Penoso

El peor final para Lihuén

El pequeño fue hallado sin vida en el interior de un cava con agua ubicada detrás de la casa. Todo indica que murió ahogado. Gran consternación en la zona.

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Se estima que el niño llegó jugando hasta la zona de la cava donde finalmente halló su muerte.

Fotos: Flavio Raina

 

Danilo Chiapello

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El caso del chico desaparecido ayer en Arroyo Leyes tuvo el peor final. Lihuén Lisandro Ramírez, que tenía 2 años y 4 meses, fue hallado esta mañana sin vida en el interior de una cava con agua ubicada detrás de su casa.

El drama comenzó poco después del mediodía de la víspera cuando Claudia Pérez (42), la mamá del chico, perdió todo rastro de la criatura.

Momentos antes, la mujer estaba dándose un baño mientras que el menor jugaba con un triciclo en la parte de adelante de la casa.

Al advertir la ausencia de su hijo, Claudia recorrió cada rincón de la vivienda al igual que el exterior del inmueble pero sin resultado.

Es de hacer notar que en la parte posterior de la casa se ubican dos grandes depresiones del terreno o cavas, las que se encuentran con agua producto de la crecida del río.

Ya a media tarde y presa de la desesperación Claudia llegó hasta la subcomisaría 20 de Arroyo Leyes donde denunció el hecho y solicitó ayuda.

Primera señal

El primer indicio cierto de algo terrible lo trajo uno de los perros rastreadores de la policía. El canino fue quien “marcó” una de las cavas, ubicadas detrás de la casa donde vivía Lihuén.

Atento a ese detalle, los investigadores policiales concentraron sus trabajos en dicho sector, sin prestar demasiada atención a otras versiones.

“Es que los perros no se equivocan”, dijo hoy el jefe de la Unidad Regional I, comisario Sergio Vergara, cuando fue consultado al respecto.

Las tareas de búsqueda prosiguieron durante la tarde e incluso en la noche donde debieron interrumpirse por las malas condiciones climáticas y la falta de luz.

Lo peor

Con las luces del nuevo día, las labores se reiniciaron, ahora ya con el apoyo de la Caballería, otros grupos especiales de la policía y con la supervisión del fiscal en turno.

Minutos antes de las 8, uno de los buzos que rastreaba el fondo de la cava encontró el cuerpo sin vida del chico.

Examinado por el médico de la repartición, dictaminó como causa de muerte “asfixia por inmersión”, no aconsejando autopsia.

Hasta el momento, todo parece indicar que lo de Lihuén fue un desgraciado accidente.

Datos ciertos abonan esta teoría.

Por ejemplo, el cuerpo del menor no tenía signos de violencia.

A su vez las suelas de las zapatillas no tenían barro, lo que hace presumir que el chiquito no ingresó caminando a la cava sino que se cayó.

En este sentido vale señalar que en la orilla de la cava hay un tronco de árbol de grandes dimensiones. “Quizás Lihuén pudo resbalarse desde ese sector, en uno de sus juegos”, opinó uno de los pesquisas.

Respecto de cómo el niño llegó hasta allí, el mismo investigador sostuvo que existe también la posibilidad de que el portón de la casa haya estado abierto.

Agregó que si bien el cerco perimetral del inmueble está dañado en dos sectores con dos pequeños orificios “no creo que el chico haya pasado por allí”, dijo.

Se investiga

Consultado al respecto el jefe de la Unidad Regional I, comisario Vergara, confirmó ante la prensa el hallazgo del niño y dijo que “lamentablemente era el final que no esperábamos, que no queríamos”.

Agregó que el lugar fue indicado por un canino de la sección Perros que estaba realizando los rastrillajes y que marcó la cava donde finalmente fue encontrado Lihuén.

Por otra parte, Vergara se refirió al posible móvil del hecho, y dijo que se “inclina por un accidente trágico”, aunque aclaró que de la investigación deberá hacerse cargo la Justicia.

Consternación

El caso provocó una profunda conmoción en toda la ciudad aunque especialmente entre los vecinos de Arroyo Leyes.

Quienes conocen a Claudia la definieron como una excelente mujer que hacía pocos meses se había instalado en la zona.

Recientemente separada de su pareja, la mujer vivía junto al pequeño Lihuén. Se ganaba la vida haciendo reemplazos como portera en la escuela de San José de Rincón.

También llevaba adelante un pequeño negocio de compra-venta de artículos usados, el que funcionaba en el lugar de la tragedia, a la vera de la Ruta Provincial 1, altura del kilómetro 80.

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Escenas de profundo dolor se observaron hoy en el lugar del suceso.

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