En el noroeste de la ciudad

Crimen a sangre fría

  • Un joven de 21 años fue ejecutado de un tiro en la cabeza. Ocurrió durante la siesta de ayer, en la Circunvalación, a la altura de avenida Teniente Loza.
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César Alegre tenía 21 años y vivía en barrio La Ranita, muy cerca de donde fue asesinado. Fotos: Luis Cetraro

 
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La víctima conocía al criminal y seguramente sabía de lo que era capaz, porque apenas lo vio trató de escapar a la carrera.

Joaquín Fidalgo

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El asesino pasaba por el lugar en su auto. Probablemente nunca se sabrá si fue algo planeado o mera coincidencia. Observó que su objetivo estaba entre un grupo de muchachos que preparaba sus elementos de pesca bajo el puente. Frenó en la banquina, descendió con un revólver en sus manos y se dirigó directamente hacia el joven. La víctima reconoció al criminal y, en vano, trató de escapar. A la carrera, intentaba saltar sobre un bloque de cemento cuando la única bala disparada impactó en su cabeza. César Alegre tenía 21 años y probablemente ya estaba muerto cuando su cuerpo cayó sobre el césped.

El hecho tuvo lugar a la vera de la Circunvalación Oeste, a la altura del puente de avenida Teniente Loza, en el extremo noroeste de nuestra ciudad.

Transcurrían las horas de la siesta cuando Alegre y alrededor de seis amigos se preparaban para ir de pesca al río Salado. Los muchachos acondicionaban sus elementos y se hidrataban cuando el homicida irrumpió en la escena.

“Ustedes no se metan”, les advirtió a los demás presentes, mientras le apuntaba con un revólver a Alegre, que se domiciliaba en barrio La Ranita, muy cerca de allí. La víctima reconoció al agresor y seguramente sabía de lo que era capaz, porque inmediatamente comenzó a correr. El asesino efectuó un solo y certero disparo. El proyectil impactó en la cabeza de Alegre justo cuando saltaba sobre un bloque de cemento ubicado junto al guardarraíl. Su cadáver quedó tendido sobre la banquina.

Con la misma serenidad con la que había llegado, el violento sujeto miró desafiante a los otros muchachos, subió a su auto y desapareció del lugar.

Poco después, un médico constató el fallecimiento y aconsejó autopsia. Mientras, peritos de la Policía Científica rastrillaron la escena en busca de pruebas.

El caso es llevado adelante por personal de la Sección Homicidios de la Unidad Regional I, con la intervención de fiscales de la Unidad Especial. Según trascendió, los investigadores lograron reunir importantes elementos para tratar de dar con el homicida.