Se cumplieron 50 años de otro hito histórico sabalero...

El día que Colón le ganó a la selección

Fue cuatro meses después de vencer al Santos de Pelé, en un 1964 inolvidable y que dio origen al mote de Cementerio de los Elefantes para su estadio.

El Pato Colman marca un gol en cancha de Atlanta, unos años más tarde. En el 64 aparecía en Colón, aunque alcanzó dimensión unos años más tarde. Jugó aquel partido ante la selección. Foto: Archivo El Litoral

Tomás Rodríguez

(Especial para El Litoral)

Uno de los triunfos más resonante de su rico historial, lo obtuvo Colón hace medio siglo —el 7 de septiembre de 1964— cuando lograra batir al seleccionado argentino —vencedor de la Copa de las Naciones, en Brasil— en una estupenda labor, provocando que una muchedumbre recibiera en Buenos Aires al equipo nacional, tras su retorno por vía aérea.

Equipo joven

El equipo colonista fue formado por el presidente Italo Giménez, con jóvenes figuras, el aporte de seis paraguayos (Juan Luis Pérez, arquero; Juan Barreiro y Ediberto Pérez, defensores; Cilenio López, volante central; Luis Cabaña, volante izquierdo y el delantero central Fernando López); Alberto Ríos, llegó desde Atlético Paraná, tras actuar en Unión; Juan Ceballos, de Atenas de Santo Tomé; Norberto “Chijí” Serenotti, de Sanjustino y el resto de la cantera sabalera.

Los campeones del mundo

Ese mismo año, Colón le había ganado al Santos de Pelé, en mayo, por 2 a 1. Varias temporadas más adelante, en 1967, Colón, dirigido por el “Maestro” Julio Enrique Avila, una gloria de Unión y Once Caldas y Millonarios de Colombia, empató con el seleccionado uruguayo y venció a Peñarol de Montevideo, flamante campeón mundial de Clubes, con todas sus brillantes figuras.

La selección blanquiceleste venía de lograr una verdadera hazaña al adjudicarse en forma brillante e invicto el torneo de las Cuatro Naciones derrotando en forma sucesiva a Portugal (el mejor equipo de Europa, con su máxima estrella de todos los tiempos, Eusebio), por 2 a 0; al bicampeón mundial, Brasil) (1958, Suecia y 1962, Chile), por 3 a 0 y a Inglaterra (con Gordon Banks, los hermanos Bobby y Jack Charlton, Bay Wilson, Jimmi Greaves, George Eastham, Ron Flowers, Gerry Byme, Bobby Moore y Terry Paine), por 1 a 0.

Colman y Ríos

Para enfrentar al poderoso combinado argentino con figuras notables, el técnico Canteli (una leyenda del fútbol santafesino y máximo goleador en la categoría superior y en Primera “B”) promocionó a una joven figura, el “Pato” Colman y comenzaba a incursionar exitosamente el entrerriano Alberto “Pulga” Ríos (ex Atlético Paraná y Unión), quienes se consagrarían en el orden nacional al coronarse campeones con Rosario Central y Vélez Sarsfield.

La selección venía de realizar algunos amistosos en el interior del país, solventándolos con éxito. Sin embargo, en su presentación en Santa Fe se mostraban lentos, imprecisos, irresolutos, careciendo de creatividad, sorpresa y talento de sus consagradas figuras, siendo sus errores capitalizados, además, por el local, con voluntad, entusiasmo y fervor, llegando con facilidad hasta el arco custodiado por Righi que respondía con intervenciones de real mérito.

Rattín

Los tantos obtenidos por Ríos y Broggi, incontenibles en la zona de gestación, determinaron que Colón fuera el principal animador de la justa, el poste salvó de una nueva caída de la portería visitante y dos intervenciones magistrales de Righi.

El temperamental Antonio Ubaldo Rattín luchaba prácticamente sólo en la mitad de la cancha y estaba molesto con la actuación de algunos compañeros, con sus gestos y protestas, mostraba su estado de ánimo el caudillo xeneize.

Pelotazos para Rojas

El público colonista festejó ruidosamente ambas conquistas y alentaba permanentemente a los futbolistas anfitriones, ante el desorden que cundía en su oponente, donde tampoco aparecían en escena jugadores de la talla de Alberto Rendo y el “Ronco” Onega; mientras el “Loco” Chaldú y Bielli eran meros espectadores en la cancha.

Los reiterados envíos aéreos de los defensores y volantes del seleccionado argentino pretendían encontrar la cabeza del “Tanque” Rojas; sin embargo, fueron rechazados por los defensores rojinegros o las seguras manos del portero paraguayo Pérez.

Euforia colonista

Cuando finalizó el encuentro, los simpatizantes colonistas mostraron su entusiasmo, saludando efusivamente su conquista, con gritos y cánticos, especialmente felicitando a su capitán, el “Beto” Poncio quien tuvo otra actuación de singular mérito, marcando esta vez con eficiencia a una figura excepcional como Ermindo “Ronco” Onega, consagrado en el orden internacional y figura de jerarquía de River Plate.

Las variantes en el complemento en ambas formaciones, favorecieron al local que supo distribuir el balón. El ingreso del santafesino Willington, nació en el barrio de Guadalupe (su padre y tío actuaron con la camiseta azul y oro), no tuvo la recompensa necesaria al no ser asistido precisamente por sus compañeros.

De esta forma, hace 50 años se escribió una página brillante en la historia de Colón de Santa Fe, al vencer al seleccionado argentino, en una etapa difícil institucional y deportiva, como hoy. Con esta victoria y la conseguida frente al Santos, su estadio comenzó a ser llamado “Cementerio de los Elefantes”...