En el marco de la difícil situación en General Motors
En el marco de la difícil situación en General Motors
Buscan acuerdo de precios para la industria automotriz
Lo dijo el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, en una visita a Puerto General San Martín.
Germán de los Santos
Corresponsalía Rosario
Un día después de que se conociera que la automotriz General Motors evalúa reducir un 35 por ciento el salario de los trabajadores suspendidos en julio próximo, el jefe de Gabinete Jorge Capitanich aseguró que el gobierno “busca mecanismos para generar un acuerdo de precios” del sector, y también “trabaja para sellar un acuerdo con Brasil, para recuperar la demanda externa para que se mantenga el nivel de actividad” en las terminales.
“Estamos trabajando con el ministro de Economía, Axel Kicillof, para crear un mecanismo que nos permita generar un acuerdo de precios en el sector y sellar un pacto con Brasil para recuperar la demanda externa a los efectos de mantener el nivel de actividad”, señaló el jefe de Gabinete en Puerto General San Martín, donde participó al mediodía de un acto, en el que se inauguró el Centro de Contrataciones (Cedecon) de la Cooperativa de Trabajos Portuarios.
La crisis de General Motors es una de las principales preocupaciones del gobierno en una coyuntura cada vez más compleja, donde la producción industrial sintió en el último trimestre los cimbronazos de los vaivenes económicos.
Al ser consultado sobre la posibilidad de que el gobierno nacional, a través de Anses, vuelva a otorgar créditos al sector, como ocurrió en 2009, el jefe de Gabinete advirtió que “no ha ingresado ningún pedido ni notificación por parte de la empresa”. “El martes a última hora hemos estado trabajando con los ministros de Trabajo, Carlos Tomada, y de Industria, Débora Giorgi, a los efectos de verificar la información del sector automotor. Estamos siempre atentos al monitoreo de la actividad. Trabajamos para el sostenimiento del nivel de empleo con la industria automotriz y el sindicato”.
Polo exportador
Ante el riesgo de que empiecen a surgir reclamos gremiales, no ya por cierre de paritarias que la mayoría de los gremios acordaron o están cerrando en torno al 30 por ciento sino por pérdida de puestos de trabajo, Capitanich desembarcó en el polo agroexportador de la mano de Herme Juárez, quien está al frente, desde 1969, del Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (Supa) y de la Cooperativa de Trabajadores Portuarios.
Este dirigente fue el que garantizó la “paz social” en el cordón industrial, tras un acuerdo que se firmó hace dos semanas en la Jefatura de Gabinete entre los gremios del sector y las empresas. Capitanich explicó: “Trabajamos una tregua por 120 días para generar las condiciones que nos permitan lograr el desarrollo pleno de la actividad portuaria para promover los embarques que generan un flujo muy importante de divisas para el país y además también significa atender a la capacidad de almacenamiento y procesamiento de soja que va a tener una cosecha récord”, sostuvo el jefe de Gabinete.
Capitanich se comprometió, por su parte, a entregar créditos Procrear a los trabajadores del Supa para la construcción de 130 viviendas en terrenos que posee la cooperativa. En el acto, Juárez anunció que “los trabajadores portuarios no tendrán que pagar más el Impuesto a las Ganancias”. “Hemos decidido desde la Cooperativa absorber en su totalidad este aporte fiscal al Estado, haciéndonos cargo del mismo como entidad y liberando el bolsillo de nuestra gente para incrementar su poder adquisitivo”, destacó Herme Juárez y, mirando a todos los presentes, enfatizó: “A partir de hoy el aumento salarial será del 35 por ciento retroactivo al mes de enero”. También remarcó que los sueldos de la actividad “son los más altos del país”.
Este anuncio forzó a que Capitanich diera una explicación. El jefe de Gabinete dijo: “El mínimo no imponible es una legislación nacional, pero lo que ha hecho Juárez -al disponer de recursos de la Cooperativa para que el trabajador perciba su sueldo libre de impuestos- es una demostración de su liderazgo sindical”.
Una de cal y otra de arena
Durante la mañana, el jefe de Gabinete Jorge Capitanich visitó el frigorífico Marfrig de capitales brasileños ubicado en la localidad de Hughes, que había dejado de faenar desde el mes de febrero. La empresa Marfrig, donde hay 600 trabajadores, reabrió sus puertas tras las negociaciones realizadas con el Estado nacional, que garantizó el reintegro de más de 9 millones de dólares adeudados en concepto de devolución de IVA y otras ayudas que permitirán la estabilidad laboral de sus trabajadores. El frigorífico, que emplea a operarios de Hughes y de Wheelwright, Labordeboy y Venado Tuerto, entre otras localidades, es la principal fuente de trabajo de esa zona.
Luego, a media mañana, Capitanich tenía previsto dirigirse a Casilda para visitar la planta de la empresa de máquinas agrícolas Gherardi, pero un conflicto gremial originado en la falta de pago de una quincena hizo desistir a la comitiva oficial de llegarse hasta la ciudad de Casilda.
Reunión
El ministro de Trabajo de Santa Fe, Julio Genesini, se reunirá hoy en Rosario con los representantes de Smata para analizar la crisis que atraviesa la automotriz General Motors, que decidió iniciar un plan de suspensiones durante mayo y junio en la planta de General Alvear. La reunión se concretará un día después de que el gremio rechazara un planteo de la empresa de reducir un 35 por ciento el salario durante el tiempo no trabajado en julio. El lunes está previsto que directivos de GM y Smata retomen las negociaciones. El gremio plantea que, de acuerdo al convenio colectivo, la automotriz no puede reducir el salario hasta que no se agote el denominado banco de horas.