Economía en la Unión Europea

Italia debe cumplir con las reformas

EFE

El primer ministro italiano, Matteo Renzi, considera que su país no conseguirá oponerse a las medidas de austeridad de Europa, hasta que demuestre que es capaz de llevar a cabo sus reformas estructurales.

En una entrevista con The Wall Street Journal, Renzi reconoce que nunca convencería a Berlín y Bruselas de que cambien su enfoque a menos que logre cumplir sus promesas de mejorar la competitividad de Italia.

“Permítame ser muy claro. Creo que la austeridad sin crecimiento es un error”, señala. “Pero me resulta imposible explicar esa postura sin un proyecto muy sólido de reformas en mi país. No soy creíble si no soy capaz de llevar a cabo reformas en Italia, lo sé”.

Renzi ha pedido una interpretación más libre de las restricciones presupuestarias de la UE que dé al gobierno cierto margen para gastar en inversiones que podrían estimular el crecimiento, pero el volumen de deuda pública de Italia, que ronda el 138% de su Producto Interior Bruto, y la exigencia de la UE de que mantenga el déficit público por debajo del 3% del PIB, obligan a Roma a limitar mucho el gasto público.

El periódico recuerda que el gobierno de Renzi se ve bajo una gran presión para que acelere el ritmo de las reformas estructurales, ya que la economía italiana -la tercera mayor de la eurozona- está en recesión por tercera vez desde 2008 y supone una seria amenaza para la recuperación del conjunto de la eurozona.

Siete años después del inicio de la crisis financiera, Italia ha aplicado muy pocas de las reformas económicas urgentes que el Banco Central Europeo pidió hace tres años, entre las que estaba la aprobación de nuevas leyes laborales que facilitaran la contratación y el despido.

Renzi, que fue alcalde de Florencia antes de convertirse en primer ministro italiano, insiste en que seguirá adelante con su agenda, pese a la férrea oposición de sindicatos y funcionarios.

“Mi compromiso es muy claro. Llevar a cabo las reformas independientemente de las reacciones. La reforma del mercado laboral es prioritaria en Italia y si los sindicatos se oponen, para mí no es un problema. Yo sigo”, dijo. “Quizá pierda las próximas elecciones, pero para mí es importante no dejar pasar esta oportunidad”.

Renzi reitera que su gobierno no subiría los impuestos para financiar su ambicioso programa, una idea que temen las empresas italianas, que ya pagan una de las tasas más altas del mundo desarrollado.