Chaco

El remisero juzgado por el crimen de la radióloga se declaró inocente

El remisero Juan Cabeza se declaró inocente y aseguró haber sido torturado por la policía chaqueña. Dijo que la llevó a la dirección pedida y que luego continuó con su trabajo.

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El remisero ingresó al juzgado bajo una fuerte custodia policial.

Foto: Agencia Télam

 

Télam

Juan Cabeza, el remisero que es juzgado por el homicidio de la radióloga Tatiana Kolodziey, cometido en 2012 en Chaco, se declaró inocente y aclaró que la noche del crimen estuvo con la víctima pero que la llevó hasta la casa de la madre de su novio y luego continuó con su trabajo.

El acusado precisó ante la Cámara Primera en lo Criminal de Resistencia que luego de dejar a Kolodziey (33) condujo el remís hasta las 6.15 del mismo día.

Previamente declaró el comerciante Pablo Ariel Barrios, quien incurrió en contradicciones sobre cuatro llamadas telefónicas y ocho mensajes a Cabeza en aquella madrugada, por lo que las juezas Marisa Lehmann, Glenda Vitarte y Lucía Martínez Casas de Sanchís dispusieron su detención por falso testimonio.

Sin embargo, Cabeza salió en defensa de Barrios, quien era cliente de la remisería para la que él trabajaba.

“Este chico es una buena persona, yo no le he contestado nunca una llamada y no tiene nada que ver con este hecho”, manifestó espontáneamente el acusado y contó que la madre del joven tenía un kiosco que él solía frecuentar.

El remisero dijo al tribunal que la noche del 20 de octubre de 2012, él pasó por el domicilio situado en Illia 1635 de la capital chaqueña para llevar a Tatiana hasta Urquiza 850, donde reside Yolanda Rodríguez, madre del novio de la vícitma, Arnaldo Enciso.

Cabeza relató que en la puerta de esa vivienda, las dos mujeres mantuvieron un diálogo durante unos 45 minutos.

En ese sentido, el acusado dijo que al comenzar esa charla, la víctima golpeó con fuerza el portón del frente de la casa de su suegra, que le reprochó esa actitud, tras lo cual, se originó una discusión entre ambas.

Según el imputado, la madre de Enciso maltrató a Tatiana y la responsabilizó de la separación de su hijo de quien fuera la pareja anterior de éste.

Fumando espero

El acusado añadió que, mientras esa conversión se producía, recibió un llamado telefónico de “La gringa” Constanza Priscila Leyes -una conocida suya-, a quien le dijo que estaba con una pasajera, la cual, minutos después de fumar varios cigarrillos, regresó al remís y pidió volver a la casa de su padre.

Cabeza afirmó que Tatiana estaba avergonzada porque él había escuchado la conversación, que le comentó que debía resolver algo y que le había prestado “cien mil pesos” a su novio.

Mientras iban rumbo a la casa de la calle Illia 1635, la radióloga cambió de decisión y le pidió al remisero que regrese al domicilio de su suegra, indicó el imputado.

Cabeza contó que al arribar, la pasajera le pidió si él podía llamar a Enciso porque no la atendía, a lo que le respondió que no lo podía hacer porque su teléfono celular prepago no tenía crédito.

El acusado afirmó que esa fue la última vez que vio a Tatiana, a quien le cobró 35 pesos por el servicio que terminó a media cuadra de la casa de su suegra y que finalmente volvió a la remisería donde dijo haber sido visto por otros choferes.

Luego, realizó un último viaje y le entregó el remís, un Chevrolet Corsa color gris, a su propietario, Walter Sena.

En otro tramo de su declaración, Cabeza aclaró que si bien él estaba inhabilitado para conducir transporte público consiguió un permiso por medio de Jorge Rosa, detenido y acusado de varios delitos, y que lo contactó con Sena, quien necesitaba un chofer.

Por último, el imputado denunció que fue torturado por la Policía luego de haber sido detenido por el crimen de Tatiana.

“Me metieron desnudo en un calabozo, y después me golpearon y me picanearon por todo el cuerpo y en los testículos”, dijo Cabeza y luego describió que mientras lo trasladaban en un vehículo fue golpeado reiteradamente por policías de civil.

Y añadió: “En la desesperación por defenderme se me zafaron las esposas. Les juro que buscaba el arma del policía para defenderme. Si agarraba el arma, los mataba a todos, por torturadores porque tenía derecho a defenderme”.

Al momento del crimen, Cabeza estaba en libertad condicional desde hacía casi un mes por orden del juez de Ejecución penal porteño Axel López, luego de haber sido condenado a 24 años de prisión por haber cometido cuatro violaciones entre 1995 y 1996 en la Capital Federal, donde trabajaba como taxista.

Tatiana desapareció en las primeras horas del 20 de octubre de 2012 y tras permanecer dos días desaparecida fue hallada violada y estrangulada en un descampado de las afueras de Resistencia.