“Un reencuentro con Heráclito” 

En Un reencuentro con Heráclito, que acaba de editar Letemendia, Fernando Demaría (Buenos Aires, 1928) reúne una serie de textos que se abren con un ensayo sobre Heráclito y la traducción de sus Fragmentos, en una versión revisada de la traducción que realizó el autor en 1957 para la Universidad Nacional del Litoral, bajo la dirección de Guillermo Thiele, sobre la base de Die Fragmente der Vorsokratiker von Hermann Diels. Siebente Auflage herausgegeben von Walther Kranz, 1954. Weidmannsche Verlagsbuchandlung.

En su ensayo, Demaría comienza constatando que para Heráclito, “como para Thales, todo estaba lleno de la Divinidad”, y concluye señalando que “Heráclito nos dejó unas certezas que son patrimonio del alma humana y que expresan las intuiciones más altas de nuestra conciencia. Pero su pensamiento guardará siempre un lado secreto que será imposible desentrañar. Seguirá siendo siempre ‘el oscuro de Éfeso'. También el Rey Salomón dijo que ‘Dios mora en la oscuridad'”. Sigue un “Tratado del sentimiento”, entendiendo al sentimiento como “el origen de las motivaciones. Ello implica hacer del sentimiento la esencia de lo que llamamos nuestra conciencia, y también subordinar al mismo el empleo de todas las demás facultades anímicas”. Los siguientes textos presentan “Recuerdos de Grecia”, “Máximas para la vida”, “Los proverbios del Rey Salomón”, para concluir con una dedicatoria al lector futuro. También se incluye una breve página con un “Agradecimiento a Borges”, por la compañía que un volumen de su obra le deparará en un momento difícil de su vida. “Constaté cómo su pensamiento se fue clarificando y haciéndose más sencillo con los años, más aprovechable, despojado de las complejidades del intelecto. Era el pensamiento de un caballero en busca permanente de la belleza”.