La invención del ajedrez

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Un film español intenta demostrar que fue en Valencia donde el ajedrez tomó la forma que hoy le conocemos. Según la convención histórica hasta ahora aceptada, su nacimiento se produjó en Asia. Foto: archivo El Litoral

 

por Hèctor Mariñosa

(EFE) - Redacción de El Litoral

Una investigación sobre la vida del ajedrecista Francesch Vicent en la Valencia del siglo XV y la búsqueda de un incunable escrito por él son el hilo conductor del documental “La dama del ajedrez”, que constata cómo se fraguaron en España las modernas normas que revolucionaron al rey de los juegos.

El filme documenta que fue en Valencia donde se gestó la aparición en el juego de la poderosa dama, pieza que antes los árabes denominaban visir, con menos valor que la reina, una denominación que probablemente se debió al creciente poder de las soberanas en la época renacentista.

El director Mezquida resalta que a finales del siglo XV, la ciudad de Valencia vivía un momento de esplendor económico y cultural, y entre la elite intelectual, en gran parte de origen judío, se consolidará un ajedrez con unas nuevas normas que daban mayor agilidad a la lenta y reposada forma de jugar anterior, que se utilizaba incluso como ritual de cortejo entre la nobleza.

Es en el poema alegórico “Scachs d'Amor”, datado en 1475 y obra de tres autores valencianos, donde por primera vez se menciona la aparición de la dama en el juego, con lo que quedaría descartado que esta pieza se inspirara en la figura de la reina Isabel la Católica.

Mezquida considera que la aparición de la dama “podría estar más relacionada con María de Castilla, consorte de Alfonso el Magnánimo, aunque la especialista Marilyn Yalom, de la Universidad de Stanford, estima que probablemente esta pieza no surge de una sola figura, sino del hecho de que, desde hacía un par de siglos, las reinas tenían un protagonismo en la gobernanza del que antes carecían”.

Veinte años más tarde, en 1495, el erudito judío valenciano Francesch Vicent recopila estas normas y publica el considerado primer tratado del ajedrez moderno bajo el título “Llibre dels jochs partitis dels scachs en nombre de 100”, considerado el “santo grial” de los libros dedicados al juego.

El edicto de expulsión de los judíos de los Reyes Católicos obligó probablemente a Vicent a dejar la península y, así, existen evidencias de que se refugió en los Estados pontificios bajo la protección de la familia Borgia.

Las teorías sobre el origen histórico del ajedrez varían, pero se ha acordado que el nacimiento tuvo lugar en Asia. Aunque China, Irán y Afganistán se disputan haber sido el lugar de su alumbramiento, la más aceptada es que el ajedrez fue creado en la India (siglo VI, circa).

Entre las múltiples leyendas que cuentan ese origen está aquélla a la que alude Dante Alighieri en su Comedia. En el Canto XXVIII del “Paraíso”, el peregrino Dante ve en los ojos de Beatriz el reflejo de un luz, de un punto de una intolerable luminosidad. Beatriz explica entonces la correspondencia entre los coros angélicos y los nueve cielos, más divinos y perfectos cuanto más altos. La multitud de ángeles es tal que, para crear una comparación, Dante alude a la leyenda según la cual un brahmán inventó el juego para un rajá indio, que quedó tan satisfecho como para ofrecerle la recompensa que quisiera. El inventor pidió un grano de trigo por la primera casilla del tablero, duplicando progresivamente la cantidad por cada nueva casilla. El rajá intentó convencerlo de que reclamara algo mejor, joyas o algún cargo imperial. El brahmán insistió, y cuando el rajá pidió a sus tesoreros que cumplieran el pedido, le informaron que no bastarían los granos de los silos de todo el mundo para cumplir con el pedido.