Lleva los ritmos en el alma

Lleva los ritmos en el alma

Mariana Lema

Nació en San Javier, tiene 27 años, baila desde los 6. Es instructora de folklore y danzas latinas, enseña afro caribeño, reggatton, salsa, brasilero, merengue, cumbia y bachata. Además, es técnica en administración de empresas y cursa una licenciatura.

TEXTOS. LUIS GUDIÑO.

 

SUS INICIOS. “Comencé con la danza a los 6 años, haciendo expresión corporal con la maestra Carmen Ríos en mi ciudad natal, San Javier. Continué con danzas folklóricas y en el 2000 me inicié en los ritmos latinos, merengue, salsa, danzas afro y caribeñas, entre otras. El primer instructorado que obtuve fue el de folklore en el 2003. Luego realicé instructorados en ritmos latinos, reggaton, salsa y bachata en pareja. La primera actuación que recuerdo es una realizada en la plaza de San Javier. Tenía 6 años, recuerdo que tenía la cara pintada, mitad blanca, mitad negra; fue representando un libro llamado ‘La Curación’ de un escritor de San Javier, Hugo Rios. El 4 de julio de este año volvimos a bailar un espectáculo llamado ‘Indio’, representando otro libro del mismo escritor, ‘El Paterlec’. Luego me recuerdo representando a Juana Azurduy, y las participaciones en el Certamen y Encuentro Latinoamericano de la Danza realizado en Paraná (Entre Ríos). Ya en el 2002 comencé a bailar en el espectáculo Danza Negra, junto al ballet juvenil Eidarte San Javier. Este espectáculo, de gran colorido y puesta en escena, ha recorrido gran parte del país, creado por la maestra y directora Carmen Ríos (Argentina) y por el maestro y también director del espectáculo, Douglas Pereira (Costa Rica)”.

APOYO FAMILIAR. “Entre las personas a las que agradezco por haberme iniciado en la danza están mi mamá, Estela Bieri, y mi papá, Luis Lema, quienes me apoyaron siempre. Mi fan número uno es mi mamá, quien me acompaña en cada actuación, siempre en primeras filas. Y hoy, con 27 años, aún me sigo asomando entre el telón antes de comenzar con la actuación para ver si ella está ahí sentada. Mi familia está compuesta por mi mamá, mi papá -quien falleció cuando yo tenía 12 años- y dos hermanos mayores: Luis y Maximiliano. Mi abuelo paterno era profesor de danzas folklóricas en la ciudad de Catamarca. En este momento de mi vida, en que estoy terminando mi carrera universitaria, me dedico casi al cien por ciento al baile; estoy trabajando como profesora, tengo a cargo un grupo inicial de niños de 3 a 5 años y en grupos mix, y salsa y bachata en pareja, junto con los maestros Carmen Ríos y Douglas Pereira, quienes han estudiado danza, música, actuación y puesta en escena en importantes universidades de Argentina y sobre todo de Latinoamérica por donde han viajado para estudiar la raíz de los ritmos”.

SUS MAESTROS. “Admiro y trato de seguir en sus pasos a Carmen y a Douglas. Ellos, aparte de haberme enseñado todo lo que sé, técnicamente hablando, me inculcaron valores, respeto, amor por la danza y depositaron su confianza en mi. Como siempre digo, son mis padres de la danza. Ayer fueron mis maestros, hoy son grandes amigos a quienes respeto y admiro mucho. Considero que el nivel de bailarines en Santa Fe y Argentina es muy bueno, en todas las disciplinas. Creo que falta que haya clases de danza en las escuelas como hay en otros países, sobre todo de Centroamérica. El folklore se está perdiendo un poco, y si se considera la enseñanza de éste desde la escuela primaria, podría recuperarse. Ahora está en pleno auge la salsa y en este último tiempo la bachata; es lo que más pide una persona cuando se acerca a la institución para aprender a bailar. Además de aprender a bailar, las personas buscan una distracción, un espacio, una hora en el día para poder olvidarse de su trabajo, de sus responsabilidades, y pasar un buen momento, divertirse y desestresarse. El baile es terapéutico”.

EN UN VIDEO. “La filmación que realicé el 20 de julio fue una invitación que recibí de Victoria Panozzo. Es un video promocional para Estocolmo Contenidos, una productora de contenidos audiovisuales de Santa Fe, que hace unos años está trabajando en la ciudad con equipo y artistas locales. Ellos contratan y/o buscan artistas locales para todos sus proyectos. Se especializan en publicidad y videoclips. Victoria toma clases en la academia donde soy profesora; en una de ellas coloqué un afro para bailar y luego de finalizar la clase me comentó la idea y acepté. Fue filmado en las instalaciones del Molino Marconetti. El tipo de baile que filmé es afro caribeño que se danza al ritmo de los tambores, en el que se aprecia la tierra, el cielo, el aire, el fuego y el agua. Es un ritmo hermoso, que te llena de energías. Mi vida con la danza es lo que va surgiendo día a día. En su momento formé parte del ballet, viajé, conocí y aprendí. Hoy, estoy dedicándome a enseñar, y a seguir bailando (porque la danza no tiene edad), aprendiendo de mis profesores y de mis alumnos. Espero seguir sintiendo la emoción de escuchar la música y dejarme llevar por mis emociones y poder seguir sintiendo mis pies sobre el piso y en el aire dejándose llevar por el ritmo. También espero sonreír y emocionarme al ver a los niños bailando sobre los escenarios casuales, con sus rostros asustados o sonrientes. Porque eso es la danza: vida en movimiento”.

PERSONAL

- Hobbies: leer y nadar.

- Color preferido: verde.

- Comida preferida: las pastas.

- Perfume: Flower by Kenzo.

- Un paisaje: el mar.

- Día ideal: un día de verano en la playa o en el campo.

así soy yo