Con el calor aumenta el riesgo

El Cullen atiende dos o tres picaduras de alacrán por día

Así lo confirmaron en la Guardia del nosocomio. En el Hospital de Niños se asiste la misma cantidad de menores. No hubo casos de riesgo. Medidas para mantener estos arácnidos lejos del hogar.

De la Redacción de El Litoral

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En las últimas dos semanas, y a raíz del aumento de temperatura, la guardia del hospital J. M. Cullen atendió entre dos y tres casos de picaduras de alacranes por día. “Se ven millones de casos, sobre todo desde que empezó a hacer calor. En promedio, estamos atendiendo dos o tres casos por día”, aseguró Laureano Furrer de la guardia de ese nosocomio.

La misma cantidad de niños son atendidos diariamente en el hospital O. Alassia. “Prácticamente, todos los días hubo picaduras de alacranes”, señaló el pediatra José de Jorge, en referencia a la última quincena.

En caso de picadura, se recomienda concurrir rápidamente al hospital más cercano. Como se produce dolor intenso, se puede colocar hielo en el sitio afectado para aliviar las molestias mientras se transporta a la persona.

Hasta ahora, no hubo casos graves en la ciudad. “A las personas que vinieron se les colocó un decadrón y con eso fue suficiente. La picadura de alacrán no es riesgosa para los adultos, salvo que la persona sea alérgica. En ese caso, va a tener una reacción inmediata, como falta de aire o palpitaciones, y es necesario aplicarle el suero antiescorpiónico”, explicó el médico de guardia del Cullen.

En el Hospital de Niños, cuando llega un pequeño picado por este arácnido se lo mantiene bajo observación durante 3 a 6 horas. “Si aparece alguna sintomatología, que puede ser vómitos, salivación excesiva, dificultad respiratoria, taquicardia o hipotensión, se inyecta el suero antiescorpiónico. Pero en la mayoría de los casos no se requiere internación”, aseguró De Jorge. El pediatra detalló que las picaduras ocurren dentro de la casa, generalmente en los pies de los niños porque estos arácnidos suelen esconderse dentro de los zapatos.

En tanto, gran parte de las personas atendidas en el Cullen fueron amas de casa. “Las manos son la parte del cuerpo más expuesta a la picadura de alacranes. Muchas mujeres al tomar un repasador, una rejilla o un trapo de piso son picadas porque el alacrán estaba escondido entre esos trapos”, precisó Furrer.

El arácnido

• El Tityus trivittatus es la especie que con más frecuencia se encuentra en la región y la más peligrosa. Presenta una cola con aguijón y púa, pinzas alargadas y el dorso con tres rayas longitudinales oscuras. La longitud total en un ejemplar adulto de alacrán es entre 40 y 65 mm, generalmente de color amarillento o amarillo rojizo, con tres bandas oscuras longitudinales en su dorso. Los ejemplares más jóvenes son de coloración más clara. Tienen cuatro pares de patas, un par de pinzas y un par de quelíceros (apéndice prensor).

Es un animal de hábitos nocturnos que se oculta durante el día en el suelo o entre las cortezas de los árboles. Es frecuente encontrarlo dentro de las casas en grietas de paredes, pisos, zócalos, huecos de revestimiento de maderas, en desagües que conectan con cloacas, habitaciones y depósitos sin aireación, detrás de cuadros, bajo los muebles o entre la ropas y los zapatos.

Se alimenta de insectos, cucarachas y gusanos.

El suero

• El suero antiescorpiónico sólo es inyectado si el paciente presenta síntomas de gravedad, para neutralizar la toxina. Hay factores que determinan la evolución, que dependen de la persona afectada: el peso, el estado nutricional, la presencia de enfermedades como asma, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, diabetes. Otros factores dependen de la especie del alacrán: el número y lugar de picadura, la cantidad de veneno inyectado y la época del año.