Con el baile en la piel

TEXTOS. LUIS GUDIÑO.

SUS COMIENZOS. “Desde muy pequeño, mis padres me llevaban a realizar diversas actividades como piano, flauta, coro, teatro; es algo que aprecio muchísimo de ellos, ya que ahora amo el arte. Soy bailarín de street dance, danzas urbanas, desde 2006 cuando conocí el breaking, mal llamado y conocido como ‘breakdance’. Hoy en día también bailo dancehall y house dance. En 2012 comencé a dar clases y a coreografiar grupos de danza. Comencé a estudiar abogacía en la UNL. Las danzas urbanas se desarrollaron en todo el mundo y se llaman de esa manera porque todas comenzaron en fiestas de calles, boliches, clubs, por eso son ‘streets’. Comencé cuando tenía 13 años mirando y aprendiendo de videos, cuando conocí a los bboys/bgirls de la ciudad (bailarines que hacen breaking). Me uní a ellos, nos hicimos amigos y unos años después formamos Mandinga Style Crew, con quienes en dos oportunidades representamos a la Argentina, en Santiago de Chile”.

CAPACITARSE Y CRECER. “En 2010 empecé a capacitarme en otras danzas y conocí el house dance, un ritmo proveniente de los clubs de Chicago y Nueva York, de los años ‘80. Hace dos años se hizo muy conocida en Argentina una danza y cultura jamaiquina llamada dancehall, con una música muy enriquecedora, que a cualquiera que la escucha le gusta. Soy parte de M.M.O.S. Team (Music Move Our Soul), un grupo que sólo se dedica a promover esta cultura. Junto a Cintia Banchio formamos la productora Dance & Love Productions, a través de la cual realizamos diversos eventos para fomentar el crecimiento de las danzas urbanas en nuestra ciudad. No puedo dejar de mencionar a mi crew, The Royal Crew, con quienes obtuvimos el primer puesto en el Torneo Argentino de Aeróbica y Danza 2013, en la categoría de Hip Hop Avanzado. Desde 2010, me capacito en numerosos eventos nacionales e internacionales con Laure Courtellemont (Francia), Orville Xpressionz (Jamaica), Global Bob (Jamaica), Camron One Shot (Francia), Storm (Italia), Tony McGregor, Marjory Smarth, Caleaf Sellers, Ynot o Poe One (estos últimos, todos de Estados Unidos), entre decenas de muchos otros profesores de prestigio”.

EUROPA, LA LLAVE DEL ÉXITO. “Hace algunas semanas volví de Europa junto a Cintia Banchio, con quien nos capacitamos y representamos a la Argentina en los eventos de mayor prestigio del mundo: Summer Dance Forever (Amsterdam), reconocido evento de house dance, y The Notorious IBE (Heerlen), el mayor evento de breaking del mundo. Tuve la oportunidad de ser el primer argentino en quedar seleccionado, competir y ganar en el Big Up Kemp Europe (Francia), uno de los más grandes eventos de dancehall. Personalmente me sentí muy feliz porque, más allá de haber logrado un título, lo más gratificante fue haber podido compartir mi danza con bailarines de otros países como Francia, Taiwán, Rusia, Polonia, Grecia, España, etc.. En otra oportunidad, dentro del breaking, fui seleccionado por la firma Red Bull durante tres años consecutivos (2011 a 2013) para competir como uno de los mejores 16 bboys del país y, en la última oportunidad, pude llegar a semifinales. También competí en el Río de Janeiro Master Crew”.

APRENDO DE MIS ALUMNOS. “En mis clases enseño lo esencial de cada danza urbana, soy consciente de la falta de información en Santa Fe, por eso busco que mis alumnos no sean una repetición de una coreografía o de mí. Intento que exploren y creen su propio estilo dentro de los límites de cada danza. Aprendo todos los días de mis alumnos y son mi inspiración, sobre todo los más pequeños. El año pasado, en la muestra de teatro de fin de año del estudio We Love Dancing, un alumnito estaba muy nervioso antes de bailar, le dolía la panza. Pero una vez que salió del escenario vino corriendo a gritarme que el dolor se le había pasado. Es una de las más lindas anécdotas que tengo como profesor. Soy un convencido de que la danza es sanadora”.

EN SANTA FE. “Espero que las danzas urbanas sigan creciendo en Santa Fe, es uno de mis sueños. Me gustaría seguir logrando triunfos, representar a la ciudad y a la Argentina, dar clases en el exterior y seguir viajando para compartir mi forma de ver el arte, la danza. No sé si espero algo de la vida, creo que la vida espera algo de nosotros. Y nuestro paso por el mundo debería significar algo, dejar mi marca, algo que le genere a alguien un cambio”.