Perdió esta mañana jugando mal en Beijing ante Brasil...

Una desmemoriada Argentina dio todo tipo de ventajas

Se jugó el Superclásico de las Américas en China y dos goles de Tardelli sellaron el resultado. Messi erró un penal y Neymar fue la figura del partido. El martes, a las 9 de nuestro país, el equipo de Martino juega en Hong Kong.

Enrique Cruz (h)

Quienes observamos por la pantalla televisiva el partido de hoy, nos encontramos con un inicio a toda orquesta de Argentina, pero fueron sólo 15 minutos en los que la presión alta y algunos cambios posicionales interesantes, hicieron que la selección de Martino estuviese muy cerca de la apertura del marcador, sobre todo en un mano a mano desperdiciado por Agüero. Fue eso nada más, el comienzo del partido.

Buen trabajo de Pereyra por derecha, Mascherano luchando en el medio para la recuperación, Di María muy cerca suyo y arrancando por adentro, más Lamela —a último momento, Martino decidió que juegue él y no Pastore— volcado por izquierda. Ese fue el dispositivo táctico de Argentina, que no escatimó esfuerzos en sumar a Zabaleta y a Rojo al ataque, más la dupla Messi-Agüero arriba, que le llevó problemas a la defensa brasileña por la permanente rotación y movilidad de los jugadores argentinos.

La selección albiceleste fue más que la de Dunga en ese comienzo y hubo un par de jugadas claras, como un remate de Agüero después de una buena maniobra de Messi y Zabaleta por derecha, que se fue afuera, más un claro penal en perjuicio del “Kun” que el árbitro ignoró. De a poco, Brasil empezó a emparejar el juego. La idea de Dunga fue esperar y aprovechar la velocidad de Neymar arriba para llevar peligro a una defensa argentina que no daba muestras claras de solidez.

Esto último se evidenció en una jugada en la que Zabaleta y Fernández, con mucha torpeza, fueron a buscar la misma pelota y, como resultado de un despeje fallido del “2” argentino, aprovechó Tardelli para colocar un remate cruzado que dejó sin ninguna chance a Romero.

Haciendo menos pero siendo efectivo, Brasil se ponía en ventaja y muy cerca estuvo de aumentar el marcador después de una notable jugada individual de Neymar, que pasó entre dos defensores y encaró solo en el mano a mano con Romero. El astro brasileño, que está volviendo después de la seria lesión que lo marginó de la Copa del Mundo en la serie de cuartos ante Colombia, definió mal, con un remate débil que ni siquiera llegó al arco de Romero.

Argentina se fue con todo en busca del gol, con un Messi sin luces, un Pereyra que empezó bien y se fue apagando, más un Di María entusiasta, que tuvo una buena posibilidad después de una excelente combinación con Lamela. Hasta que llegó una jugada en la que Danilo se tiró al piso, Di María cayó y el árbitro vio un penal que no existió. Ejecutó Messi, al costado derecho de Jefferson que se arrojó y desvió el disparo desde los doce pasos.

En el mismo arranque del segundo tiempo, Di María tuvo una oportunidad muy propicia. Tras apurar a los torpes defensores brasileños quedó solo ante Jefferson y demoró inexplicablemente el remate final hasta que le sacaron la pelota.

De a poco, Jefferson empezó a erigirse en figura de los brasileños, al igual que Neymar (imparable para los defensores argentinos). A los 18 minutos llegó el segundo de Brasil. Córner desde la izquierda, la pelota cruzó todo el área ante la pasividad total de Romero y otra vez Tardelli, llamativa e inexplicablemente solo, la cabeceó a pocos metros del arco.

Ya Martino había ordenado el ingreso de Pastore, para darle un poco más de agresividad en el juego y a Higuaín, que ocupó decididamente la posición de centrodelantero. Messi empezó a exagerar la jugada individual, ante una defensa que se agrupó bien. Pero el problema era cada vez que Brasil se animaba, porque el retroceso argentino era lento e inseguro. El mal trabajo defensivo de Argentina se ratificó, por ejemplo, en aquel mano a mano de Neymar que se fue apenitas por encima del travesaño y que fue más claro que cualquiera de las aproximaciones de Argentina, salvo un tiro libre de Messi en tiempo de descuento.

El final del partido mostró claramente la impotencia de la selección, la falta de claridad y la gran diferencia con lo que fue el arranque del partido. Sin dudas que el balance fue negativo, que la defensa tuvo un flojísimo partido, que Romero no dio la seguridad absoluta que brindó en el Mundial, que Federico Fernández dejó también mucho que desear y que Messi no pudo desequilibrar. En contrapartida, parece que Dunga le imprimió a este equipo brasileño la necesaria cuota de fibra y temple para salir adelante de un fracaso rotundo como fue la eliminación en el Mundial con los siete goles que le marcó Alemania en la semifinal de Belo Horizonte. Un bálsamo para ellos, una frustración para nosotros. Estuvimos muy lejos del equipo del Mundial y del que goleó a Alemania en su casa, ya con el Tata de entrenador.

La clave

¡Fuerza Jonas!

• Después de la entonación de los himnos, los jugadores argentinos mostraron una bandera con la inscripción bien amplia: “Fuerza Jonas”, en alusión a Jonas Gutiérrez, ex compañero de muchos de los que esta mañana se pusieron la celeste y blanca, quien atraviesa por un delicado estado de salud.