No se olviden de Osella

Enrique Cruz (h)

No tengo dudas que Diego Osella —y el Huevo Toresani, obvio— hicieron un muy buen trabajo en Colón. Tampoco tengo dudas que conseguirán rápidamente trabajo. El Huevo tiene una chance concreta para dirigir al Real Potosí de Bolivia. Y a Osella ya lo llamarán. Pero hoy, en el ardor y el bullicio de los festejos, nadie puede dejar de reconocer lo que ambos aportaron en un año muy duro desde lo futbolístico. Por eso y a pesar de que se fueron al descenso y que tuvieron que alejarse “para descomprimir”, faltando cuatro partidos, es absolutamente justo reconocerles el gran mérito en esta campaña e indicarlos como grandes responsables de esta alegría.

Lo escribí varias veces: Osella hizo un buen trabajo en Colón. Potenció jugadores, hizo debutar a varios e hizo que el último paso del equipo en Primera fuera con una dignidad asombrosa. Colón hizo 61 puntos en este año, 30 en la A y 31 en la B, de los cuáles 54 fueron de Osella. Desbordado por la situación y tras dos derrotas consecutivas, se terminó yendo. Y nadie me saca de la cabeza que lo hizo por la puerta grande.

Los jugadores hablaron bien de él después del partido, disipando algunos rumores de esos que nunca faltan en este ambiente del fútbol. El tiempo se encargará de ponerlo en su justo lugar, aunque ya muchos se encargaron de hacerlo. Es muy responsable de esta alegría, por más que Mostaza se lleve buena parte de los méritos por haber estado en los cuatro partidos decisivos.