Sin solución no hay insumos y baja la producción
Sin solución no hay insumos y baja la producción
¿Demandar a los buitres en las islas Caiman?
Mientras no se demuestre lo contrario, la ley para pagar en Buenos Aires la deuda canjeada es un fracaso, y así las cosas no cobran ni los bonistas que entraron al canje ni los buitres que tienen sentencia firme a su favor. El gobierno no niega que el tema sea un problema porque dificulta inversiones, pero insiste en una solución que no se verifica.
Guillermo Nielsen viene sugiriendo que si la Argentina “perdió en toda la línea en Estados Unidos. Primera instancia, apelaciones y la Corte Suprema no aceptó tomar el caso. Necesitamos solucionar esto para poder seguir importando”.
“Las importaciones -explicó- son complementarias de la producción local. Si tenemos problemas de divisas, no importa tener capacidad instalada ociosa, sino importar los insumos clave. Argentina tiene razón cuando confronta con los buitres y debe llevarlos a juicio en las Islas Caimán. Hay que hacerlo ahora, porque desde la perspectiva del Common-Law, lo que hacen es un delito, interferir” con un acuerdo al que entró el 93 por ciento de los acreedores.
El vicepresidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, en el marco del último almuerzo de este año organizado por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp), advirtió que el litigio irresuelto “es una mochila” que genera “gran incertidumbre, imprevisibilidad y una mala perspectiva” para el mundo empresario.
El vicepresidente de la UIA dijo que el mundo empresario “se ve conmovido por estas circunstancias” y planteó que la cuestión “se debe resolver lo antes posible”.
Miguel Kiguel remarcó que el tema es “complejo” y que “se ha politizado mucho. Tenemos dos lados (el gobierno y los holdouts) que juegan a fondo. En esa situación estamos, aunque hay posibilidad de solución”, destacó. Añadió que agrega “complejidad” la “cantidad de acreedores”, por lo que “cerrar un acuerdo va a llevar tiempo y no va a ser sencillo”.
Daniel Marx, otro ex secretario de Hacienda nacional, expresó que “el arreglo” del litigio es una “cuestión política” y dijo que “en la solución se puede pensar en los mecanismos de consolidación de deuda utilizados en anteriores oportunidades. Hay una forma política para cerrar la diferencia entre lo que es el valor del reclamo y la oferta compatible con los canjes de 2005 y 2010”.
La apuesta