos.
Me fui dando cuenta lo que la música generaba en ellos y en sus papás, cuando ellos podían llevar a su casa un pedacito del mundo del jardín. A la vez trabajaba en otras compañías teatrales, y conjugué todo lo que me estaba pasando: la actuación, el baile, lo que se generaba en la salita de jardín cuando podía transmitir los contenidos pedagógicos a través de una canción, o simplemente cantar y bailar y la alegría que generaba en los chicos.
Y la respuesta que tenía en los papás, porque venían y decían: “Sabés que baila todo el día, no para de cantar, sabés la alegría que siente”. Entonces dije: guau, si esto se genera en una pequeña salita de jardín, por qué no empezar a difundirlo de otro modo.
Pero con mucho temor, con muchas expectativas: no tenía ni idea de qué respuesta iba a tener de la gente. Hace 14 años que arranqué en teatro, y no dejo de sorprenderme, de emocionarme, de llorar después de cada función. Porque es bastante atípico el modo en que llegamos nosotros: no vengo de un programa de televisión, es del boca a boca de cada familia desde hace 14 años. Entonces me sorprende, me emociona, lo agradezco totalmente, porque es muy intensa la vivencia que pasamos en cada encuentro.
—Una de las cosas que siempre se destaca es tu independencia: vos arrancaste con tu proyecto y fue creciendo por fuera de los canales habituales de los productos no sólo para niños, que suelen pasar por la televisión y las grandes discográficas.
—La verdad es que sí. Y está bueno que muchas personas se acercan y escriben, y por ahí te hace sentir eso: que soy una persona común y corriente, que no vino de los medios o es “hija de”, o “conocida de”; que si tenés un sueño y trabajás en ello (no es que vino de arriba), no bajando los brazos, sorteando las piedras que se atraviesan en el camino (que son bastantes) se puede. Y el mensaje de creer profundamente en los sueños, pero ponerse en acción.
Iniciativa solidaria
—¿Qué es Botiquín para el Alma?
—Es un proyecto que iniciamos hace un par de años, y tiene que ver con llevar a los espacios de hospitalización un poquitito de alegría. No solamente llevar alegría a los niños que van a un teatro, sino saber que hay muchos nenes que no la están pasando demasiado bien por momentos; voy a visitarlos a los hospitales, y veo esas salitas tan grises, que tan poco tienen que ver con los niños...
Arrancamos por el Hospital de Clínicas, decorando y remodelando toda la sala de espera de Pediatría: era un espacio muy gris y muy triste, y se llenó de color; todos los personajes están plasmados en las paredes. Lo logramos gracias a la ayuda de un montón de empresas que se acercaron a colaborar apenas yo conté este nuevo sueño: nos han dado desde la pintura, televisor, DVD, cuentos.
Ellos me enseñaron que el alma de un niño no se enferma. Y está bueno que le podamos ofrecer juegos, que es el modo en que crecen, aprenden, se comunican. Y que esa alegría los va a ayudar a pasarla un poquitito mejor, sobre todo en un momento tan difícil.
—¿Cómo sigue tu 2014?
—Sigue girando por el interior del país, y preparando un estreno para Capital a partir del 6 de julio con un nuevo show. Editando videos nuevos para los niños y sus familias, creando muchísimos contenidos.
+ información
www.cantandoconadriana.com.ar
Facebook: “Cantando con Adriana Oficial”
Twitter: @cantandoadriana