Primer juicio oral

El acusado se declaró inocente y la defensa pidió la absolución

  • Por su parte, la fiscalía solicitó una pena de 9 años de cárcel para Leandro Alcaraz, por el robo a un taller metalúrgico de Guadalupe Oeste, ocurrido en febrero.
El acusado se declaró inocente  y la defensa pidió la absolución

Al término de los alegatos de clausura, el acusado dijo que “en esto no tengo nada que ver”.

Foto: Flavio Raina

 

Juliano Salierno

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“Tengo muchos antecedentes, es verdad, pero en esto no tengo nada que ver” dijo Leandro Alcaraz, al término de los alegatos de clausura del juicio oral y público que comenzó este martes en los tribunales santafesinos.

El muchacho de 24 años, apodado “bocacha” o “carucha”, está preso desde el 15 de febrero, acusado por el robo a un taller de herrería de la calle Dorrego al 7800 en el barrio Guadalupe Oeste.

Tras una semana de audiencias y luego de que las partes realizaran los alegatos, el juez que preside el tribunal unipersonal, Jorge Patrizi, le dio la palabra al reo que expresó: “La camioneta me detiene y me lleva al lugar del hecho. Y ahí la policía se pone a hablar con las víctimas. No entendía nada, yo la verdad no podía ni caminar”.

Alcaraz es el único imputado por el hecho cometido por tres delincuentes armados, que ese mediodía de verano ingresaron al taller con los rostros cubiertos, y tras amenazar a dos empleados se llevaron una amoladora, una lijadora y un maletín con un martillo rotoneumático.

Según la declaración de los policías que lo detuvieron, este último elemento -el maletín- fue hallado en su poder cuando transitaba por calle Larrea, casi en su intersección con Avellaneda, exactamente a la vuelta del lugar donde se acababa de cometer el atraco.

Si bien el joven no llevaba armas al momento de la voz de alto, la atribución delictiva del Ministerio Público de la Acusación fue la de “robo doblemente calificado por la utilización de arma de fuego apta para el disparo, en poblado y en banda”, ya que en los techos del taller un vecino descubrió una de las armas utilizadas para cometer el delito y luego descartada.

Nueve años

Esta mañana, el fiscal Sergio Alvira inició su alegato de clausura haciendo un repaso de lo ocurrido a lo largo del debate, donde a su entender “se ha acreditado el hecho delictivo” que tiene a Alcaraz como coautor. “Más allá de imprecisiones e inexactitudes, la existencia y la participación de Alcaraz como coautor ha quedado demostrado”, sostuvo.

Por su parte, el fiscal Andrés Marchi hizo notar las coincidencias en las declaraciones de los testigos -fueron 14 en total-, especialmente el de una de las víctimas, que lo señaló dentro de la sala de audiencias. No así la de las dos vecinas que aportó la defensa, sobre cuyos testimonios marcó contradicciones.

Por último y en base a la calificación legal empleada -que prevé un mínimo de 6 años y 8 meses y un máximo de 20 años-, pidieron condena de 9 años de prisión efectiva y la declaración de reincidencia por tercera vez, puesto que Alcaraz cuenta con condenas por delitos contra la propiedad en el 2009, 2010 y 2013.

Inocencia

Luego fue el turno de los abogados Andrea Alberto y Rodolfo Mingarini, por el Servicio Público Provincial de la Defensa Penal.

El primero en hacer uso de la palabra fue el Dr. Mingarini, quien aseguró que “no puede considerarse probado” el delito. El letrado cuestionó el “obsoleto sumario policial” y solicitó la invalidez del procedimiento de aprensión.

Dijo que dos semanas antes de ser apresado Alcaraz había estado internado en el hospital Cullen producto de una herida de arma de fuego en su abdomen que puso en riesgo su vida y que a causa de las curaciones “no se podía escapar” del lugar en el que fue aprehendido.

Sin dudas que la parte más crítica del alegato defensivo estuvo a cargo de la Dra. Alberto, que atacó los puntos sensibles de la prueba de la fiscalía. Por empezar, dijo que “el reconocimiento efectuado en esta sala tiene cero valor probatorio” y puso en crisis la veracidad del testimonio de una de las víctimas.

“Esta cara”

“No me explico cómo el testigo se olvidó esta cara en la declaración policial”, dijo y con una mano bajó la chalina que cubre el rostro de Alcaraz y que esconde una enorme protuberancia sobre su labio superior derecho. “Eso es imposible de confundir” y el testigo “viene a reconocerlo con la sugestión del banquillo”.

También cuestionó la validez de los informes que determinan la aptitud del arma para el disparo y que su pedido de invalidez “no es mala fe de mi parte; es una cuestión de estrategia”. Y agregó: “Yo tengo que cumplir mi función de defensora, no hacer el trabajo de la fiscalía”.

Y por si todo ello no fuera suficiente, la abogada reclamó que el delito imputado sea valorado en su grado de “tentativa”, ya que el detenido no tuvo “disponibilidad efectiva y real del objeto” secuestrado.

Finalmente la defensa proclamó “la absolución de culpa y cargo” para Alcaraz, y “su inmediata libertad”. Y señaló: “Ojalá encuentren a los culpables”.

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El juez Jorge Patrizi fijó para el miércoles 1º de octubre la lectura de la sentencia. Foto: Flavio Raina