Quique Wolff pegó duro antes de la final...
Quique Wolff pegó duro antes de la final...
“El fútbol argentino es un desastre”
Criticó la reestructuración de los torneos y apuntó a la dirigencia. “Es un sistema que premia por puntos y castiga por promedio, una cosa insólita”, dijo.

El Litoral junto a Quique Wolff en la sala de Prensa del Maracaná. Fue antes de la final del domingo.
Enrique Cruz (h)
(Enviado Especial a Río de Janeiro)
Los nervios carcomen a todos antes de un partido semejante y siempre me pregunto cómo estarán los jugadores. ¿Dormirán bien?, ¿se relajarán?, ¿cómo será el momento de llegar al vestuario, de cambiarse?. Son las preguntas que sólo alguien que ha jugado profesionalmente y en un nivel muy alto las puede contestar. Por eso, siempre es bueno en ese Centro de Prensa desbordado de periodistas y de muchos que han regado de sudor y de fútbol tantas canchas del mundo, ahora transformados en analistas de televisión o de radio, encontrarse con un tipo como Quique Wolff. Porque Quique jugó un Mundial (el de 1974), porque fue el capitán del equipo, porque en su momento tomó una decisión muy difícil, siendo referente de River, de irse a jugar a Las Palmas de España sabiendo que era el paso previo para jugar en el Real Madrid, donde todavía su nombre se menciona y genera esas naturales muecas de buenos recuerdos por parte de los hinchas de la casa blanca.
Afuera se siente el “Brasil decime que se siente...”, que los hinchas argentinos eternizaron en esta copa del mundo, realzando la fama de aquel éxito de Credence de 1969. Suena fuerte y no paran. Falta mucho todavía para el partido. Y con Quique Wolff arrancamos la nota para hablar de Messi, de la selección y de si entendía que el partido era muy complicado, hasta que llegó la parte más jugosa en el final, cuando criticó con dureza a la organización del fútbol argentino.
—Ese libro “Trabajar en equipo es un golazo”, ¿lo podés adaptar a esta selección?
—Es que nadie trabaja solo y nunca uno puede más que la suma de todos. Joan Manuel Serrat lo dijo alguna vez: “No podría hacer nada sin un equipo talentoso y en el que confío ciegamente para llevar a cabo mis proyectos; todos necesitamos de alguien”, y esto es así. Quizás un jugador pueda ser el mejor de todos, como seguramente lo es Lionel Messi en este equipo, pero al final un título o un logro es de todos.
—¿Hay algo imposible en el fútbol?
—No, en fútbol nada es imposible. Esto es fútbol y nadie puede sentirse perdido antes de jugar. Hay mil cosas que pueden darse y los imponderables juegan también su propio partido. Argentina debió jugar ante una selección que demostró en este torneo toda su capacidad, especialmente en el partido ante Brasil.
—¿Te hizo recordar a aquel 4 a 0 con Holanda en el 74, cuando declaraste que “en 15 años de fútbol nunca habías sentido tanta impotencia”?
—Esa tarde nos tocó jugar contra un equipo que hizo todo bien, en realidad todo muy bien. Después Cruyff salió a decir que no había que tener en cuenta el marcador y que nosotros éramos un buen equipo. Pero Alemania no había tenido partidos accesibles como el de Brasil, jugando con rivales de supuesta menor envergadura, como Argelia por ejemplo. Para mí iba a ser clave quién hiciera el primer gol.
—¿De qué había que cuidarse de los alemanes?
—Todos juegan para el equipo, porque no tienen uno que a priori vos digas que te va a desequilibrar por sí solo. Nosotros tenemos al mejor jugador del mundo, que es Lionel Messi. Ellos tuvieron un jugador pensante como Schweintzeiger, pero además contaron con el aporte de Kroos, de Khedira, de Müller, que en todos los casos han hecho un muy buen Mundial. A mí me gusta mucho ™zil, que es un zurdo que piensa y juega bien.
—¿Sos de medir logros?
—No creo que sea prudente ni conducente. El éxito de 1978 fue muy bueno para la Argentina y el de 1986 se consiguió con un muy buen fútbol y con un Diego Maradona en un nivel genial. Estos muchachos ya hicieron historia con lo que lograron.
—Te aparto de esta final y de este Mundial, ¿tenés opinión formada de la reestructuración del fútbol argentino?
—Un desastre, como siempre. Tenemos el peor campeonato del mundo pero somos una potencia mundial. ¿Por qué lo somos?, porque los jugadores juegan afuera, pero no por lo que le damos desde adentro.
—¿No te gustaba el de 19 partidos?
—No existe, es una rueda y a los tres partidos echan al técnico porque no ven forma de que se pueda recuperar en un torneo tan corto. Premian por puntos y castigan por promedio, una cosa insólita. Nuestros campeonatos han sido como viene siendo la dirigencia del fútbol desde hace bastante tiempo.
—¿Qué se tendría que haber hecho, entonces?
—Jugar un torneo de 38 partidos, que haya un solo campeón en el año y que los últimos tres se vayan al descenso y así se podía empezar a solucionar y a reestructurar el fútbol.
—¿Por qué pensás que se llega a esta situación?
—La culpa la tienen los dirigentes, eso está muy claro. Son ellos y nada más que ellos. Lo que pasa es que buscan quedar bien con todos, meter mano en la organización de los torneos sólo por el hecho de ver qué es lo que pueden hacer y así no va... No tengo dudas de que el fútbol argentino está pasando por uno de sus peores momentos.
“Messi es el mejor jugador del mundo, sabe escuchar, sueña todo el tiempo y tiene la capacidad de hacer todo sin dejar de ser siempre el mismo. Y además, disfruta con lo que hace”.
Enrique Wolff
Ex jugador de la selección nacional en el Mundial de 1974.