Charla de café bien futbolera con Gustavo Alfaro en Belo Horizonte

“Argentina es un equipo burocrático”

  • El rafaelino, que está comentando para la cadena Caracol, analizó no sólo los partidos de Argentina sino todo el Mundial y dijo que “si el equipo agrega rebeldía a su juego, puede ser campeón del mundo”.
“Argentina es un equipo burocrático”

A puro fútbol. En la confitería del Centro de Prensa del Mineirao, El Litoral mantuvo una larga charla con el rafaelino Gustavo Alfaro, antes de que regrese a Río de Janeiro, donde se encuentra con sus “colegas” de Caracol.

 

Enrique Cruz (h)

Enviado Especial a Belo Horizonte

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Se armó una linda mesa de café futbolera en Belo Horizonte después de la complicada victoria argentina ante Irán. Las opiniones jamás estuvieron tan poco divididas y girando sobre el mismo eje, el de las dificultades inesperadas que le planteó un rival inteligente para achicar espacios, que estuvo cerca de dar la sorpresa y hasta hizo más méritos que nuestra selección para ganar. Pero la charla futbolera fue con Gustavo Alfaro, hoy comentarista para la red Caracol (ya lo había sido en Sudáfrica), sin posibilidades de trabajo a la vista por más que lo hablaron de Paraguay (“me gustaría dirigir a una selección pero hay que ver cómo está Paraguay, me gustaría estudiar un poco más el tema”) y que no reniega del fútbol argentino (“no me gusta el torneo que se viene, cómo está planificado, pero me encantaría seguir trabajando en mi país”).

Nos ocupa el Mundial y “Lechuga” es de esos tipos que siempre dejan enseñanzas y con el que se aprende.

—¿Qué estás viendo como innovación táctica?

—¿Viste cuando tenés una pileta llena de agua y le sacás el tapón?... Bueno, hoy el fútbol mundial está así, porque al sacarle un volante tapón a la mitad de la cancha se ven otra clase de partidos. Ya no son dos “5” que tapan y reducen espacios, se privilegian a los jugadores con talento y dinámica, se juega a otra cosa. Además, se está viendo una muy buena capacidad de gol, porque los mismos jugadores son los que marcan esa tendencia.

—Casi somos la nueva sorpresa del torneo porque Irán estuvo cerca de ganarnos. ¿Por qué está pasando esto?, ¿por qué se va España o Inglaterra y queda Costa Rica?

—Porque todos los equipos son mortales... Hay que entender el fútbol desde esta perspectiva, ya no hay equipos invencibles como el Brasil de 1970, el Holanda de 1974, el Barcelona de hace tres años... Hoy ves a México que controla bien a Brasil en base a actitud y determinación. Costa Rica le gana a Italia y a Uruguay, hay una muy buena predisposición de Chile para eliminar a España, y esto de Irán con nosotros que fue notable. Los mundiales han vuelto mortales a todos.

—¿Por qué?, ¿ya no hay que hablar más de jerarquías en el fútbol?

—Ya son pares y los ven como tales. Hay jugadores que están en todas las ligas del mundo y hoy, por más que suene peyorativo, cualquiera le puede ganar a cualquiera o perder con cualquiera. De Europa no vienen a buscar sólo sudamericanos, llevan de todas partes del mundo. Por eso, a los buenos los ven como pares.

—La verdad es que cuesta encontrar explicaciones razonables a un partido como el de Argentina-Irán si uno no las analiza desde un flojo rendimiento del equipo...

—¿Sabés qué pasa?, que el fútbol es el deporte más imprevisible, es el único que mantiene la incertidumbre y el único que no se gana por acumulación de méritos, sino por eficacia. Podés manejar el 80 por ciento la pelota, pero te llegan con un tiro libre o un córner aislado y te ganaron. El fútbol derriba la teoría de los pronósticos. Nunca un partido se gana antes de jugarlo. A los partidos hay que trabajarlos para que maduren y se ganen. Además, si tenés disciplina y algo de jerarquía, complicás a cualquiera.

—Argentina tiene mayor cantidad de jugadores talentosos que Irán, eso es indudable. ¿No alcanza con eso para no sufrir y esperar que uno de ellos meta un chanfle perfecto a los 90 minutos?

—Con talento solo no ganás, tenés que tener actitud. El problema de Argentina es que no tiene la prepotencia futbolística para ser candidato ni es avasallante para decir que gana de cualquier modo. Termina desequilibrando sólo por el talento y con eso solo no alcanza.

—¿Quién tiene esa prepotencia de la que hablás?

—Chile.

—¿Lo ponés como candidato?

—No digo eso, digo que veo a Chile con eso que a nosotros nos falta. Vos ves que Aranguiz juega más adelante que Alexis Sánchez y es un volante de contención. Eso es tener prepotencia. Este equipo es una versión mejorada de la de Bielsa, Sampaoli le dio el temperamento nuestro, el de los uruguayos o los paraguayos. Te gano porque tengo actitud, es lo que dice Sampaoli.

—¿Y Colombia?

—Igual que Chile, igual que México, Colombia tiene actitud, tiene algo más que talento, trabajo táctico o una idea clara. Lo que se necesita es el plus del hambre, la actitud, el querer ganar a toda costa.

—¿Por eso mentalizaste a Arsenal para ganar un torneo continental?

—Lo primero que le dije a los jugadores es que me digan dónde está escrito que no podemos ser campeones... Y les pregunté que me explicaran, entonces, cómo fue que salió campeón Once Caldas.

—¿Qué debió hacer Argentina en este partido para tener esa prepotencia?

—No creo que Sabella haya planteado un partido de tanto estatismo como le vi a los jugadores, les faltó movilidad, agresividad, presionar sobre la pérdida de la pelota, Irán leyó bien el partido, sabe que Gago se la da a Messi y pivotea Higuaín. Irán apretó por el medio y regaló las bandas, para que las tengan Zabaleta y Rojo. Mientras la pelota pase más tiempo por ellos y no por los que complican en serio, la cosa se facilita. El equipo careció de pequeñas sociedades, ¿cuántas veces dijimos que lo nuestro es la pared?, sin embargo todos querían resolver individualmente.

—¿En qué parece que falta trabajo o coordinación?

—Te doy un ejemplo. Si mi equipo tiene la posesión de la pelota, no es necesario entrar en juego para complicar. A veces, picar al fondo, por más que no me la den, para arrastrar a un defensor y generar un espacio, es mucho más productivo. Otra cosa es que Argentina recuperó siempre en el fondo y con el equipo estirado en la cancha. Eso fue por la falta de presión en el momento de la pérdida de la pelota.

—Hiciste algunas declaraciones en donde señalaste que Argentina podía ser campeón del mundo si se acomodaba defensivamente. ¿Qué explicación le encontraste al 5-3-2?

—Dos respuestas te puedo dar. Como entrenador, te digo que era algo planificado para adelante. Está claro que tenemos problemas defensivos, no tenemos un bloque uniforme y compacto, y para paliar eso, lo ideal sería hacerlo sin sacrificar calidad. No dio resultado, es evidente. Fernández jugaba en la zona de la pelota y no en la línea de la pelota, Campagnaro y Garay dudaban qué tenían que hacer y, aparte, defender en línea de cinco requiere coordinación. Pero hay otro problema.

—¿Cuál?

—Si arrancás con Gago y Mascherano no hay que desarmar el triángulo de Mascherano con los dos centrales, pero Zabaleta y Rojo tienen que jugar en la línea de Mascherano porque el problema nuestro es de retroceso. Ni Agüero lo hace cuando juega por derecha ni tampoco Di María. Gago no tiene desplazamiento lateral para ir a la derecha y allí los rivales encuentran la pausa para iniciar los ataques. Zabaleta tiene que adelantarse a jugar al lado de Mascherano y ahí ganaremos diez metros.

—Pero quedás con los dos zagueros atrás...

—¡Por eso! Si meten un pelotazo a las espaldas de los laterales, cierra un defensor y el otro sobra, si generalmente los pelotazos son para uno solo que queda arriba. El problema es que si Di María trabaja por adentro, Rojo ataca. Y tendría que ser al revés. El equipo está estirado, hay que achicarlo. Los cuatro de arriba se quedan parados, no retroceden y queda muy largo. No hay que modificar los nombres, sino hacerlo más compacto distribuyendo mejor los espacios.

—Parece una contradicción esto de tildarse de equipo ofensivo y meter una línea de 5 para defender, ¿no?

—Yo te voy a decir algo que me pasa como entrenador. Los equipos están más en la cabeza del entrenador que en la realidad del campo de juego. Puedo pensar que con Fernández y Garay voy a tener buen juego aéreo, que Di María va a desbordar por afuera, que Gago, Agüero y Messi se van a juntar, pero la realidad es lo que pasa adentro de la cancha. El único espacio que tenía Sabella era este, nunca un entrenamiento o un amistoso te va a dar alguna medida. ¿Cuál es la contradicción de Sabella?, que tenía un sistema afianzado con el que ganó las Eliminatorias, pero sabía que no tenía un buen sistema defensivo. Todo esto te lleva a pagarlo de dos maneras: con la pérdida de prestigio o con la pérdida de puntos.

—Y con la improvisación en muchos casos, que desnuda falencias propias del técnico, debilidades e inseguridad...

—La improvisación en una copa del mundo es difícil, sobre todo cuando él reconoce su error, es sincero, se toman muy en cuenta las declaraciones de los jugadores y cualquier cosa que pase luego nos volverá al punto de partida de esas declaraciones. Estas decisiones de los técnicos necesita contemplar costo-beneficio. En el caso del 5-3-2, el costo fue muy grande y el beneficio ínfimo, casi nulo.

—Un gol en contra con Bosnia y dos de Messi, ¿falta un “9”?

—Los dos “9” están y en el banco hay otros, pero no lo veo como un problema. Chile ganó sin 9, con dos delanteros potentes, como Alexis Sánchez y Vargas. Alemania juega sin 9, arranca ™zil por allí.

—Entonces, ¿qué está necesitando Argentina?

—El Mundial no te da tiempo. Argentina necesita un cimbronazo de nombres o de actitudes, más que nada que se sienta vivo y no burocrático. Argentina es un equipo burocrático.

—¿Cómo burocrático?

—Sí. Un equipo que cumple y gana pero ahí nomás. Si le agrega rebeldía a su juego, está en condiciones de ser campeón del mundo.

 

“Messi viene por la gloria”

En la charla con cualquier entrenador, periodista, ex jugador o lo que fuere, surge invariablemente la pregunta sobre Messi, sobre su incidencia en el juego de la selección y si está en condiciones de sobresalir tan notoriamente como ocurrió con aquellas figuras estelares de la historia del fútbol, como ocurrió con Pelé, Maradona y tantos otros.

—¿Qué es lo que ves de Messi, “Lechuga”, al margen de esa genialidad como la del gol ante Irán?

—Messi está consagrado, ganó todo lo que un jugador puede ganar a nivel de clubes, está hecho en ese aspecto. El año pasado fue mejor que éste para él, pero hay algo que a mí me crea mucha expectativa. Llega a este Mundial en plenitud física y con la misma edad de Maradona en México. Tiene la madurez que no tiene Neymar. Sólo le falta consagrarse en el escenario principal, que es éste, el de un Mundial. Messi viene por la gloria. Uno espera que él sienta que este es su mejor momento, la edad ideal, el momento justo. Quizás, dentro de cuatro años tenga un Mundial extraordinario, no lo sabemos. El desafío es ser la figura en éste, pero no porque metió un par de goles sino porque fue decisivo en el rendimiento del equipo, y para eso Argentina tiene que ser campeón del mundo.

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“Tenemos un equipo que cumple y gana, por eso digo que es burocrático”.

“Todos los equipos, hoy, son mortales”.

“No creo que Sabella haya planteado tanto estatismo como le vi a sus jugadores”.

“Estamos necesitando un cimbronazo, ya sea de nombres o de actitudes”.

“El problema de Argentina es el retroceso, y eso se soluciona adelantando diez metros a los dos marcadores laterales para que jueguen en la línea de Mascherano”.

Gustavo Alfaro

Entrenador de fútbol

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