Mañana

Saltando en la “Rompiente”

Cirse se subirá al escenario de Tribus Bar & Arte para presentar su nuevo disco, con Cúmulo, Maldita María y Sólo un Recuerdo como bandas invitadas.

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Para la vocalista Luciana Segovia, ser soportes de Metallica “fue una experiencia inolvidable” y “una oportunidad única”, que supieron aprovechar. Foto: Gentileza producción/Nico Danza

 

Ignacio Andrés Amarillo

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Mañana desde las 21, en Tribus Bar & Arte (Pedro Vittori 3523), Cirse vuelve a Santa Fe en el marco de la Gira Rompiente 2014, para mostrar su nuevo rumbo artístico. En la ocasión, las bandas soportes serán Cúmulo, Maldita María y Sólo un Recuerdo.

Las anticipadas pueden conseguirse en Tribus, Megaforce (Local 32 - Galería Colonial), Terco Rock&Tour (Corrientes 367, Paraná) o pedirlas por mensaje de Facebook a las bandas locales.

Luciana Segovia es la voz y la imagen de una formación que completan Gabriel Leopardi (guitarra), Christian Nek Bonelli (guitarra), Ziva Leopardi (bajo y Martín Magliano (batería). Desafiando los problemas de comunicación de la lluvia en zona metropolitana, charló con El Litoral sobre la actualidad del proyecto.

—¿Cómo vivieron el ser soportes de Metallica?

—Fue una experiencia inolvidable: la verdad es que la productora nos invitó a tocar, porque Carajo se había bajado. No pudimos decir que no; estábamos muy conscientes de que Cirse hace otro estilo, pero es el sueño del pibe: tocar en el Estadio Único, con la banda más grande del rock pesado, del metal, era algo que iba a quedar marcado en nuestras vidas para siempre.

Estábamos bastante preocupados y nerviosos por dar un buen show, porque teníamos muy poquito tiempo, media hora, así que tratamos de dar un show conciso y mostrar lo que Cirse es. Una oportunidad única, y no había que desaprovecharla. Estábamos muy concentrados, muy emocionados también, porque los conocimos y supimos que (los integrantes de Metallica) estuvieron viendo el show, todo muy movilizante. Sacando que el lugar era abrumador, porque todo era muy grande: el escenario, la cantidad de gente que estaba mirando. Es una experiencia que le voy a contar a mis nietos.

—De todos modos, ustedes saben dar shows contundentes en festivales como Pepsi Music, Personal Fest o Cosquín Rock.

—Tuvimos la posibilidad de tocar en varios festivales, así que sabemos lo que es tocar poquito tiempo. Por eso ponemos toda la carne al asador y tratamos de hacer los temas más poderosos y que más nos gustan en vivo.

Al palo

—¿Cómo llevan la presentación del disco?

—Con mucha adrenalina: es mucho más rockero que “Imaginario”, nos gusta mucho tocarlo en vivo. Compusimos “Rompiente” con la idea de los vivos, de lo que más nos gustaba tocar (temas más al palo), así que en todos los lados a los vamos lo hacemos recontentos, porque sabemos que el recital va a ser una fiesta, va a haber mucho pogo y va a explotar.

—¿Cómo fue la experiencia de componerlo y grabarlo?

—Tuvo un proceso bastante extraño. La banda vivía toda en Adrogué, y nos empezamos a mudar a diferentes lugares: yo a zona norte, otro a Capital, otro se quedó en zona sur, incorporamos un guitarrista en zona norte y el batero de Capital. Así que fue muy difícil juntarse a componer: empezamos por medio de mails, donde Gabriel nos mandaba una idea, una maqueta, y yo después le hacía la letra.

Hicimos un montón de canciones, después nos encontramos todos juntos en la sala con el productor, Martín Herrero, donde la meta de él era juntarse y hacer sonar los temas.

La suerte es que nos dimos cuenta de que sonaba, automáticamente, y tiene que ver con la cantidad de años que venimos laburando juntos. Lo tocamos bastante en la preproducción y entramos a grabar, con la sorpresa de que el resultado era justo lo que queríamos hacer: definir el sonido cirsero, el estilo también, hacerlo más pesado. Quedó un disco que superó nuestras expectativas.

—¿Cómo sentís que lo está tomando el público de siempre?

—Ellos están más pendientes que nosotros. Con el tema del nuevo material estaban súper pendientes: hacia dónde íbamos, las nuevas letras: se identifican muchísimo, nos lo hacen saber y tenían mucha curiosidad. Teníamos la presión de superar el disco anterior, y nos hicieron saber que estaba mejor que el anterior, que tenía mucha más fuerza, y eso se refleja en el vivo cuando ellos no paran de poguear. El crecimiento pasa mucho por la relación con el público.

Maduración

—A fines del año pasado decías que “Cirse no conoce su techo”, y en lo que va del año ya les fue mejor de lo que esperaban. ¿Cómo sigue el camino?

—Queremos conocer todo el país mostrando el disco, ya que como banda independiente es muy difícil llegar a todos lados y que te conozcan. Entonces la mejor manera es visitar el lugar, ofrecer la música, llevar los discos y que la gente te empiece a conocer. El objetivo de Cirse es volverse nacional, empezar a tocar por el país y que haya cirseros por todos lados.

—Siempre hiciste letras muy personales y “expuestas”. ¿Cómo sentís que tu maduración influye en tu escritura actual?

—Cien por ciento: lo que tenés en la cabeza, lo que vas viviendo, lo que vas creciendo también crecen tus ideas, tus experiencias y tus palabras. Es como que la maduración se plasma en todos lados. Quizás me tocaron experiencias para poder contar cuando era más chica, y ahora puedo hablar de otras cosas, como el miedo. Uno siempre tiene miedo y nunca se puso a pensar qué es lo que hace sentir el miedo y por qué. Entonces le hice una canción al miedo. También el sentirse mal por algo que pasó y no poder hacer absolutamente nada salvo esperar a que pase: esa es la canción “Rompiente”.

Escribir sobre otras cosas me pareció muy acertado, y descubrirme a mí sintiendo esas cosas o pensando sobre esas sensaciones me hace sentir bien, me hace ver la maduración.