Capítulo 2

El mundo da para todo

Enrique Cruz (h) (Enviado Especial a Belo Horizonte)

  • Si mi amigo Rodrigo Díaz estaría aquí, ya hubiese “marchado” un rico asado, de esos que él es capaz de hacer. Pero lo tengo a Néstor Clivatti, que anteanoche nos deleitó con una presas de pollo hechas a la cacerola, que arrancaron bien pero que se fueron achicando de una manera considerable, al punto tal que nos terminaron salvando un par de pizzas compradas de casualidad.

Por eso, rodeado de tantos como estoy en este departamento ubicado en el barrio de la Candelaria —humilde y de gente trabajadora—, no me sorprendí en absoluto cuando anoche aparecieron los siempre bien recibidos “spaghetti a la bolognesa”, para los cuales, obviamente, no colaboré absolutamente en nada, salvo lavar los platos... ¡Para lo que he quedado!

Volvamos a lo nuestro y dejemos estas cuestiones culinarias de lado. Ayer, en la concentración argentina, había dos brasileños con la camiseta nacional. Me acerqué a preguntarles si se habían hecho hinchas de Argentina y me contestaron que sí... ¡Fue lo único que entendí, pero ellos hablaron dos o tres minutos largos!... Si me insultaron o no, sinceramente no lo sé. Pero les pregunté que eligieran entre Messi y Maradona, y eligieron a Messi. Y les pregunté lo mismo por Maradona y Pelé, y contestaron que preferían a Maradona.

La verdad es que los brasileños me desconcertaron. Es como si un hincha de Boca se lava la boca hablando del Beto Alonso o uno de River idolatra a Palermo, a Riquelme o a Giunta, que pegaba casi tantas patadas como Charly Sandaza cuando maltrataba pelotas y rivales jugando fútbol 5. Que un brasileño diga que Maradona es más que Pelé, es lo mismo que si un hincha de Colón dice que el Turco Alí fue mejor que el Bichi Fuertes o que un tatengue ovacione al “20” que se cansó de batir todos los récords habidos y por haber con la rojinegra sabalera. Pero así es la vida, así es el fútbol y así son los brasileños. Supongo que no todos pensarán igual y calculo también que la mayoría, a lo sumo, dudará entre Pelé y Garrincha, o entre Pelé y Ronaldo. Pero no serán muchos los que se rendirán ante estos dos monstruos que dio el viejo y querido fútbol argentino.