Por primera vez, un vicepresidente declara en Tribunales

Boudou responsabilizó a la Afip y los Ciccone

Amado Boudou habló en su propia defensa. Luego aceptó responder preguntas del juez y del fiscal: dejó serias dudas. Intentó -sin resultados- discutir con el juez sobre las pruebas.

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El titular del Senado de la Nación, ayer al dejar el despacho del juez Ariel Lijo, donde estuvo casi 7 horas. Foto: Télam

 

De la redacción de El Litoral

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DyN

El vicepresidente Amado Boudou enfrentó ayer una extensa declaración como acusado en el caso Ciccone, donde ratificó que no conoce al monotributista Alejandro Vandenbroele, cuya sociedad The Old Fund (TOF) controlaba la compañía que adquirió la imprenta de billetes, que era contratada por la Casa de la Moneda cuando ejercía el cargo de ministro de Economía, y que luego fue expropiada por el gobierno nacional.

Boudou fue interrogado por el juez Ariel Lijo respecto de cómo es que no conoce a Vanderbroele, quien ocupó su departamento de Puerto Madero (el piso 25 de Juana Manso 740), sobre cómo es que no ha tratado nunca con quien se convirtió en el titular la línea telefónica de ese inmueble (la titularidad de la línea cambió el apellido Boudou por el de Vanderbroele); o sobre cómo es que su hermano Sebastián utilizó pasajes aéreos que facturó TOF. Las respuestas del compareciente fueron elusivas. En ningún caso cuestionó esos hechos, y en cambio expresó siempre que terceras personas se encargan de la administración de sus bienes.

También dijo que no conoce a Sergio Gustavo Martínez, ex socio minoritario de The Old Fund y con quien, según varias fuentes consultadas, se conocen desde la juventud en Mar del Plata.

“No, no sé”, respondió cuando se le preguntó si su ex jefe de gabinete en el Ministerio de Economía, Guido Forcieri, conocía a Vandenbroele. (De ambos existen registros de comunicaciones telefónicas).

Estas dos cuestiones, el teléfono que pasó a manos de Vandenbroele y su (no) relación con Martínez y el papel de Forcieri fueron algunas de las principales dudas que dejó en Tribunales, cuando Boudou aceptó responder preguntas del juez y del fiscal Jorge Di Lello.

Contra Echegaray

Pero además, durante el primer tramo de su declaración, Boudou habló de su participación en el proceso de “salvataje” impositivo que el gobierno le dio a Ciccone.

Allí, volvió a involucrar al titular de la Afip, Ricardo Echegaray. Dijo que la principal ayuda a la empresa, una moratoria especial, fue por decisión de su compañero de gabinete. Echegaray da otra versión, similar a la que expresó el juez Lijo en el llamado a indagatoria al vice. Y es que el entonces ministro de Economía fue quien realmente impulsó esa resolución, cuando avaló el plan de pagos por escrito.

Además, Boudou pidió medidas de prueba como peritar los libros de Ciccone y las firmas de los ex dueños de la imprenta. Siempre según fuentes judiciales, también le apuntó a la firma Boldt, que alquilaba la imprenta hasta que desembarcó The Old Fund, y a la familia Ciccone. “Criticó la investigación y al juez Lijo por no haber querido seguir la ruta del dinero”.

En un sentido similar, ayer también la Sala I de la Cámara Federal le ordenó al magistrado que investigue de dónde salieron los fondos para levantar la quebrada Ciccone Calcográfica e impulsar a la nueva Compañía Sudamericana de Valores (CSV), después del favorable dictamen de la Afip para facilitarle el pago de deudas impositivas.

El “compareciente” y las pruebas

El vicepresidente de la Nación Amado Boudou no logró dialogar con el juez. Y mucho menos debatir, nada menos que sobre las pruebas, con Ariel Lijo.

El magistrado lo impuso de que lo que se estaba llevando a cabo no era “un diálogo” sino “su defensa”. Y para dar por cerrado el tema le sugirió, sin más consultar con sus abogados.

La lectura de la declaración comienza con un formalismo que igualmente es impresionante: dice que “el compareciente (...) manifestó ser y llamarse Amado Boudou (...) licenciado en Economía y actualmente ejerciendo el cargo de vicepresidente de la Nación”.

A continuación, copia textual de un momento de la declaración de ayer. (El Litoral ha agregado comillas al comienzo de cada párrafo y el subrayado pertenece al original).

Dice Boudou: “Todas las respuestas a la imputación están en el expediente, que necesariamente he tenido que transitar con su lectura para venir a esta instancia. También es cierto que estas respuestas han sido desviadas, ocultadas o parcializadas en la información que el señor juez fue anticipando a los diarios Clarín y La Nación, tal como quedará demostrado en la secuencia de noticias y hechos que sucedieron en la causa, que dejaré prueba de lo mismo. De esta manera, se ha preferido la intermediación mediática por sobre la posibilidad de cada ciudadano de poder ver lo que hoy aquí sucede. En términos centrales se quieren crear relaciones que no existen para tapar las que sí existen. Y como ciudadano y no en términos formales como hicieran mis abogados, gentilmente reitero al juez la posibilidad de que esto sea conocido por todos.

“Quiero ahora pedir que en el comienzo de la imputación y en la prueba que fue leída al comenzar y analizada en nuestra reunión con mis abogados, me gustaría poder entender la relación entre algunas aseveraciones y la prueba.

Le pregunto con todo respeto al señor juez, de qué prueba surge que yo sea dueño o haya adquirido como dice la afirmación la firma Ciccone a través de TOF (The Old Fund).

“Enseguida el juez le manifestó al compareciente que no era un diálogo lo que se estaba llevando a cabo, sino su acto de defensa, y que como magistrado tenía oportunidades procesales que cumplir y no era ésta la pertinente para expedirse sobre la prueba. Le indicó que al respecto podía consultar con sus abogados defensores.

“El compareciente expresó: He leído la prueba, he leído, la conozco y me gustaría saber la relación entre la prueba y ser dueño de esa empresa. Yo no soy abogado, pero me considero muy avezado en lógica formal. Y la misma pregunta cabría interpretar sobre cuál es la prueba concreta para decir que yo paré una licitación o que el Estado Nacional quiso adquirir la planta.

“Tras ello el Dr. Pirotta (abogado del compareciente) expresó que lo que el licenciado Boudou quería saber era la prueba que sustentaba la afirmación de cuál es el dueño de la empresa.

“Luego el juez consideró: La dinámica del hecho está expresada, junto con la prueba. No hay restricciones para las partes a su acceso. Lo que pide el compareciente no es propio de este acto procesal. Pide aclaraciones al juez que no son propias de este acto”.