Un anfiteatro natural
Un anfiteatro natural
Entre caprichosas y asombrosas imágenes erosionadas por el viento encontramos un anfiteatro, monumento natural que se encuentra a 18 kilómetros de Cafayate, en Salta.
TEXTOS Y FOTOS. ALFREDO MIGUEL CEBALLOS.

Descendemos del vehículo en un marco impactante, inigualable, a la vera de la ruta nacional Nº 68, entre Cafayate y la ciudad de Salta, en un área de gran belleza paisajística con formaciones rocosas muy llamativas. Caminamos por un sendero de rocas unos 200 metros para ingresar a este recinto y fuimos recibidos con música de quena, guitarra y los acordes de “Alfonsina y el Mar”, que quizás no tenga relación alguna con el lugar, pero es nuestra y universal, mientras los efectos emocionales se adueñan de uno, teniendo que aspirar muy hondo permaneciendo inmóviles por unos minutos.
Hoy nos interesa el Anfiteatro natural que empieza con una gran brecha que va a parar a un hueco entre rocas, con forma de botella invertida, donde hay una excelente acústica. Se trata de un espacio semicerrado que tiene paredes de más de 20 metros de altura y el piso totalmente llano. Su forma le confiere una excelente acústica para la música, gracias a tener muchas reflexiones y mucha difusión, al tener las paredes muy rugosas. Casi siempre hay grupos tocando y es fácil quedar emocionado de la dureza del lugar y su calidad para que la música nos envuelva...
A sólo 18 kilómetros de Cafayate, las asombrosas formaciones de la Garganta del Diablo y el Anfiteatro son parte de una importante Reserva Provincial.
No hay que olvidar la cámara de fotos al salir de excursión a la Quebrada de las Conchas, deslumbrante paseo y excursión imperdible desde Cafayate. La quebrada está a unos 18 kilómetros de la ciudad por la ruta 68, que acompaña el cauce del río homónimo.
FORMACIONES ROCOSAS
Su gran atractivo son las formaciones rocosas de las eras Mesozoica y Cenozoica, que fueron esculpidas por la erosión y, muchas de ellas, presentan formas reconocibles. Así, en el trayecto de casi 40 kilómetros, las primeras figuras que surgen son Los Castillos y enseguida Las Ventanas. Luego aparecen El Fraile y, en el kilómetro 34, El Sapo. Más adelante se encuentra el Anfiteatro, una formación natural que, por su estructura, amplifica el sonido.
En este anfiteatro natural se realizan recitales y también es habitual encontrar grupos musicales o cantantes que trabajan a la gorra, aprovechando el efecto de sonoridad. Hacia el final del circuito, como broche de oro, se encuentra La Garganta del Diablo, tan profunda como perfecta para explorar, con cuidado, los rincones de la montaña.
La Quebrada de las Conchas es un lugar muy visitado por los turistas. Recorrerla lleva entre cuatro y seis horas para entregarse sin prisa al juego de contemplar cada una de las formaciones, internarse en recovecos y senderos, y sacar fotos en este entorno monumental. El color rojizo de las rocas se debe a la presencia de óxido de hierro, que le brinda tonalidades distintas según el momento del día.
CAFAYATE: EL PUEBLO
Luce entre un estilo colonial y barroco. La quebrada, los médanos, la iglesia y las bodegas viñateras identifican a Cafayate. La ciudad está rodeada por un cinturón de viñedos. Las bodegas ofrecen circuitos donde no puede faltar el inconfundible vino torrontés, como así también se pueden saborear vinos pateros de decenas de pequeños productores que hasta hoy pisan uvas. Sin duda, el encanto de este bello e importante pueblo dentro del circuito de los Valles Calchaquíes se disfruta plenamente recorriendo sus calles, admirando la incomparable arquitectura de su Catedral, la arbolada y florida Plaza Principal, el pintoresco Viejo Molino de piedra, y los museos, llenos de historia y tradición. Sobre la mencionada ruta nacional Nº 68, entre la ciudad de Salta y Cafayate, pasará por importantes localidades como Cerrillos, La Merced, El Carril, Coronel Moldes, La Viña y Alemania.
El camino sinuoso propio del lugar y dueño de uno de los paisajes más impactantes con sus extrañas formaciones rocosas erosionadas, y como destino final de grandes bodegas, viñedos y cultura indígena. Es inevitable detenerse a conocer y escuchar el silencio y tomar fotos.
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CASI UN PUEBLO FANTASMA
Alemanía (con acento en la i, como lo pronuncian los salteños) es un hermoso pueblito de montaña sobre la misma ruta 68 en la quebrada, cerca del Anfiteatro, que -olvidado en las clásicas rutas turísticas- aún conserva intactas sus historias de cuando pasaba el tren (hasta 1971), de sus endemoniadas fiestas y de sus buscadores de oro. El pueblo, que tuvo un gran esplendor pocas veces visto en un pueblo de montaña, hoy pasó al olvido; quedaron sus caseríos y muy poca gente. Sólo el recuerdo.