Un problema interminable

Mariano Comas: vecinos en alerta por socavones

  • Comenzaron a reparar el hundimiento que apareció el viernes en Cándido Pujato 3000, a unos diez metros del histórico de calle Urquiza. Mientras los vecinos tejen sus propias teorías, Aguas Santafesinas aclara que no hay relación entre ellos.
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Rotura domiciliaria. Bajo el asfalto, la pérdida generó un pozo subterráneo de unos 60 centímetros que Aguas Santafesinas profundizó hasta los 3,5 metros para alcanzar la descarga de la conexión al caño colector cloacal. Foto: Flavio Raina

 

De la Redacción de El Litoral

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Con grúa y una tropilla de operarios, esta semana comenzaron los arreglos del nuevo socavón de Mariano Comas. En calle Cándido Pujato 3090, a la vuelta de la esquina del histórico socavón de Urquiza -en actual reparación-, el viernes, a las 18, cedió la calzada y generó un pozo cuyo ancho alcanzó el metro. Desde Aguas Santafesinas SA explicaron que el hundimiento se produjo por “la rotura de dos conexiones domiciliarias cloacales enfrentadas -de ambas veredas.” El vocero de la empresa detalló que este hundimiento “no tiene ninguna relación con el histórico socavón de calle Urquiza 3600”.

Bajo el asfalto, la pérdida generó un pozo subterráneo de unos 60 centímetros que Aguas Santafesinas profundizó hasta los 3,5 metros para alcanzar la descarga de la conexión al caño colector cloacal. “Una vez que se concrete la reparación hidráulica de la conexión se hará la reposición y compactación de suelo y posterior reparación de la calzada”, explicó el vocero de Assa.

Técnicos de la empresa reforzaron la idea de una “casualidad” que un socavón se produzca a unos 10 metros de distancia del histórico de calle Urquiza. Al parecer, este tipo de roturas subterráneas son comunes: se detectan al reparar problemas en las cloacas que alertan los vecinos, y se evitan drenajes subterráneos. Esta vez, los usuarios no detectaron problema y, por consiguiente, la empresa no detectó la rotura.

Preocupados

Los vecinos pasan y miran. Edmundo Peralta no necesita moverse: contempla los arreglos desde la puerta de su casa, cuya conexión cloacal coincide con la defectuosa. Si bien no relaciona ambos socavones, dice que “no es coincidencia, es la zona: esto ha sido una vieja cava; los sedimentos no están consolidados y si hay una cañería rota erosiona el terreno y se producen hundimientos”.

Edmundo habla con conocimiento de causa: es geólogo, especialista en subsuelos. Junto a él, Adriano Gutiérrez fue más allá: explicó que en su cuadra (Urquiza 3500) sucedieron varios hundimientos en el último medio siglo. Por esta razón, los 17 vecinos de esa cuadra pidieron por nota a la Secretaría de Planeamiento Urbano del municipio que se realicen estudios de suelo “en el barrio, no sólo en el terreno donde se levantan edificios”.

A falta de respuestas especializadas, quienes viven en la zona elaboraron sus propias razones. La primera teoría alude a que la zona es “una cava mal rellenada”, según los vecinos. La segunda, que hay una corriente subterránea que podría derivar del río Salado. La tercera se sostiene en el recuerdo de los vecinos más grandes del barrio y refiere a una posible pérdida en la vieja sub-estación de Aguas Provinciales, a la “que se le rompieron las cañerías y erosionaron el suelo”, explicaron. “Hay que encontrar el origen del agua, y recién ahí terminarán los problemas”, concluyó Adriano.

Técnicos de Aguas Santafesinas desestimaron las versiones de los vecinos, “porque no hay evidencia ni estudios que las respalden”. Sí lo relacionaron con que “las napas están altas”. Los hundimientos por roturas en conexiones domiciliarias “son hechos aleatorios, que esta vez coincidieron en cercanía”.

El dato

“No están relacionados”

  • Aguas Santafesinas SA insistió en aclarar que los socavones de Mariano Comas “no están relacionados”. El de Cándido Pujato 3090 es por “rotura de una conexión domiciliaria clocal”, mientras que el socavón de calle Urquiza es “un caño de impulsión a 6,5 metros de profundidad que no tiene nada que ver con el servicio en las viviendas”.
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Trabajos. En J.P. López casi 9 de Julio, Assa repara una cañería cloacal. La inversión es de 6 millones de pesos. Foto: gentileza assa

Obras en estación elevadora cloacal

  • En barrio Jardín Mayoraz, Aguas Santafesinas SA está ejecutando la obra para restablecer el normal funcionamiento operativo de la estación elevadora de líquidos cloacales Nº 6, en J.P. López casi 9 de Julio, que se vio afectada por un hundimiento en la cañería de ingreso de líquidos. La obra demanda una inversión de seis millones de pesos y está a cargo de la firma Winkelmann SRL.

Esta estación forma parte del extenso y complejo sistema de recolección de líquidos cloacales de la ciudad que cuenta con más de 600 kilómetros de cañerías y 54.000 conexiones domiciliarias.

Los trabajos son de alta complejidad, dado que mientras se ejecutan debe mantenerse la operatividad de todo el sistema. Consisten en la ejecución de un muro perimetral de contención bajo tierra, de 13 metros de largo por 4 metros de ancho, compuesto por 60 pilotes de hormigón armado y entrelazado para la protección de la zona de trabajo. La primera etapa en desarrollo incluye la ejecución de las 60 perforaciones y la colocación de las estructuras prearmadas de hierro nervado de 12 metros de largo y 20 centímetros de diámetro y de un peso aproximado de 290 kilos cada una, ya acopiadas en el sector de obra. En estas tareas, se dispone de dos equipos de perforación para trabajar en dos frentes de obra: uno de menor porte en el interior del predio y otro de mayor envergadura montado sobre el chasis de un camión que realizará las tareas en vereda y calzada.

Una vez que se completa cada perforación, se iza y desciende cada una de las estructuras de hierro y luego son llenadas con hormigón para ir formando el muro bajo tierra.

Concluida esta etapa, se procederá a realizar las tareas de depresión de napas que permitan la excavación en seco del sector confinado por este muro de pilotes, incluyendo el retiro de los materiales afectados que quedaron enterrados en la zona colapsada.

Luego se construirá una boca de registro sobre J. P. López a la altura del ingreso de la cañería hacia la estación y posteriormente una nueva cámara de rejas. Ambas estructuras de hormigón armado estarán soportadas por pilotes a 10 metros de profundidad, y a continuación, se enlazarán. Luego, se colocará una válvula y rejas en la cámara de ingreso nueva, a construirse hacia el norte del pozo de bombeo.

Finalmente, se tapará el terreno sobre el que se desarrollaron los trabajos y la demolición y reconstrucción de los tapiales de los inmuebles linderos y las correspondientes veredas y pavimento comprendido por los trabajos descriptos.