Mañana, en Tribus

Ignacio Andrés Amarillo

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Cadena Perpetua y Jauría llegan en el marco de la gira conjunta “Un golpe de suerte”, trayendo (de regalo para los presentes) el EP homónimo y conjunto. Será mañana desde las 21 en Tribus Bar & Arte (Pedro Víttori 3523). El ingreso está permitido a partir de los 14 años, acompañados por un mayor.

Las anticipadas con descuento a $ 130 se consiguen en www.rebeltickets.com.ar, en Megaforce (Galería Colonial, local 32), en Tribus y en Terco Tour (Paraná).

Entre amigos

Para adentrarse en esta propuesta y la actualidad de Jauría, El Litoral conversó con Facundo Demián “Ciro” Pertusi.

—¿Cómo surgió esta idea de gira y EP conjuntos?

—El germen fue cuando Federico (Pertusi), mi hermano, estuvo haciendo preproducción de “Plaga”, el último disco largo de Cadena, hace unos cuatro años. Charlando, Federico y Hernán Valente decían que si yo volvía a tocar estaría bueno que me junte con Ray (Fajardo), “son dos locos por el arte”, decía.

Eso me picó, pero él estaba con El Otro Yo, no quería ilusionarme con semejante baterista. Mientras buscaba a otro pasaron unos meses, yo estaba en México y me enteré de que se fue de EOY. Eso ya es historia.

Estoy recorriendo algunos lugares por segunda vez, pero de otra manera, empezar de abajo me ha fortalecido desde los lazos con las bandas con las que he compartido giras con A77aque, hasta el mismo público.

Entablamos amistad, un día decidimos hacer shows juntos y eso nos alentó a hacer una gira. Ellos no son muy de salir con bandas, son pibes muy tranquilos, muy humildes; no quieren mucho alboroto.

—Son muy especiales dentro de la escena...

—Exacto, son como “La Renga del punk”: se cortan solos pero no de “ortibas”, sino porque son una cofradía, un clan. Pero esto salió del cariño, de la admiración, todo salía natural. Hicimos unas experiencias geniales, como Jauría Perpetua o Gira Nacional. A ésta dijimos de agregarle algo nuevo, “dejemos un testimonio grabado de esta unión”.

Entonces Murdock (mánager de CP) propuso un disco con ambas bandas, cada uno haciendo un tema del otro (nosotros hicimos “Algo personal” y ellos “Fábrica”) y diferentes covers, llegando hasta este punto en que son canciones nacionales (pero en un momento había canciones internacionales). La gira es nacional, el estudio era muy nacional (ION, donde grabaron los artistas que homenajeamos: Moris, Pappo y Los Violadores). Es una atención y un regalo para la gente, para que se lleven de recuerdo y seguir escuchando en tu casa.

Mutaciones

—A fin de año salió “Libre o muerto”. ¿Cómo fue hacerlo, con un cambio de formación?

—Lo principal fue encontrar, ante la salida de Pichu (Esteban Serniotti), un par que fuese más bien un amigo. A Seba y a Mauro (Ambesi) los conozco hace casi 20 años, no hay que descubrir nada. Si bien había otras ofertas, apostamos directamente a la amistad, a un tipo que se funda con nosotros.

Fue genial a la hora de encarar este disco que ya estaba, cuando se fue Pichu teníamos muchas composiciones ya listas, y las seguimos desarrollando hasta tener 38, entramos a grabar 24, tres quedaron un poquito inmaduras y quedaron 21.

Seba se acopló inmediatamente, tuvo que agarrar un poquito de training, pero lo que tiene Seba (nosotros le decimos “el Brujo”) es que es un tipo muy cool, muy tranquilo, algo muy admirable en estos tiempos. El público nos bancó, con expectativa, con muy buena onda: el que venga va a estar bien, y como Pichu se fue bien, gustó el ejemplo de mutar.

Salió el disco y la mayoría dice que éste les gustó más. A mí me encantan los dos, pero la impronta del primero, con esa calidad de audio, tiene un punto más: porque es la primera impresión de la banda. Pero si ves todo el concepto “Libre o muerto” tiene un plus: que todos trajimos canciones, y se está armando claramente una identidad.

—¿Sentís una evolución en este disco, o que están yendo para donde quieren ir?

—Sí, estamos yendo para donde queremos ir, siguiendo el instinto y viendo la que pinta. Ahora hemos encontrado esta forma, en que todos metemos mano sobre lo que hace cada uno, y el visto bueno lo da el que hizo la canción.

Somos gente que hemos aprendido a que la canción es la que manda, entonces hay que darle lo que pide: si pide más fuego, más quietud, si pide más producción la tendrá, si tiene que ser sutil... Hay que colgar en el perchero el traje del ego, el “ego bueno”.

Canciones

—En Cosquín Rock y otros shows explota el público con “El poder nuestro es”, uno de los openings de “Dragon Ball Z”. ¿Por qué tocarlo y grabarlo?

—Mi hermano fue un cultor de “Dragon Ball Z” allá por el '97, '98, evangelizó mucho con eso. Le empezamos a dar bola. Ya venía con otro animé increíble que se llamaba “Ranma «”, que nos volvía locos. Él era más de “Dragon Ball”, las canciones eran increíbles. Para el 2010, después del primer disco, mi nenita chiquitita, cada vez que hacíamos zapping y estaba “Dragon Ball” decía “dejá ahí”. No tenía ninguna data, pero le encantaba, y lo que más le atraía era la música.

Empecé a sacar con una criolla la canción para ella. Para un Día del Amigo la subí al Facebook de Jauría y la gente explotó. Somos como un club que seguimos a este personaje que ya es como un familiar nuestro, Gokú, ha estado tanto en nuestra vida.

—“Alta definición”, que es el nuevo video, tiene una letra sobre los agroquímicos.

—Siempre me llamó muchísimo la atención todo lo que tiene que ver con las fumigaciones con agrotóxicos, lo que estamos comiendo. Llegando una vez a Cosquín nos encontramos con la gente de barrio Malvinas e Ituzaingó anexo de Córdoba. Tienen casos alarmantes de gente afectada, cáncer, malformaciones congénitas.

A partir de ahí me empecé a informar sobre Monsanto y los negociados que se hacen con los gobiernos del mundo, es algo bastante severo y no tenemos incidencia. Los que la ligan no son sólo los que salen por televisión, “pasa en el patio de tu casa”. Queríamos dar aviso con nuestra música.