El pico llegaría a la ciudad a fin de mes
El pico llegaría a la ciudad a fin de mes
En alerta por una crecida del Paraná
El INA ya emitió una advertencia sobre la histórica crecida del río Iguazú, pero los técnicos están proyectando el impacto de la crecida del Paraná en todo el Litoral. Las intensas lluvias que se produjeron en el tramo inferior de la cuenca del río Iguazú son la principal causa del repunte del río.

Correntada. Al igual que en julio del año pasado, en este momento el río Iguazú corre con mucha fuerza en las Cataratas del Iguazú.
Foto: Archivo El Litoral
Gastón Neffen
El cierre de la pasarela de la Garganta del Diablo, en las Cataratas del Iguazú (en Misiones), vuelve a ser el prólogo de una nueva crecida del río Paraná. Es que las intensas lluvias que se registraron durante el fin de semana en el tramo inferior de la cuenca del río Iguazú y sobre la cuenca no regulada del Alto Paraná, la más próxima al embalse de Itaipú (en el sur de Brasil) están derivando mucha agua al río Paraná.
“Estamos siguiendo la situación desde la semana pasada. Es muy probable que en las próximas horas se supere el nivel de evacuación en Andresito y en Puerto Iguazú el río va a correr a más de 40.000 metros cúbicos por segundo. Es una crecida que puede ser más importante que la del año pasado”, confirmó a El Litoral Juan Borús, del Sistema de Información y Alerta Hidrológica de la Cuenca del Plata (SiyHA), que depende del Instituto Nacional del Agua (INA). “El pico de 40.000 metros cúbicos por segundo en Cataratas superaría los registros de los últimos 40 años”, informó el SiyHA, en un informe preliminar que publicó a media mañana.
Durante este lunes, los especialistas del SiyHA analizarán los modelos hidrológicos para proyectar el impacto de la crecida a lo largo de la cuenca del Paraná. El ingeniero Borús adelantó a El Litoral que una vez que estén terminados estos primeros estudios -luego del mediodía- se emitirá el alerta oficial de crecida para la cuenca del Paraná.
En el Parque Nacional Iguazú, durante el fin de semana la Administración de Parques Nacionales activó el protocolo de seguridad en el circuito superior y se quitaron las pasarelas desmontables que llevan a la imponente Garganta del Diablo para evitar que las destruya la fuerte corriente del río.
En Andresito, el río ya estaba a centímetros del nivel de evacuación esta mañana (que es de 13,50 metros). Y en Puerto Iguazú, al lado de la desembocadura en el Paraná, el río creció 6 metros en un día y estaba en 25 metros esta mañana.
Aguas abajo
Con los datos actuales, el INA proyecta que la crecida superaría los 6,90 metros en Corrientes, el fin de semana que viene. El pico llegaría a Santa Fe a fin de mes, entre el 25 y el 28 de junio, según las primeras estimaciones del SiyHA.
A diferencia del año pasado, cuando el río estaba bastante bajo, esta vez la crecida va a impactar sobre una cuenca que está unos centímetros por encima de su valor “normal” en esta región. En este momento, la altura del río en Santa Fe es de 4,14 metros, casi unos 40 centímetros por encima de la media para esta época del año (que es de 3,76 metros, según los niveles medidos en el período 1989/2013).
Al cierre de esta edición, el INA no tenía las primeras proyecciones terminadas de la crecida para la ciudad de Santa Fe, pero el ingeniero Borús adelantó que es muy probable que el río supere el nivel de alerta, que es de 5,30 metros (el de evacuación es de 5,70 metros).
Como en cada crecida del Paraná, las familias más vulnerables son las que viven fuera del anillo de defensa, por ejemplo en La Vuelta del Paraguayo, pero habrá que esperar las proyecciones oficiales del INA para sacar más conclusiones.
4,14
metros
era la altura del río en Santa Fe esta mañana. Está unos 40 centímetros por encima del promedio para esta época del año (3,76 metros). Según las primeras estimaciones del INA, la crecida llegaría a fines de junio.
40.000
metros cúbicos
por segundo es la cantidad de agua que en este momento pasa por la zona de las Cataratas del Iguazú, según los datos del INA, que denominó como histórica la crecida del río Iguazú.
análisis
por Lía Masjoan
Un año con mucha agua
Nadie arriesga aún el impacto ni la intensidad que tendrá El Niño. Tampoco las zonas de la región que resultarán más afectadas. Se espera, sí, que las lluvias intensas que suele traer comiencen a caer a partir de la primavera. Pero la experiencia indica que el fenómeno suele quedarse por varios meses.
El pico de crecida del Paraná llegaría a fines de este mes, afortunadamente en una de las épocas menos lluviosas del año. Sin embargo, según los primeros pronósticos, será un tanto mayor al que se registró el año pasado, y se producirá sobre una cuenca que ya está unos centímetros por encima de su valor normal.
De cuánto baje el río entre el invierno y la primavera; y de la intensidad con que El Niño llegue a la región, dependerá el grado de complicaciones que tendrá que afrontar la ciudad. El peor escenario es la combinación de los dos factores: ríos altos (con napas elevadas que impiden el rápido escurrimiento del agua en superficie) y lluvias intensas.
Antes de que todo llegue, la Municipalidad ya abrió el paraguas y se prepara para afrontar un año con mucha agua. Revisar y poner a punto las defensas costeras, en coordinación con el gobierno provincial, y toda la infraestructura de desagües será el principal desafío a afrontar, si se cumplen los pronósticos.