ESCRITA Y DIRIGIDA POR ALBERTO SERRUYA

“Los puros” en la Marechal

Después de una gira por Europa, la obra subirá en escena el viernes 22 y el 29 de agosto a las 22, en la sala experimental del Teatro Municipal.

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Esta propuesta escénica indaga sobre el amor, la vejez, la enfermedad y la muerte. Foto: Gentileza Floriana Medina

 

De la Redacción de El Litoral

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Con dramaturgia, dirección general y puesta en escena de Alberto Serruya volverá a presentarse ante el público santafesino la obra “Los puros (una noche de amor)”.

Esta historia, que se presentó recientemente en una gira europea, está basada en un hecho real que recorre el itinerario de una pasión e intenta responder a la pregunta: ¿cuáles son los límites del amor?

La obra se pondrá en escena el viernes 22 y el 29 de agosto a las 22, en la sala Marechal de San Martín 2020. Las entradas para este espectáculo ya están a la venta en la boletería del Teatro.

“Acabás de cumplir años... y todavía guardás la gracia deseable de la hermosura... estamos juntos y te amo más que nunca. Hace poco me he vuelto a enamorar de vos y llevo en mi seno, de nuevo, un vacío devorador que sólo colma tu cuerpo apretado contra el mío” (de “Carta a D.” A.G. 2006). Esta carta es el punto de partida de una obra que mide e indaga sobre el fenómeno del amor, la vejez, la enfermedad y la muerte a la vez que pone en crisis la entidad y el valor que nuestra civilización ha asignado a categorías tales como el coraje y el dolor.

Para ello, la pieza describe una cartografía de los cuerpos enfermos y cuestiona la dialéctica que integra los pares amor/olvido, enfermedad/muerte. Retorna, en definitiva, a un teatro que devela el efecto e influencia de la pasión en la toma de decisiones como motor de nuestras vidas.

El elenco lo integran Adriana Rodríguez (Ella), Marcos Martínez (Él), y la cantante María Victoria Dávila, que suma un personaje a la historia. La iluminación es de Agustín Serruya, el vestuario de Facundo Ternavasio y Federico Cuenca, y la música original de Carlos Serruya. El elemento escenográfico es de Gustavo Efchi y Leo Rusillo, sobre bocetos de Fernanda Aquere y el maquillaje de Marina Serruya. Cecilia Wilhjelm asumió la producción ejecutiva, y Eduardo Toum la gráfica.