En una operación militar a gran escala

EE.UU. cerca a talibanes en Pakistán

  • Los drones norteamericanos han vuelto a actuar tras medio año de interrupción y han provocado la muerte de 16 insurgentes días después de que los talibanes lanzaran un espectacular ataque contra el mayor aeropuerto del país asiático.
EE.UU. cerca a talibanes en Pakistán

Así quedó parte del aeropuerto de Karachi tras el ataque de un comando talibán en la medianoche del domingo que terminó con un saldo de 38 muertos. Foto: Agencia EFE

 

Redacción El Litoral

Agencias EFE/DPA

Los drones de Estados Unidos han vuelto a actuar en Pakistán tras medio año de interrupción y han causado la muerte de 16 presuntos insurgentes apenas días después de que los talibanes lanzaran un espectacular ataque contra el mayor aeropuerto del país asiático.

Dos ataques se sucedieron anoche con pocas horas de diferencia en la región tribal de Waziristán del Norte, considerada el principal bastión de los yihadistas en el noroeste de Pakistán.

El primer ataque tuvo lugar en el distrito de Ghulam Khan, donde un aparato no tripulado disparó dos misiles contra sendos coches y acabó con la vida de los seis supuestos talibanes.

Un miembro del organismo de coordinación de las áreas tribales, Rehmán Sha, afirmó desde la cercana ciudad de Pesháwar que en los vehículos viajaban dos milicianos locales y otros cuatro de origen uzbeko.

Este hecho vincula el bombardeo estadounidense con el ataque realizado el lunes por un comando suicida contra el mayor aeropuerto de Pakistán, en la ciudad meridional de Karachi, donde murieron más de treinta personas.

La acción fue reivindicada por el Movimiento Islámico de Uzbekistán, un grupo armado uzbeko que combate desde hace años contra la presencia aliada en Afganistán y que encuentra refugio en la zona fronteriza entre ese país y Pakistán.

El segundo ataque con drones tuvo lugar en el distrito de Darpakhel, donde un avión no tripulado estadounidense lanzó hasta seis misiles contra un grupo de casas y acabó con la vida de diez supuestos miembros de la insurgencia.

El último ataque con aviones espía estadounidenses se había registrado en la madrugada del pasado 26 de diciembre, cuando un dron acabó con la vida de cuatro talibanes en la misma región tribal.

Tras llegar a su pico de actividad en 2010, los drones estadounidenses efectuaron el año pasado una treintena de bombardeos en Pakistán y acabaron con la vida de cerca de 150 personas.

Analistas locales se resisten a aceptar que sea una coincidencia el reinicio de estos bombardeos justo tras el ataque al aeropuerto y horas después del anuncio realizado ayer por las autoridades locales de que se endurecerá el cerco a los bastiones talibanes.

“Puede ser que Pakistán no se haya opuesto demasiado a esta acción de los drones”, afirmó el ex militar y analista paquistaní Talat Masud, que recalcó que “los (yihadistas) uzbekos son tan enemigos de Pakistán como de los aliados en Afganistán”.

Polémica y cruces

Los bombardeos de EE.UU. han provocado durante años polémica en Pakistán por la muerte de civiles en los bombardeos y por la violación de soberanía que suponen, pero Islamabad ha tenido una posición ambigua a pesar de las protestas hechas en público.

Una de los reproches realizados por los últimos gobiernos paquistaníes a Washington es que la acción de los drones hacía imposible un proceso de paz, que finalmente se pudo poner en marcha el pasado febrero en total ausencia de incursiones estadounidenses.

“Probablemente Pakistán ha compartido ahora información con EE.UU. sobre el fracaso del proceso de diálogo, y estaba claro que la acción de los drones ya no podía amenazar un proceso que en realidad está muerto”, explicó Masud.

Aunque formalmente no se han dado por finalizadas, las negociaciones entre el mayor grupo talibán de Pakistán, el TTP, y el Gobierno han quedado enterradas por las últimas acciones insurgentes y los duros bombardeos de las Fuerzas Aéreas contra los yihadistas.

Según reflejan hoy medios locales, la cúpula del Ejército paquistaní se mostró ayer dispuesta a acabar “por completo” con los refugios talibanes en el noroeste, aunque siempre de acuerdo con las autoridades civiles del país.

La previsión de una operación militar a gran escala en Waziristán del Norte sigue sin ser refrendada por muchos analistas, que auguran una intensificación de los bombardeos pero descartan por ahora una acción terrestre masiva en la región tribal.

El principal grupo talibán, el TTP, se haya acosado no sólo por el aumento de la presión militar -en los últimos meses han muerto más de 200 milicianos a causa de bombardeos-, sino también por las fracturas internas que han debilitado mucho el movimiento yihadista.