• Después de la buena victoria ante Crucero del Norte, el equipo de Madelón quiere continuar la racha y recuperar el terreno perdido en los tres primeros partidos. Juega ante un equipo que todavía no ganó.

De la Redacción de El Litoral

Unión, al igual que All Boys, Huracán y Atlético Tucumán, es un equipo que está obligado a adquirir protagonismo en este torneo. Hablamos de la zona B del campeonato. Y de los cuatro, el que está haciendo bien los deberes, hasta ahora, son los tucumanos. Huracán arrancó bien pero sacó un punto de los últimos seis. Y en el caso de Unión, el comienzo no fue nada halagador. Todo lo contrario, las derrotas con Sportivo Belgrano y Atlético Tucumán imprimieron mayores exigencias, no debidamente correspondidas en Tandil, cuando estaba todo dado para traerse los tres puntos y apenas fue de uno la cosecha.

Madelón tuvo la base a partir de la derrota con Atlético Tucumán. Cambió el arquero y a dos del sistema defensivo. El equipo no terminó de acomodarse ante Santamarina pero sí lo hizo en el 15 de Abril frente a los misioneros de Crucero. Levantaron los rendimientos individuales que venían en baja, continuaron siendo buenos los que no tenían mucho margen para el reproche (caso Guerra y Triverio, por ejemplo) y el equipo se acomodó bien. Fue bueno el trabajo de Unión ante Crucero y es el objetivo inmediato: mantenerlo.

Con Montero, el equipo ganó en intensidad en el medio. El “Memo” es un jugador con una importante experiencia, se para bien de doble cinco al lado de Martínez y es una buena rueda de auxilio para lo que generan Fabro y Malcorra por los costados. Con la dupla Guerra-Triverio en un buen nivel, el volumen de juego y la eficacia ofensiva del equipo es muy buena: Unión es el equipo con la mayor cantidad de goles a favor del torneo. Pero también el que más goles sufrió en su propio arco, lo cual lo convierte en un equipo con un desequilibrio que mueve a preocupación, sobre todo para el técnico.

All Boys es el otro equipo que está urgido por adquirir un protagonismo que todavía no alcanzó. Es que viene de la categoría superior, había tenido buenos torneos, se cayó, descendió y ahora tiene una chance imperdible de ascender. Pero eno empezó bien el equipo de Bernuncio. Empató tres partidos y perdió los otros dos. Viene de caer en Misiones ante Crucero, las voces de disconformismo se hacen escuchar y no le queda otra alternativa que la búsqueda de la victoria. Al igual que Unión, lo mejor lo tiene arriba. Al menos en cuanto a nombres. Pero todavía no han funcionado en la medida de lo esperado.

La idea de Madelón es mantener el nivel de juego que tuvo el equipo ante Crucero. Para ello, desafiará a una cancha de reducidas dimensiones que, además, ha sufrido las inclemencias del clima. Llovió bastante en Buenos Aires durante los últimos días y es posible que esto se sienta en el estado del campo de juego. Igual, Unión tratará de hacer valer la técnica individual de sus jugadores. ¿Podrá? 

Claudio Guerra volvió a Unión maduro en lo futbolístico y está demostrando sus innegables condiciones. Junto a Enrique Triverio, son de lo mejor que tiene este equipo de Madelón. Foto: Luis Cetraro

Castro, Caballero y Rivas

En el listado de viajeros a Buenos Aires, se destacan los retornos al plantel de Matías Castro, Sebastián Caballero y Juan Rivas.

Además de éstos tres y los 11 titulares, viajaron Juan Pablo Avendaño, Tomás Bolzicco, Emanuel Brítez, Nicolás Bruna y Lucas Gamba.

"Se nos están acabando las chances”.

Nicolás Cambiasso

Arquero de All Boys

análisis

Enrique Cruz (h)

El equipo que hacía madrugar

Se jugó en Japón aquél torneo. Y siempre digo que cuando, 35 años después, uno puede todavía recitar de memoria un equipo, es porque dejó una huella imborrable. García; Carabelli, Simón, Rossi y Alves; Barbas, Rinaldi y Maradona; Escudero, Ramón Díaz y Calderón. Un equipazo que reclutó el maestro Ernesto Duchini y que terminó de armar el Flaco Menotti, en el pico de su carrera como entrenador de la selección.

Era 1979, Argentina todavía se regocijaba con las mieles del Mundial ganado el año anterior. Pero este equipo, el campeón juvenil en Japón, fue la mejor demostración de cuál es el auténtico sentir del hincha argentino. Hubo varios nombres, en aquél equipo, vinculados luego al fútbol santafesino. En ese plantel estaba Rubén Rossi, que en ese momento jugaba en Colón y Duchini “descubrió” en un partido de reserva en la cancha de Newell’s. Carabelli, el Pichi Escudero y José Luis Lanao jugaron en Unión, más tarde, y también Marcelo Bachino, que vistió las dos camisetas.

Menotti siempre cuenta que gritó muy pocos goles en su carrera como DT y uno fue el segundo de Argentina en la final, el golazo que marcó Ramón Díaz. No era para menos. Menotti deseaba fervientemente que ese equipo ganara el torneo, porque representaba el mejor ejemplo de su manera de sentir el fútbol.

Rossi siempre cuenta que en un partido, apurado por las circunstancias, tuvo que “reventar” una pelota. Y el Flaco lo agarró en el vestuarioy le dijo: “Rubén, es la última vez que usted me hace eso, en la próxima, amague y salga jugando con el pecho erguido y la cabeza levantada”.

Hace unos días, leí en una nota que Sergio García contaba que el penal de la final lo pateó Hugo Alves porque hubo un torneo de penales, y Alves le ganó la final a Diego. Maradona metió un gol de tiro libre en ese partido. Pero al penal lo pateó Alves... ¡A pesar de que Diego se lo pidió!

Hubo grandes equipos en la historia, pero como ese ninguno... Mañana se cumplirán 35 años de la victoria en la final ante la Unión Soviética por 3 a 1, pero parece que fue ayer cuando madrugábamos con tanto gusto para verlos jugar.