llegan cartas

Marginalidad e inseguridad

JOSÉ LUIS DE IRIONDO

DNI 13.190.634

En el primer aniversario de la elección del Papa Francisco, el vicario del Opus Dei en la Argentina, Mariano Fazio, apuntaba que “una vez leí que Félix Luna decía que para que hubiera grandes cambios en la historia debían confluir grandes ideas, grandes hombres y circunstancias determinantes. El 13 de marzo de 2013 parece haber sido uno de esos días destinados a ser hitos de la historia. Ese día la Iglesia amplió sus límites. Ese día los pobres estuvieron en primera fila, las periferias se convirtieron en el centro”.

La Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium del Santo Padre Francisco aclara que no es un documento social, y además que no es función del Papa ofrecer un análisis detallado y completo sobre la realidad contemporánea. Dice: “Procuraré concentrarme en dos grandes cuestiones que me parecen fundamentales en este momento de la historia y que desarrollaré con bastante amplitud, porque considero que determinarán el futuro de la humanidad. Se trata en primer lugar de la inclusión social de los pobres y, luego, de la paz y el diálogo social”.

Que cada vez más se mencione este documento en citas y declaraciones publicadas es una cosa extraordinaria y sin dudas muy bueno para nuestro país.

Es que llevados por su texto (no a la inequidad que genera violencia...) terminamos hablando de la inclusión social de los pobres, lo cual supone que seamos dóciles y atentos para escuchar el clamor del pobre y socorrerlo (187). El conflicto no puede ser ignorado o disimulado. Ha de ser asumido. Pero si quedamos atrapados en él, perderemos perspectivas, los horizontes se limitan y la realidad misma queda fragmentada. Cuando nos detenemos en la coyuntura conflictiva, perdemos el sentido de la unidad profunda de la realidad. (226)

Dice el doctor Abel Albino, en una conferencia grabada en el año 2007: “O actuamos sobre la marginalidad, o si no, no nos quejemos. No hablemos de inseguridad”.

Escuchando a los que saben, tal vez se puedan plasmar políticas de Estado que definan un plan para los próximos treinta años.